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Millonaria gracias a la venta de ropa usada en Internet

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La Sophia real y la de ficción iterpretada por la actriz Britt Robertson. Foto: Netflix
Girlboss
Karen Ballard / Netflix/Photo by Karen Ballard

Llegó a Netflix Girlboss, basada en una historia real.

Hay vidas que uno enseguida las define como ideales para un libro o para llevar a la pantalla. La de Sophia Amoruso (32 años) ya se plasmó en una autobiográfía, #Girlboss (con el símbolo de hashtag), y desde el 21 de abril, con ese mismo título, es también una serie de Netflix. Se trata de la vida de una joven empresaria que, gracias a la venta de ropa usada en Internet, creó un imperio que la transformó en multimilllonaria con tan solo 28 años.

Britt Robertson (26), protagonista de la serie The Dome y de la película Tomorrowland: El mundo del mañana, fue la elegida para llevar adelante este apasionante personaje en una serie cuya primera temporada consta de trece capítulos y es producida por la actriz Charlize Theron, junto con la propia Amoruso.

Poco en la infancia y adolescencia de Amoruso permitían imaginar que terminaría integrando la lista Forbes de personas más ricas de los Estados Unidos. Nacida en San Diego, diagnosticada con depresión y con déficit atencional, abandonó la escuela y comenzó a estudiar en su casa. Nunca consiguió un trabajo en el que mantenerse. Fue empleada de un restaurante Subway, de una librería y de una tienda de discos. Su inestabilidad se complicó más aún cuando sus padres se divorciaron y se mudó a Sacramento, California, donde vivió del autostop, de lo que encontraba en la basura y de robos menores.

Como se aburría con facilidad, pasaba muchas horas en la red social de moda a principios del siglo XXI, MySpace. Allí descubrió el negocio de su vida: comprar ropa de segunda mano en mercados de pulgas, a precios muy bajos, y venderla por mucho más dinero luego de un cuidado trabajo de producción. Todo por Internet y, en un principio, haciéndose cargo de todo: elegir las prendas, arreglarlas, buscar modelos que las lucieran y fotografiarlas, gestionar las subastas, empaquetar las ventas y hacer lo envíos.

Había nacido Nasty Gal Vintage, su primera tienda online. El nombre remitía al título del álbum de Betty Davis, reconocida cantante folk de los años 70. El primer artículo que vendió fue un libro que robó siendo adolescente. Su crecimiento exponencial hizo que dejara eBay en 2008, abriera su propia tienda -Nasty Gal-, y contratara a su primera empleada, Christina Ferrucci, luego jefa de de ventas.

El catálogo se amplió e incluyó artículos más allá del vintage, y no solo de diseñadores sino también creaciones propias. En tan solo ocho años, la empresa logró facturar más de 100 millones de dólares al año en ventas, tuvo más de 300 empleados y empezó a aparecer en todos los rankings referidos a éxitos económicos.

Hasta esta instancia de la vida de Amoruso es que va la primera temporada de Girlboss, pero hay mucho material para una segunda temporada que ya estaría confirmada. Allí se contaría lo ocurrido en noviembre de 2016, cuando Nasty Gal se declaró en concurso de acreedores, tras una progresiva reducción de personal y denuncias de plagio. La propia Amoruso renunció a su puesto de consejera delegada del equipo directivo y pasó a ser presidenta ejecutiva, pero también terminó abandonando este cargo. En febrero pasado, Boohoo.com anunció la compra de la empresa por 20 millones de dólares, nada teniendo en cuenta que llegó a valer 200 millones y su dueña hacerse de una fortuna cercana a los 300 millones.

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La Sophia real y la de ficción iterpretada por la actriz Britt Robertson. Foto: Netflix

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