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Los dilemas y beneficios del poder

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Quién dijo que la política es aburrida? La política —al menos en esta versión— no solo es entretenida. También genera adicción.

Para entender la avidez por ver las nuevas aventuras del matrimonio de Frank y Claire Underwood —interpretado por Kevin Spacey y Robin Wright— puede alcanzar con este dato: en las primeras 24 horas luego que Netflix pusiera los 13 nuevos capítulos en línea, estos fueron bajados ilegalmente casi 700.000 veces.

El cálculo fue realizado por una empresa especializada en rastrear descargas piratas, según una nota publicada en la revista Variety, en la que se añade que la principal fuente de piratería es China, donde aún Netflix no ofrece su servicio.

La empresa, en tanto, se niega a revelar números y hábitos de consumo de los espectadores, pero con 57 millones de suscriptores a nivel global y con la serie como el producto más prestigioso que se ofrece, no parece descabellado conjeturar que la serie tiene una audiencia fiel de varios millones de personas. En Uruguay está, claro, incluido en el servicio de Netflix.

En cuanto a la adicción, es en gran parte a causa del éxito de esta serie que se acuñó el término "binge-viewing", algo así como "consumo compulsivo": toda la serie está disponible desde el vamos, no hay que esperar por la emisión del próximo capítulo como, por ejemplo, con Juego de tronos, otro furor mundial.

Eso, claro, aumenta el riesgo de "spoilers", otro término que los seguidores de las series ya manejan: la revelación de giros inesperados en la trama. Aunque ya la vimos, no se preocupen, acá no vamos a revelar nada que le arruine esta temporada. Y no me permite que nadie ande por ahí diciéndole spoilers. En esta temporada también pasan de esa clase de cosas que conviene saberlas en el momento indicado.

La temporada arranca con los Underwood en la cúspide del poder. Si el lugar común de que lo difícil no es llegar sino mantenerse es cierto, House of cards es la confirmación de ese cliché. Francis y Claire podrán haber tenido que trabajar mucho para alcanzar la cima del poder, pero para seguir ahí tendrán que esforzarse aun más. Y no todos, ni siquiera en su partido, parecen dispuestos a darles una mano en eso.

Ya no hay solo que preocuparse por los riesgos "domésticos", como legisladores, funcionarios y empresarios. Como matrimonio presidencial, los frentes de batalla y los posibles riesgos se multiplican a escala mundial.

Esa es la principal premisa con la que trabajaron los guionistas: poner a los personajes protagónicos en situaciones de alta complejidad política, tanto nacional como internacional, para que estos desarrollen sus habilidades en solución de problemas y la superación de obstáculos, persiguiendo múltiples objetivos: desviar ataques, prevenir que enemigos se fortalezcan, tapar agujeros por donde se pueda filtrar información sensible a medios de comunicación y, en general, seguir sobre la ola que los dejó allí.

Otra línea argumental de la temporada, pero que se repite de anteriores, son los "cabos sueltos". Se sabe: en las altas esferas del poder hay ciertos datos que deben permanecer en secreto, y que quienes portan esos secretos deben ser vigilados de cerca. De la temporada anterior quedaron varios cabos sueltos que complican ya desde el comienzo a los Underwood.

Si no puede ver el video haga click aquí

Arte.

Si, como dijo hace poco el expresidente José Mujica en una entrevista a El País, la política es un arte y no una ciencia, entonces los Underwood son unos cultivados artistas. No es inusual que el personaje de Kevin Spacey cite pasajes de libros o recurra a aforismos (por no hablar del manido recurso "shakesperiano" de hablarle directamente al espectador).

No es difícil ver en el personaje de Spacey una marcada influencia de Maquiavelo, y los fanáticos de la serie seguramente ya hicieron el test de citas "Quién lo dijo" que anda dando vuelta por la web, si Underwood o el consigliere italiano del Medioevo (quien firma tuvo siete de 10 aciertos).

Otros van más allá y hasta armaron una lista de libros para acompañar (y tal vez comprender) los vaivenes del matrimonio presidencial en los cenagosos terrenos de la alta política. El portal Buzzfeed sugiere leer, entre otros, Los demonios, de Dostoyevski, El otoño del patriarca, de García Márquez, Memorias de Adriano de Margaret Yourcenar, Yo, Claudio, de Robert Graves y El enano, del Nobel sueco Pär Lagerkvist.

El elenco, los guiones y la realización —hay que ver con qué esmero está filmada esta serie— son componentes esenciales en el éxito de House of cards, pero en esta temporada, la realidad le da una mano.

La serie fue lanzada en un momento en el que están pasando asuntos que de alguna manera rozan algunas de las líneas argumentales de la serie. Las actuales desavenencias entre los gobiernos de Barack Obama y Benjamín Netanyahu, ver el documental premiado con el Oscar sobre Edward Snowden, o seguir las implicancias del filtrado de información (a su amante, para colmo) del exdirector de la CIA David Petraeus parecen tomadas del universo Underwood.

Un universo donde los cálculos son incesantes y los resultados de esos cálculos solo se mantienen, como dice el personaje protagónico, hasta que el político rompe una promesa que parecía a prueba de traición. Un universo donde lo único constante es el cambio. House of Cards aun consigue mostrar ese mundo con precisión y sin atenuantes.

Un aviso: esta tercera temporada mejora algunas flaquezas de la segunda aunque tiene algunos tropezones. Pero los adictos a la serie se los disculpamos. Así es la pasión que generan los Underwood.

PERSONAJES CLAVE

Aliados y oponentes

Cuatro figuras que aportan momentos relevantes en la nueva temporada de House of cards.

Doug Stamper- mano derecha del presidente

La última temporada lo encontró en una situación incómoda y violenta que puede complicar la presidencia de Underwood. Encima debe luchar con sus demonios interiores más dispuestos a aflorar que nunca. Interpretado por Michael Kelly.

Viktor Petrov - presidente ruso

Ingreso al elenco de este actor danés, Lars Mikkelsen, quien en teoría hace de Vladimir Putin pero logra hacer de su personaje uno que va más allá de lo que se sabe del actual líder ruso. Los enfrentamientos con Underwood están entre lo mejor de la temporada.

Jackie Sharp - diputada

Como ya se vio en la temporada anterior, una mujer muy astuta y sagaz. Acá, la diputada interpretada por Molly Parker vuelve a acumular influencia gracias a su ambición e intuición, además su capacidad de saber cómo lidiar con los repentinos cambios.

Remy Danton - jefe de Gabinete

Exlobbista y empleado de Underwood, Danton (interpretado por Mahershala Ali), ascendió hasta llegar al más íntimo círculo de poder. Un soldado fiel, pero con independencia de opinión. En esta temporada su papel parece ser clave en el entorno presidencial.

VEA EL VIDEOFABIÁN MURO

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