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A un clásico del cine lo descubre la matemática

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El Padrino de Coppola es uno de los grandes momentos del cine.

Ahora que se acercan las ceremonias de los Oscar y los Goya, un estudio muestra cómo este tipo de premios no siempre reconocen a las películas más importantes. Tampoco el saber de los mejores críticos, las encuestas a los cinéfilos o los ingresos en taquilla son la mejor manera de determinar la relevancia de un filme. 

Una investigación concluye que la red de referencias entre las propias películas en forma de citaciones, los homenajes o las parodias es el método más objetivo y científico para saber qué película merecerá ser recordada.

Un equipo de matemáticos y biólogos expertos en sistemas complejos cree haber encontrado la fórmula para saber qué películas habría que salvar si el mundo se acabara. Y las claves están en los propios filmes. Usando algoritmos como el PageRank, originalmente desarrollado por Google, han demostrado que la red entretejida entre los distintos títulos en forma de referencias entre unos y otros supera a cualquier otra forma de medir la importancia de una película.

¿Cómo valorar que una película es realmente grande? ¿Cuáles aguantarán el paso del tiempo? Como en otros ámbitos de la creación humana, existen sistemas de reconocimiento en forma de premios como los Oscar de la Academia de Hollywood. También están las opiniones de los críticos o las votaciones de los aficionados. Hay además datos cuantitativos, como el rendimiento económico de un título. Pero ninguna de estas métricas ofrece un sistema automatizado, objetivo y científico de valorar un filme.

A falta de un valor absoluto, los investigadores usaron su sistema de referencias entre películas para ver si este método automático y objetivo predecía mejor que otras métricas si un filme está en el listado del NFR o no. La idea la tomaron prestada del sistema de citaciones científicas. Cuando un investigador publica un estudio, está obligado a citar los trabajos de anteriores científicos en los que se apoya el suyo. En el caso del cine, los directores no suelen poner en los títulos de crédito que una escena o diálogo determinado se inspira en otra película. La investigación da una lista de las películas más citadas y entre las 10 primeras están El mago de Oz, La guerra de las galaxias, Psicosis, Casablanca, Lo que el viento se llevó, El Ciudadano y El Padrino.

"Este sistema automático aprovecha el hecho de que los directores se influyen unos a otros", dice el codirector del Instituto Northwestern de Sistemas Complejos, el portugués Luis Amaral.

Lo que han hecho los investigadores ha sido plasmar en una gráfica las citas o referencias de más de 15.400 títulos para crear una red de más de 42.000 conexiones entre filmes. En algunos casos, como la escena de Cuando Harry conoció a Sally (1989) en la que los protagonistas están viendo Casablanca, la referencia es obvia. En otras, es difícil.

Por fortuna, los autores del estudio, recién publicado en PNAS, contaron con la ayuda de la Internet Movie Data Base (IMDb), la auténtica biblia del cine en la red. Para cada película, la web tiene un apartado denominado connections en el que aparece un listado de las referencias a otros títulos que incluye. Allí se puede descubrir, por ejemplo, que la mítica secuencia en la que E.T. y su amigo Elliot pasan por delante de la Luna a bordo de su bicicleta voladora es, en realidad, un homenaje de Spielberg a la secuencia final de El ladrón de Bagdad (1924).

Una vez obtenida la red de conexiones, los científicos compararon su valor predictivo con otras métricas. Descartaron los ingresos en taquilla por su incapacidad para determinar la relevancia de una película. Es el caso de Sopa de ganso (1933), considerada la mejor película de los hermanos Marx, fue un fracaso económico. Y, al revés, la mayor parte de los éxitos se olvidan.

"El número de películas que reciben las nominaciones al Oscar a Mejor Película es muy pequeño, y el número de películas que lo gana es más pequeño todavía", razona el coautor del estudio, Max Wasserman para descartar a los premios como métrica. "Además, los Oscar se ven influidos por la popularidad, la promoción y hasta la política", dice.

Quedan entonces los críticos y el público. Los investigadores incluyeron en su análisis las valoraciones hechas por Roger Ebert, el mayor crítico estadounidense de la historia. Por 40 años, Ebert realizó centenares de críticas de películas hasta poco antes de su muerte, en 2013. Otra métrica que usaron fue la de Metacritic, un sistema que agrega las críticas de varios expertos sobre cada película. En cuanto a los cinéfilos, incluyeron en su trabajo las votaciones totales y puntuaciones medias hechas por los usuarios de IMDb.

El método basado en las citaciones y el PageRank de las películas superó en capacidad predictiva a Ebert y a las votaciones populares y fue, de media, al menos tan bueno como las puntuaciones de Metacritic. "Las opiniones de la gente son muy importantes y la valoración media del usuario es en realidad bastante predictiva. Sin embargo, los humanos son parciales y las puntuaciones de las películas presentan sesgos en contra de, por ejemplo, las de terror", sostiene Amaral.

El estudio mostró además un efecto aparentemente contradictorio pero que, en opinión de los autores, es la clave para determinar la grandeza de una película. El número de referencias entre filmes presenta una curva relacionada con el tiempo. La mayoría de las películas tienen conexiones con títulos coetáneos. Para los autores, esto se debería a que comparten el mismo momento histórico cultural. De hecho, la mayor parte de las citas se hacen a películas estrenadas en el año anterior. A medida que el lapso entre el estreno de un filme y otro aumenta, el número de citas cae.

Las listas más o menos oficiales de las mejores de la historia

En 1988, el gobierno de Estados Unidos encargó a la Biblioteca del Congreso la creación del Registro Nacional de Películas (NFR, por National Film Registry). En sus archivos solo tienen sitio los filmes que por distintas razones (estética, impacto social, valor histórico o influencia en la industria, entre otras) han modelado la cultura estadounidense. Para ser candidata, una cinta debe tener al menos 10 años y el proceso de revisión puede durar varios. Solo 625 películas han merecido estar en el NFR. Allí hay de todo incluyendo los clásicos más previsibles (El nacimiento de una nación, El gran dictador, Qué verde era mi valle) y otros que no tanto como Abbot y Costello contra los fantasmas, Y dónde está el piloto o El mariachi. La película de ficción más reciente incluida en la lista es The Matrix de los hermanos Wachowski. Entre las recientes también figuran El gran Lebowski y Pulp Fiction.

Otro canon relevante del cine es la encuesta de las 250 mejores películas de la historia que cada diez años realiza la prestigiosa revista británica Sight and Sound y en la que participan críticos de todo el mundo. En la última y después de 50 años de ser considerada la mejor película de la historia, cayó un puesto El Ciudadano de Orson Welles. Le ganó Vértigo de Alfred Hitchcock. El top 10 lo completan Cuentos de Tokio de Yasujiro Ozu, La regla del juego de Jean Renoir, Amanece de F.W. Murnau, 2001: Odisea del Espacio de Stanley Kubrick, Más corazón que odio de John Ford, El hombre de la cámara de Dziga Vertov, La pasión de Juana de Arco de Carl Theodor Dreyer y 8 1/2 de Federico Fellini. La última votación se realizó en 2012.

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fórmula cruza críticas, referencias y citas para elegir las mejores películasEL PAÍS DE MADRID

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