En Abzurdah demostró que talento actoral le sobra, y eso, acompañado con la belleza que posee y que deslumbra, le abre camino para arrasar con todo a su paso.

Dirá más adelante en la conversación telefónica que lo que más le gustó del cine es la perfección, porque ella es perfeccionista con su trabajo y puntual al extremo.

Por eso se disculpa por el retraso con el que se da esta entrevista, que tiene como excusa su próxima visita a Uruguay. Eugenia Suárez estará en Montevideo entre el 4 y el 6 de agosto promocionando Abzurdah (2015), basada en la novela autobiográfica de Cielo Latini y a estrenarse el 6 en las salas del país. Ella es Cielo en su primer protagónico en la pantalla grande; una chica anoréxica y desequilibrada que tiene una relación enfermiza con Alejo (Esteban Lamothe), un hombre mayor al que conoce por chat.

Está "agotada", confiesa, y no es para menos: acaba de llegar de Marbella, a donde viajó para representar a Argentina en los Premios Platino. "Cuando me llamaron dije: ¿pero va alguien más? Y me dijeron: Francella, Grandinetti, Erica Rivas… No lo podía creer", dice entre risas.

Recién separada del cantante español David Bisbal y habiendo sido víctima de los paparazzi españoles, que la descubrieron haciendo topless (lo que le valió algunas molestias que manifestó en Twitter), Suárez no tiene mucho tiempo libre. Es mamá de Rufina, la hija que hace dos años tuvo con Nicolás Cabré, y ahora se prepara para hacer "lo que más me gusta", que es viajar a otros países para acompañar el estreno de Abzurdah. "A Uruguay le tengo mucho cariño y voy muy seguido porque me encanta. Me encantan los uruguayos, tienen otra paz (se ríe) y otro ritmo, así que cuando me voy a Uruguay me desconecto. Y la gente me gusta mucho, así que estoy contenta de volver", afirma la China.

En Argentina, la película arrasó con la taquilla y dejó a todo el equipo de producción y al elenco regocijados. "Nos fue muchísimo mejor de lo que esperábamos", admite.

—¿Por qué les sorprendió que le fuera tan bien?

—Y… Porque el cine argentino está muy difícil. Competíamos con películas americanas que son tanques, directamente. Por eso fue una sorpresa. Fueron una sorpresa también las críticas, todas buenas. Yo no lo podía creer porque es gente que no tiene ningún compromiso ni conmigo ni con la película, y eso es lo que cuenta, el boca a boca. Hay chicas que me dicen que la fueron a ver con un grupo, después con otro y por ahí la vieron tres o cuatro veces. Me siento muy apoyada por la gente que me sigue desde más chica.

—Las críticas positivas se enfocaron en tu protagónico.

—Era un personaje muy difícil y yo lo sabía, pero yo no soy una mujer cómoda, que se queda en lo fácil. A mí me gustan los desafíos y me preparé mucho. Lógicamente había mucho prejuicio porque trabajé siempre en televisión, y es un prejuicio que de a poco va desapareciendo, que los actores de televisión no pueden trabajar en cine. Me sentí muy bien, porque después de tanto esfuerzo, que a la gente le guste lo que hacés siempre gana.

—¿Qué tiempo de preparación te llevó armar el personaje?

—Fue todo bastante rápido porque no teníamos mucho tiempo. En un mes y medio, por ahí, tuve que hacer la dieta y tomar clases con una coach, Andrea Garrote. El trabajo fue entre ella y la directora (Daniela Goggi); la directora estuvo siempre muy presente desde el principio, nos juntábamos a ensayar, a preparar, y me encantó.

—¿Qué fue lo que más te gustó?

—Todo. Lo que más me gusta, lo que más me gustó, es que es todo muy perfeccionista y yo soy bastante así. El cine te da esa posibilidad, más que nada por los tiempos que tenés. Eso es algo que me encantó sobre todo, el tiempo. Me gustaron también mis compañeros, el equipo técnico, todos tenían muy buena onda y si no hubiese sido así, no hubiese sido posible la película. Todos la hicimos con mucho amor y eso es una de las causas del resultado.

—¿Lo de ser perfeccionista es uno de los puntos en común que tenés con Cielo?

—Sí, yo no soy de buscar la perfección respecto a lo físico, soy bastante relajada con eso. De hecho nunca en mi vida había hecho ninguna dieta ni nada, porque creo que las mujeres y los hombres tienen que empezar a fijarse en otro contenido, el contenido de las personas y no tanto en lo físico. Porque lo físico es físico y nada más que eso. A una persona no la hace linda tener una linda cara, un buen pelo, un buen cuerpo; es muy subjetivo. Soy bastante relajada con mi imagen. Sí soy perfeccionista con mi trabajo, con la puntualidad, me gusta que las cosas estén bien hechas.

—Mencionabas antes el prejuicio, y creo que hay un prejuicio particular sobre los actores de la escuela de Cris Morena.

—¡Sí! Que en realidad es injustificable, porque si alguien te da todas las herramientas para crecer es Cris. Porque empezás desde muy chica y hay una preparación actoral, hay coreógrafas, profesores de canto, entonces es un prejuicio que es bastante errado. Le voy a agradecer toda la vida a Cris Morena las herramientas que me dio y el haber trabajado con ella, que me enseñó realmente lo que es la conducta y la cultura del trabajo.

—Hay otra cosa que me llama la atención y tiene que ver con el canto. En el hemisferio norte está muy bien visto que un actor pueda cantar, y en las redes sociales se criticó mucho que cantaras para Abzurdah.

—Bueno, siempre hay gente que le puede gustar y gente que no lo que hacés, y me parece perfecto. A mí no me ofende no gustarle a la gente, porque no hago las cosas para el afuera ni para que los demás digan que lo que yo hago es genial. El problema acá fue que era una banda mega conocida, Soda Stereo, y hay gente que no lo vio bien. Mi idea no fue hacerle un homenaje ni mucho menos, sino que es una canción que me encantaba, quise cantarla, lo hice y volvería a hacerlo. Me gustó mucho el resultado; que a la gente le guste o no es otra cosa.

—Tenés tres propuestas para hacer cine. ¿Venía de antes de Abzurdah o fue a partir de esto?

—No, fue a partir de esto. Fue una locura, porque siempre me decían los productores: "vas a ver que ahora te empiezan a llamar, porque el cine es así", y yo no tenía idea, era un mundo completamente nuevo para mí. Y fue así, me empezaron a llamar porque se va un poco el prejuicio si el trabajo es relativamente bueno. No son tres películas que estén confirmadas.

—En televisión las últimas cosas que habías hecho tus personajes tenían bastante humor. ¿Se te hizo difícil construir un personaje tan dramático?

—Eso es lo que me gusta de este trabajo. Creo que si uno se lo propone tiene la capacidad de hacer cualquier género. Es lo que más me divierte.

—En el caso de de Cielo, ¿cuál fue el mayor desafío?

—Todo. Era un personaje con el que no me identificaba, por lo menos en la esencia. Leí el libro cuando era más chica y me pareció un mundo completamente ajeno al mío, y esa fue una de las cosas que más me gustó, no identificarme con nada. Sí tenía mucha responsabilidad porque era una historia real y la hice con mucho respeto.

—En la película se hace bastante hincapié en las escenas de sexo. ¿Te costó hacerlas?

—Al principio sentí un poco de nervios pero como era algo que tenía que ver con la historia me entregué a la directora. No hubiese hecho un desnudo porque sí, porque nunca lo hice. Pero no fue tan difícil.

—Con el tiempo, ¿aprendiste a lidiar con el medio y la exposición de la vida personal?

—Mmmm… (Piensa) Soy bastante reservada, siempre fue así y siempre tuve muy claro hasta dónde quería hablar. Nunca me enojé con el medio porque lo entiendo —o intento no enojarme— pero me respetan bastante, y lo agradezco. No es un problema para mí; no siento la necesidad de contar mi vida y creo que a la gente no le interesa saber la vida de uno, por lo menos los que me conocen a mí. Saben cómo soy y me aceptan así.

"Estoy con varios proyectos", señala Eugenia Suárez sobre su presente profesional. A partir de Abzurdah le ofrecieron hacer tres películas, y una ya está encaminada (por las otras dos sigue evaluando). También tiene una oferta para una nueva ficción en televisión, pero de momento no está confirmada. "Se me hace un poco difícil con el tema de mi hija, que todavía es muy chiquita y la quiero criar yo", explica. Aunque le dedica decenas de mensajes de amor a Rufina Cabré tanto en Twitter como en Instagram procura no mostrar su rostro, para resguardarla de la exposición mediática de la que ella no siempre zafa.

Hay más planes en el camino: un proyecto musical que hace tiempo tiene pendiente, y el lanzamiento de su primera colección de ropa, China, que se realizará en setiembre bajo la marca de la diseñadora argentina Natalia Antolín. "Vamos a hacer algo muy, muy lindo, o por lo menos para mí. Estoy con un trabajo de oficina, yendo todos los días, diseñando y creando que siempre me encantó, y me tiene bastante entusiasmada", reconoce.

"Me siento una privilegiada de poder elegir, poder hacer lo que me gusta y que encima la gente te quiera", expresa Suárez, que se reconoce como una chica con suerte, aunque también una muy trabajadora. "Es impagable y siempre he sido muy agradecida, porque reconozco que no todo el mundo tiene la suerte de trabajar de lo que uno quiere", dice.

La actriz charló con El País sobre su nueva películaBELÉN FOURMENT