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"Cuando voy a América encuentro a España"

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José Luis Gómez. Foto: Samuel Sánchez
DVD 773 (10-03-16) El actor y director teatral, Jose Luis Gomez, para el 40 aniversario de El Pais. © Samuel Sanchez
Samuel Sanchez

Mañana comienza el Festival Internacional Cervantino y lo hace con el espectáculo “Entremeses”, dirigido por una primera figura del teatro y el cine españoles.

José Luis Gómez cuenta con una trayectoria en la que trabajó junto a Jerzy Grotowski, Lee Strasberg, Miloš Forman y Carlos Saura, entre muchos otros. En entrevista con El País, el veterano artista repasó y meditó sobre medio siglo de carrera.

—De su larga carrera en cine, sus últimos trabajos han sido con Pedro Almodóvar...

—Sí, hice en La piel que habito una parte pequeña, pero el papel sustancial con él como director fue en Los abrazos rotos. De Almodóvar se dicen muchas cosas: yo lo único que puedo decir es que es muy riguroso en su trabajo, muy exigente, como yo lo soy en el mío. No hubo ninguna dificultad. Algunos actores la tienen, o Pedro la tiene a veces. Todos los directores encontramos a veces actores con los que no nos entendemos. Eso es propio del oficio.

—Otro de los hitos de su carrera fue ¡Ay Carmela!, de José Sanchís Sinisterra, en 1987. ¿El autor le dio total libertad para llevarlo a escena?

—Sí, fue un hito de la escena española. La dirigí e interpreté: un texto inspiradísimo, y estuvo mucho en cartel. Los autores españoles son difíciles, en cuanto no están acostumbrados a liberar sus textos. Hay una práctica europea, que te otorga autoridad para suprimir hasta el 20 del texto, y eso figura en el contrato. Y eso que se le saca al texto de una obra, nace de la práctica. Porque ninguna obra nace tan equilibrada de la pluma de un escritor, como para estar lista para ser puesta en escena. Con Sanchís Sinisterra siempre había diferencias, pero lo digo de un modo cariñoso. Seguimos siendo muy buenos amigos.

—También fue muy significativa en su carrera la película "Pascual Duarte"...

—Sí, un regalo del cielo. Para mí fue una carga grande tener el premio de Cannes al Mejor Actor, en competencia nada menos que con Taxi Driver. El jurado creyó que yo era un campesino de verdad. y Mario Vargas Llosa, que integraba el jurado, les explicó que no, que yo era un actor de escuela.

—¿Para componer ese personaje charló con Camilo José Cela, el autor del libro?

—Sí, tuvimos un trato muy intenso. A raíz de Pascual Duarte Cela me regaló su amistad, y nos frecuentamos mucho. Porque yo le pregunté mucho sobre el personaje, le pregunté mucho, como siempre hago. Y él me decía que yo era muy pesado, más pesado que un niño en brazos. Porque claro, lo acosaba a preguntas.

—¿Esa España Negra, que describe Pascual Duarte, ya es cosa del pasado?

—No existe más. Existe la corrupción, pero sucede en todos los sitios, lo cual no es ningún consuelo. Pero esa España Negra no existe. En eso, y en muchas otras cosas, se ha avanzado. Hay muchas cosas en las que los españoles nos sentimos insatisfechos con el estado de nuestro país, pero el progreso ha sido espectacular.

—Usted es miembro de la Real Academia Española. ¿Cómo va a Hispanoamérica en relación con la lengua española?

—Yo siempre digo, cuando voy a América, encuentro a España. Te encuentras con una España que es más cierta que la que a veces te encuentras en la propia España. En muchos países hispanoamericanos, la gente sabía más textos clásicos españoles, romances, canciones, que en España. Además nuestra lengua se ha enriquecido mucho con americanismos. Y ahora mismo, la creatividad literaria ha alcanzado en Latinoamérica unos niveles extraordinarios, que realzan el asunto hasta niveles insospechados.

—¿Qué comunican hoy los entremeses de Cervantes?

—Buen ser, tolerancia, civilidad, confianza en la vida. Una naturaleza compasiva, generosa, recia y soportadora del trabajo y del esfuerzo, y con ánimo inquebrantable. Cervantes nos legó un tipo de humanidad a imitar.

Secretos de las obras breves

Mañana llega al Auditorio Nelly Goitiño desde España el espectáculo “Entremeses”, que sobre textos de Cervantes realiza la compañía Teatro de La Abadía, dirigida por José Luis Gómez. Una terna de piezas breves para la escena (“La cueva de Salamanca”, “El viejo celoso” y “El retablo de las maravillas”) prometen ser interpretadas desde un teatro muy físico, de gran expresividad. Con escenografía del fallecido pintor José Hernández, dará dos únicas funciones, a las 18.00 y a las 21.00, en la sala de Av. 18 de Julio 930. Entradas en TickAntel, a $ 450.

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José Luis Gómez. Foto: Samuel Sánchez

JOSÉ LUIS GÓMEZ

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