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Un analista preciso y un maestro de periodistas

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Sus libros sobre periodismo fueron fundamentales en varias generaciones. Foto: Difusión
Dvd 671 - 22/05/2014 - Profesores de la Escuela de Periodismo UAM - El País. MIguel Angel Bastenier - ©Gorka Lejarcegi

Falleció Miguel Angel Bastenier, un periodista influyente.

Falleció ayer en Madrid, el periodista español Miguel Ángel Bastenier, uno de los analistas internacionales en español más relevantes de la actualidad y un maestro de periodistas cuya influencia también se hizo sentir en Uruguay. Tenía 76 años y murió a causa de un cáncer de riñón.

"Su adhesión innegociable a las reglas básicas del oficio, su obsesión con el buen uso del idioma, y su magisterio personalísimo, aderezado con enormes dosis de ternura y sentido del humor, marcaron a varias generaciones de profesionales de España y de toda Latinoamérica", escribió ayer Bernardo Maríon, subdirector responsable de canales de información de El País de España, el diario en el que trabajó cerca de 40 años.

Bastenier, que estuvo varias veces en Uruguay, era de trato afable, didáctico y lleno de historias, características que lo convertían en un docentes de esos que impulsan al debate y a la reflexión y entusiasman. Su manual de periodismo, El blanco móvil, publicado en 2001, es un libro de referencia para varias generaciones de periodistas.

Fue profesor de periodismo internacional en la Escuela de Periodismo de El País español y en la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano de Cartagena de Indias.

Publicó dos libros sobre el conflicto árabe-israelí y otro sobre periodismo (Cómo se escribe un periódico). Como analista internacional, además, era un especialista en América Latina, una región con la que estaba particularmente ligado. En 2002 recibió la nacionalidad colombiana por su vinculación con ese país.

Graduado en Periodismo y licenciado en Derecho e Historia, comenzó su carrera profesional en 1970 en el Diario de Barcelona. Fue director de Tele-Exprés y subdirector del Periódico de Cataluña, antes de entrar a formar parte de El País español, donde primero fue subdirector de Información y posteriormente de Relaciones Exteriores hasta su jubilación en 2006.

Desde entonces siguió como columnista. Su última columna fue el lunes, y en ella alertaba del riesgo de los extremismos en Europa a pesar de la victoria de un candidato moderado en la primera ronda de las elecciones francesas.

"Hay una guerra, legítima entre ambas partes, entre comunicación e información", dijo en una entrevista en marzo. "En la comunicación no hay una etiqueta que diga que eso que te llega es o no es de fiar. La información es lo que llega a través de organizaciones que se dedican profesionalmente a ello. Si perdemos esa batalla, el periodismo lo tiene complicado".

"Bastenier tenía una cultura general avasallante, inteligencia universalista, y un bagaje de anécdotas interminables, que involucraban siempre a figuras estelares de la política mundial", cuenta Martín Aguirre (h), director de redacción de El País. "Lejos del divismo que su estatus le hubiera permitido, era un tipo divertido, generoso, abierto. Pero, sobre todo, alguien amante de la vida, a la que, de seguro, le sacó hasta la última gota de jugo antes de irse".

Nueva plataforma.

En los últimos tiempos, Bastenier se había convertido en una figura de las redes sociales, un mundo que, de antemano, no parecía hecho a su medida. Sin embargo, anunció ayer El País de España, era el periodista de su plantilla con más seguidores en Twitter, 172.000.

"En Twitter logró como pocos, mantener el brillo de su pluma pese a la dictadura de los 140 caracteres", dice Aguirre.

"En 140 caracteres se dice poco, pero muchas veces, por eso mismo, mejor", tuiteó en @M.A.Bastenier en octubre de 2015. Siguió dando lecciones de periodismo en pequeñas cápsulas donde podía decir cosas como que "la única manera que tiene el periodista de hacer un mundo mejor es haciendo un periodismo mejor".

En las redes sociales, precisamente, su muerte fue saludada con pesar por colegas y amigos. Un periodismo se despide con Bastenier, quedan, eso sí, sus lecciones.

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Sus libros sobre periodismo fueron fundamentales en varias generaciones. Foto: Difusión

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