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Montevideo fue un madrigal

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Ensamble Florentino
ALFONSO.XAVIER

Por qué el Ensamble Florentino tiene una comprensión cabal de su obra.

Claudio Monteverdi nació exactamente 450 años atrás en Cremona y vivió entre 1567 y 1643. Desarrolló su trabajo en la etapa final del Renacimiento y comienzos del Barroco. Su música inauguró el proceso que iría estableciendo las reglas y procedimientos que se combinan en la tonalidad, es decir, la manera de componer que dominaría en Occidente durante los dos siglos posteriores. Su obra secular está compuesta por diversas formas musicales entre las que se encuentran los madrigales, que ahora se definen como música vocal de cámara a varias voces sobre textos de elevada y severa contextura poética. En 1603 Monteverdi editó el cuarto de los nueve libros de madrigales a cinco voces que compuso, pero es a partir de la edición del quinto libro, en 1605, donde comienza a incorporar elementos novedosos como el canto solista con acompañamiento instrumental (monodia acompañada) y el estilo concertante, el que se define, a grandes rasgos, como el juego que se produce a manera de diálogo entre las voces instrumentales o vocales y es construido a partir del bajo continuo.

El Ensamble Florentino conjunto especializado en música antigua fundado en 2009 a iniciativa del Mtro. Esteban Louise ejecutó bajo el título "Anima mía" una serie de madrigales y canciones pertenecientes al cuarto libro de la colección. Los textos poéticos, de temática amorosa e inspirados en la naturaleza, llevan la firma de diversos autores como Busenello, Guarini, Rinuccini y Strozzi. Al repertorio se han sumado algunas obras de los libros séptimo, octavo y noveno, de la ópera L'incoronazione de Poppea y del "Quarto scherzo della ariosa vaghezze", colección de piezas de varios autores en la que se incluye "Si dolce è il tormento" de Monteverdi. La selección y el perfecto orden elegidos permitió a los presentes ingresar en el mundo de la música del Barroco temprano a través de uno de los más importantes compositores y teóricos de la época.

PRIMA Y SECONDA PRATTICA.

Bajo la dirección de Louise y con el acompañamiento instrumental de Gustavo Reyna en archilaúd y Anna Casademunt en viola da gamba, como solistas invitados, la presentación a sala llena comenzó con "Si ch´io vorrei morire", perteneciente al cuarto libro de madrigales a cinco voces sobre texto de Giovanni Battista Guarini y finalizó con un bis del mismo madrigal. Fue allí donde el ensamble se escuchó a pleno, luego de la progresión obtenida durante el transcurso del concierto. La propuesta ofreció ejemplos de la prima y de la seconda prattica, es decir, piezas que se adscriben a los dos grandes modelos de composición vocal que atraviesan la obra del autor. Se escucharon madrigales a cinco voces pertenecientes al cuarto libro, de tratamiento polifónico (en base al contrapunto desarrollado en el Renacimiento) caracterizados por el gusto por las disonancias y los cambios continuos de velocidad (prima prattica). Además se ejecutaron madrigales que se pueden inscribir dentro de la seconda prattica, donde la música está supeditada a las ideas y sentimientos poéticos. Esta manera de componer combina la polifonía y la tendencia predominante hacia el canto homofónico, es decir, el canto a una sola voz con acompañamiento instrumental y la utilización del bajo continuo, que en este caso fue realizado por la viola da gamba y el archilaúd.

Toda la propuesta denota el cuidado de los detalles. Por ejemplo, ante la ausencia del tradicional programa de mano se recurrió a presentar las obras con una proyección digital, que no sólo contenía los datos básicos sino la traducción del texto de cada obra. Accesorio que ofrece un aporte más al oyente, un recurso muy acertado dado que en este repertorio es importantísima la correspondencia entre texto y música.

En la interpretación de "Sfogava con le stelle" del cuarto libro de madrigales a cinco voces, es donde el ensamble logra el mejor empaste de las voces, pero es en "Anima dolorosa", también del cuarto libro, cuando llega al equilibrio, con voces que se expanden en las tensiones que generan las disonancias. Además, es con el grupo coral a pleno que se percibe la importancia otorgada a la ejecución de cada silencio, que se aborda con el mismo cuidado en cada nota que lo precede o sucede.

Hay que destacar la actuación del joven contratenor José Luis Bieñkowski, no sólo por la amplia tesitura en la que se desenvuelve su voz, sino por la limpidez de su interpretación. En "Si dolce è il tormento", acompañado de viola da gamba y archilaúd, Bieñkowski logra transmitir todo el caudal emocional de este bellísimo madrigal sobre texto del músico Carlo Milanuzzi. Consigue precisión en los ataques y muy buena afinación, atributos que denotan la adquisición de una excelente técnica vocal. Asimismo en "Pur ti miro, Pur ti godo" de la ópera L'incoronazione di Poppea, a dúo con la soprano Denise Girard, despliegan el estilo imitativo y concertante, y se apegan a la interpretación de época, respetando las inflexiones en concordancia con el contenido del texto. Esta aria pertenece a una de las obras más importantes de la historia de la ópera; son pocas las oportunidades de escucharla en el medio musical uruguayo. Fue interpretada con delicadeza y precisión, obteniendo la hermosura extrema que Monteverdi propone en este dúo.

Fascina, a su vez, el carácter descriptivo en "Come dolce oggi". Sus trinos parecerían ser el recurso retórico utilizado para simbolizar la brisa, más el devenir ondulante de las tres voces femeninas que consiguen suavidad y equilibrio. La experta y la bella interpretación de la soprano Isabel Barrios también se plasma en el "Lamento della ninfa" del VIII libro, obra para soprano, dos tenores, bajo y continuo. En este madrigal los intérpretes logran la indispensable precisión en los ataques que requiere la típica textura de diálogo, de modo que toda la pieza se escucha con fluidez. Asimismo, Barrios alcanza un nivel de sutileza en torno a los matices que es poco frecuente en el ámbito de la música vocal circundante.

AFINACIÓN Y TEMPO.

Tanto en los madrigales a cinco voces como en los dúos, en los tercetos y en los cuartetos, los músicos consiguieron transferir al espectador el goce de las disonancias y de los cambios de tempo sorpresivos que el compositor plantea dentro de un mismo madrigal. Esta tarea sólo se logra si existe una impecable afinación y un muy buen tempo, lo que revela la comprensión cabal de la obra monteverdiana que posee el Ensamble Florentino. El público disfrutó de una hora y quince minutos de bellísimas composiciones a través de una muy cuidada interpretación. Todo el ensamble instrumentistas, cantantes y director forman un grupo compacto que deja en evidencia un grado sustancial de comunicación interna entre sus integrantes.

HOMENAJE A MONTEVERDI del Ensamble Florentino. Sala Delmira Agustini del Teatro Solís, jueves 18 de mayo, 19:30 hs. Dirección: Maestro Esteban Louise. Sopranos: Denise Girard, Flavia Berardi, Isabel Barrios, Lucía Leite. Altos: José Luis Bieñkowski, Damián Pisoni. Tenores: Javier Toledo, Alejandro Vera. Bajos: Ariel Berloto Fornari, Rodrigo Cabeda. Viola da gamba: Anna Casademunt. Archilaúd: Gustavo Reyna.

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