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Kurt Vonnegut fregando pisos

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Jane y Kurt con los niños

Curioso documento sobre el pequeño infierno que significa vivir con un escritor talentoso y algo chiflado.

YO, Kurt Vonnegut Jr. juro aquí que seré fiel a los compromisos establecidos a continuación:

I. Contando con el acuerdo de mi esposa de que no me retará, interrumpirá o perturbará sobre el asunto, prometo fregar los pisos del baño y la cocina una vez a la semana, en el día y la hora que yo elija. No sólo eso; ella entiende que debo hacer un trabajo profundo y minucioso, meterme debajo de la bañera, detrás del WC, debajo de la pileta, abajo de la hielera, en las esquinas; que levantaré y colocaré en otro lugar cualquier objeto móvil que se encuentre en dichos pisos, limpiaré debajo de ellos y a su alrededor. Además, mientras me hago cargo de estas tareas me abstendré de proferir términos como "mierda" o "malditohijodeputa" y vulgaridades similares, en el entendido de que dicho lenguaje puede provocar angustia en el entorno del hogar cuando no ocurra nada más importante que no sea enfrentar la Necesidad. Si no cumplo este acuerdo mi esposa tiene la libertad de retarme, interrumpirme y perturbarme hasta que me ponga a fregar los pisos —sin importar cuán ocupado esté.

II. Juro además que atenderé las siguientes formalidades menores:

a. Colgaré mi ropa y guardaré mis zapatos en el armario cuando no los esté usando;

b. Sacudiré mis zapatos en el felpudo antes de entrar y no llevaré pantuflas cuando saque afuera la basura para no ingresar mugre innecesaria en la casa.

c. Tiraré a la basura las carpetas usadas, los paquetes vacíos de cigarrillos, el trozo de cartón que viene con el cuello de las camisas nuevas, etc., en lugar de dejarlas por cualquier lado o en una silla o en el piso.

d. Luego de afeitarme guardaré el equipo de afeitar en el botiquín.

e. En caso de ser la causa directa de roña alrededor de la bañera luego de bañarme, limpiaré dicha roña con la ayuda del limpiador Swift y un cepillo, y no con mi toalla.

f. Con el acuerdo de que mi esposa juntará la ropa sucia, la colocará en el cesto de ropa sucia, y la dejará en un lugar bien visible en el hall de la casa, yo llevaré esa ropa a la lavandería dentro de un lapso no mayor a tres días luego de que dicho cesto apareció en el hall; y traeré esa ropa de vuelta de la lavandería dentro de un plazo no mayor a dos semanas.

g. Cuando fumo haré todos los esfuerzos para mantener el cenicero en una superficie bien plana para que no se deslice, ladee, vibre o tenga cualquier otro comportamiento que se convierta en provocación; se entiende que dichas superficies inestables incluyen pilas de libros colocadas de forma precaria al borde de una silla, el brazo de una silla, o mi propia falda.

h. No colocaré cigarrillos en el borde ni tiraré las cenizas en la papelera roja que mi amada esposa me regaló para Navidad, 1945, en el entendido de que dicha acción menoscaba la belleza y practicidad de dicha papelera.

i. En el caso de que mi esposa me pida algo, y ese pedido no se incluya entera y razonablemente en la esfera de las tareas del hombre (cuando la esposa de ese hombre está embarazada, se entiende), cumpliré con la solicitud dentro de un plazo de tres días desde la fecha de presentado el pedido. Se entiende que mi esposa no hará referencia al hecho —solo puede utilizar al respecto los términos gracias, o de acuerdo— dentro de esos tres días. Si pasado el plazo no puedo cumplir con el pedido mi esposa se verá totalmente justificada para retarme, interrumpirme y perturbarme sobre el asunto hasta que yo haga lo que debería haber hecho.

j. Una excepción al límite de tres días antes mencionado refiere a sacar la basura lo que, como cualquier tonto sabe, es mejor que no demore mucho; sacaré la basura dentro de un plazo de tres horas luego de que mi esposa determine de que debe ser evacuada. Sería muy bonito de mi parte, a su vez, si al observar la basura esperando con mis propios ojos, yo asumo esta tarea particular por iniciativa propia, evitando así que mi esposa aborde un tema que le resulta moderadamente desagradable.

k. Se entiende que, en la medida que encuentre que los compromisos son de alguna forma poco razonables o afectan mi libertad, tomaré medidas para enmendarlas mediante contrapropuestas, presentadas en forma clara y discutidas de forma amable, en lugar de finalizar mis obligaciones ilegalmente con un estallido de obscenidades, o algo parecido, y con la consiguiente negligencia en el cumplimiento de las obligaciones antes mencionadas.

l. Se entiende que los términos de este contrato son vinculantes hasta el momento de la llegada de nuestro hijo (que será dictaminado por el doctor) a partir del cual mi esposa recupera totalmente sus facultades, y será capaz de asumir actividades más arduas.

El autor.

KURT VONNEGUT (1922-2007), autor norteamericano de ensayos, cuentos y novelas entre los que destacan Matadero cinco (1969) y Desayuno de campeones (1973). Es considerado un escritor de culto por su narrativa cómica, sarcástica e irreverente. Peleó en la Segunda Guerra Mundial, cayó prisionero de los alemanes, y fue testigo directo de la masacre de civiles alemanes durante el bombardeo de la ciudad de Dresden en 1945, etapa de su vida que lo marcó para siempre. El contrato adjunto, del 26 de enero de 1947, fue firmado entre Vonnegut y su esposa embarazada Jane con la que se había casado un año y medio antes. Reproducido por la revista Harper's en setiembre 2012, integró luego la recopilación de cartas Kurt Vonnegut: Letters (Delacorte Press, 2012), y se publica aquí con traducción de László Erdélyi.

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