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Elogio de la lentitud

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Archivo El País
NICOLAS PEREYRA/DIARIO EL PAIS

Andrés Pampillón y Jorge Temponi exploran el periplo vital y creativo del consagrado músico uruguayo.

EN SU tira "Bife Angosto", el argentino Gustavo Sala caricaturizó a Fernando Cabrera como un artista que crece lentamente. En esa trama, el humorista seguía actuaciones del cantor a través de los siglos para constatar que su audiencia aumentaba, en forma pequeña pero constante, hasta que en el mundo solo quedaban insectos que seguían en gran número al artista, discutiendo entre ellos el precio de las entradas.

No es una mirada equivocada. Fue en 1963, cuando tenía seis años de edad, que los padres de Cabrera le notificaron que iba a estudiar guitarra. Al poco tiempo se convirtió en un "cantor" que iría por "fiestas y quermeses". Luego se integró a la escena musical uruguaya a mediados de los setenta, donde predominaba el canto popular. De sus experiencias en bandas destacan el trío MonTRESvideo (1977) y el cuarteto Baldío (1982), una muy buena banda que en su momento no fue entendida ni seguida por el público. En 1987 formó dúo con Eduardo Mateo en lo que fue uno de los mejores períodos, por trabajo y tranquilidad, de Mateo. Cabrera siempre se sintió un solista tocando dentro de un grupo, y alguna vez confesó que le hubiera gustado tener un socio para componer con el que se pudieran potenciar el uno al otro.

La edición de Cabrera según Fernando de Andrés Pampillón y Jorge Temponi llega en un momento de consolidación del artista fuera y dentro de fronteras. Lo componen una larga serie de entrevistas y conversaciones entre los autores y el músico, y está dividido en cuatro partes. Habla de su infancia, sus primeros pasos en la música, sus canciones clásicas y se extiende en la opinión sobre otros músicos uruguayos. De allí surge el artista que siempre intentó que su obra fuera original, una especie de síntesis de todas sus influencias musicales. Reconoce que "hoy la originalidad no es un valor universal". Una reflexión a la que llega luego de hablar con un músico más joven, lo que la convierte en una desencantada comprobación sin juicio de valor.

Lo más interesante del libro son las opiniones del músico sobre una serie de autores uruguayos. Aunque no hay críticas para ellos y los elogios pueden sonar reiterativos. Nadie duda de la sinceridad de Cabrera; no suele evitar opiniones incómodas cuando es llamado a decir lo que piensa. Pero el libro no busca ahondar en polémicas, como tampoco profundiza en el tratamiento de la mayoría de los temas. Consigue, en cambio, una lectura ágil, entretenida y algo superficial, un breve retrato de ese músico que supo nutrirse de las generaciones anteriores para lograr una síntesis y forjar una carrera musical única en el Uruguay. Un cantor que ha crecido lento por haber optado siempre por el camino del cambio y la originalidad.

CABRERA SEGÚN FERNANDO, de Andrés Pampillón y Jorge Temponi. Aguilar, 2016. Montevideo, 183 págs. Distribuye Penguin Random House.

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Archivo El País

Biografía de Fernando cabreraLuis Fernando Iglesias

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