Publicidad

Uruguay, país de desequilibrios

Compartir esta noticia
 20110116 800x530

JUAN SÁNCHEZ

En las últimas semanas del año que finalizó, muchos ciudadanos se mostraron atentos o preocupados por las decisiones del presidente, entre quienes lo apoyaron y quienes no: la presión de los actores y de su entorno, su capacidad de liderazgo para solucionar problemas que él mismo señaló como relevantes y que, antes, otros no pudieron o no quisieron resolver.

La historia económica desde los años sesenta y hasta mediados de los años ochenta nos volvió ciertamente escépticos respecto de cualquier interpretación dogmática o comprensiva que nos propusieran, por atractiva que pudiera parecer (1).

EN EL LARGO PLAZO. De varios trabajos sobre la historia económica del país destacamos el de Rama y Grau. Del mismo, y del análisis de la historia reciente de los últimos veinte años, resulta que los ciclos económicos en Uruguay existen y aparecen bien marcados, son de larga duración y la fase recesiva ha sido más corta y dramática que la fase expansiva.

Asimismo, resulta que las crisis más graves estuvieron asociadas a la aparición de una inflación elevada o al intento de su desaceleración por mecanismos más o menos ortodoxos como los Planes de Estabilización aplicados en 1958, 1968, 1978, 1990 con la excepción del plan más heterodoxo de 1968.

La expansión del PBI de los años setenta comenzó antes de la apertura comercial y el plan de estabilización de 1978 no contribuyó precisamente a que esa expansión se mantuviera. Los recursos naturales o las políticas que maximizaban las ventajas comparativas que los mismos generaban no explican tampoco los períodos de expansión. Además, los factores exógenos (shocks de demanda externa, contextos favorables o no) tampoco por sí solos explican estos períodos de expansión o recesión.

Por último, hay que destacar que la relación del Estado con los actores económicos y sociales aparece como un factor más relevante que el que otros autores hubieran advertido, así como el grado de independencia de los gobiernos para establecer un rumbo más allá de las presiones de los distintos grupos de interés.

PAÍS PRODUCTIVO. "Es previsible que el ministro de Economía sea muy reticente en el otorgamiento de aumentos salariales, ya que la austeridad es una característica de los gobiernos de izquierda que asumen por primera vez. Aquí, la mediación más importante no la va a llevar a cabo ni el ministro de Trabajo ni el de Economía, este rol le corresponderá al propio presidente. El Uruguay vive hoy la tragedia de que no sabe adónde va como nación. El Frente Amplio, durante la campaña, no hizo ninguna propuesta de un modelo económico más allá del llamado país productivo" (2).

El ex presidente de la Unión Industrial Argentina a la salida de la crisis 2002, cuando la economía argentina comenzó a crecer el doble que la de Brasil, fue designado ministro de la Producción; además de ponderar al ministro Roberto Lavagna señalaba "Las Pymes son más expresivas en la Argentina que las empresas de gran tamaño, es un sector revolucionario, tienen una memoria de lo que han sufrido y vienen de una historia de 30 años en la que cada vez que pudieron tomar aire se terminaron fundiendo".

Un estudio de principios de la década financiado por la Unión Europea en el que participamos nos permitió conocer con más profundidad el sector forestal, al que estuvimos vinculados por quince años. Advertíamos entonces que el sector había tenido sus comienzos mucho antes de la ley del año 1987 y que ésta (promoción con subsidios explícitos) le dio una dinámica imposible de pensar en la lógica anterior.

Uruguay tenía ventajas naturales sustantivas con relación a los países desarrollados del hemisferio norte que no había explotado y las restricciones crecientes a la deforestación en el mundo por regulaciones ambientales y la menor disponibilidad de tierras marginales para forestación y su costo relativo en países con una producción relevante nos estaba ubicando en una posición de privilegio.

Advertimos además (antes de conocer la concreción de la primera planta de celulosa) que en los siguientes años, Uruguay recibiría más tarde o más temprano inversiones para diverso tipo de procesamiento de la madera y sus derivados (papel, madera aserrada y otros productos derivados) con una envergadura poco conocida.

No obstante esta realidad, el país perdió durante años en los rubros madera aserrada y derivados de la madera, ciertas ventajas competitivas que habían alcanzado por experiencia acumulada (con trabajo y capital nacional en grandes y medianas empresas) a partir de diversas causas y las políticas macro no estuvieron ajenas. Cabe reconocer que algunas pocas firmas lograron sobrevivir por su volumen, integración empresarial y de capital y otros factores propios y ajenos.

CONCENTRACIÓN. Más allá de la recuperación ante las caídas abruptas originadas en la crisis de 2008, el crecimiento de las exportaciones de productos primarios acumuladas entre enero y noviembre de 2010 fue de 41%. Al mismo tiempo, las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario en dólares se mantuvieron en valor nominal. En ese mismo período las exportaciones de origen industrial acumularon un magro crecimiento de un 6%.

A pesar de la recuperación del comercio desde 2009, destaca la inestabilidad en los últimos tres años, el crecimiento del peso relativo de los productos primarios en 2009 y 2010 y el escaso, nulo o negativo crecimiento de las exportaciones con mayor valor añadido en ese período, al extremo que el crecimiento acumulado de las exportaciones totales de los últimos dos años se puede explicar casi completamente por el crecimiento de las ventas externas de productos primarios (3).

La concentración del crecimiento de las ventas externas en esos productos primarios fue acompañada a su vez por la concentración empresarial y la presencia creciente de empresas extranjeras.

En el año 2005, la producción industrial ya se concentraba en pocas empresas de gran tamaño y tres grandes sectores acumulaban casi el 70% del valor de la producción y algo más del 60% del valor agregado. El Instituto Nacional de Estadística preveía que tanto perfil como estructura productiva por grandes sectores de actividad cambiaría irreversiblemente a partir del año 2008 solamente con la producción de Botnia (4).

La mayoría de las empresas eran relativamente pequeñas y se dedicaban a abastecer el mercado interno. De hecho, concentraban el 10% del valor bruto de la producción y el 13% del valor agregado bruto de la industria, absorbiendo el mayor porcentaje del personal ocupado en el sector, en las que la mano de obra, a su vez, aportaba gran parte del valor añadido.

La globalización y la concentración empresarial potencian los impactos de la apertura comercial y financiera, y a partir de allí las magnitudes y las velocidades de daños colaterales se incrementen, se diseminan y se hacen difíciles de revertir.

IDENTIDAD. El proyecto que dio origen al Frente Amplio tuvo su fundamento, entre otros, en la plataforma de política económica y social del movimiento sindical de mediados de los años sesenta, que se había nutrido de un largo y trabajoso proceso de consolidación y unificación y defendía intereses que no eran exclusivamente los propios (ingresos y condiciones de trabajo). Algunos románticos creemos todavía que es posible en el Uruguay defender el interés general desde la política y los sindicatos, lo que ha estado ajeno a la realidad del país en los últimos tiempos.

El presidente Mujica está encontrando algunas pequeñas ventanas de oportunidad para ordenar prioridades, que el poder del corporativismo o la acción de los grupos de poder, con la complacencia de los actores políticos, había impedido en las últimas décadas. Está en la firmeza y determinación del presidente no defraudar a cientos de miles de compatriotas en esa lucha.

(1) Paul Samuelson, Premio Nobel 1970, en el punto de partida de la necesidad de dar base matemática al análisis económico enfocado al equilibrio general, se despacha con críticas sobre lo parcial del análisis de algunos de sus colegas.

(2) Dra. Constanza Moreira (Economía & Mercado, 2005) opinando sobre la posibilidad de que varios conflictos laborales latentes salieran a la luz con un gobierno de izquierda.

(3) Datos de la Cámara de Industrias del Uruguay.

(4) "El Sector Industrial en el Uruguay", INE, 2005.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad