Publicidad

Latinoamérica y sus playas escondidas

Grandes extensiones de arena, aguas oceánicas, olas altísimas y la tranquilidad tan ansiada. Todos esos ingredientes y aún más están en playas de Latinoamérica prontas para descubrir.

Compartir esta noticia
 20111230 500x270

ESPECIAL GRUPO DE DIARIOS AMÉRICA

Aunque a veces parece que todo está inventado, la naturaleza en su estado más puro demuestra que todavía queda mucho por descubrir. Para aquellos que están buscando algo nuevo para el verano 2012, las noticias son alentadoras. A lo largo y ancho del continente aparecen playas, parajes, balnearios y hasta caseríos poco conocidos que garantizan descanso, intimidad y, para los más aventureros, la oportunidad de practicar deportes de mar y viento, como surf o incluso parapente. A continuación, algunas recomendaciones.

PUNTA DESNUDEZ, ARGENTINA. Técnicamente se llama "Balneario Orense", pero ya se hizo conocido como Punta Desnudez por un hito geográfico muy cercano que tiene ese nombre. Agreste, con aguas más transparentes y menos frías que las de playas situadas más al norte, se ha mantenido a salvo del turismo masivo y del boom de la construcción.

uQué Hacer. El Médano 40 es una gran duna forestada, que se llama así por los metros que tenía originalmente. Desde arriba aún se tiene una fantástica vista panorámica de la villa. Poco antes de llegar al balneario está la laguna La Forestal, un gran espejo de agua de 140 hectáreas donde se puede pescar pejerrey.

uDato Extra. Hay sólo dos hoteles en la zona (Bahía y Punta Desnudez), varias casas para alquilar por día y dos campings.

uDónde. A 570 kilómetros de Buenos Aires, a 80 de la ciudad de Tres Arroyos y a 14 -por camino de tierra- del pueblo de Orense.

GALINHOS, BRASIL. Aunque no es una isla, lo parece: sólo se llega en barco -o en 4x4, durante la marea baja y cruzando unas dunas- desde Pratagil. Lo que hace especial a Galinhos es su paisaje intacto, la rusticidad, el ambiente aún inmaculado de una villa de pescadores donde viven poco más de dos mil personas y que apenas comenzó a recibir turistas.

uQué hacer. Pasear por las playas en carretas para dos personas tiradas por caballo. Andar en barco por los brazos de mar y río que se encuentran allí en una especie de ensenada, e ir en taxi hasta al faro para admirar la puesta de sol.

uDato Extra. Los vientos fuertes y constantes que soplan allí están atrayendo a muchos practicantes de deportes a vela.

uDónde. 163 kilómetros al norte de Natal.

GUACHALITO, COLOMBIA. El Chocó es una de las regiones con mayor potencial turístico de Colombia, pero sigue siendo desconocida hasta para los propios colombianos. En este departamento, hay playas como Guachalito, donde hay poco más que hacer que descansar y ver a los pelícanos volando mientras patrullan las olas. Está justo frente a una montaña donde abundan los tonos verdes, y está salpicada de rocas enormes que salen de la arena. Además de olas aptas para el surf, también se puede practicar esnórquel, buceo o pesca.

uQué hacer. Conocido especialmente como un destino ecoturístico, se pueden hacer buenas caminatas y también hay avistamiento de ballenas y delfines.

uDato Extra. Frente a la playa está el hotel El Cantil, donde hay que detenerse a probar una deliciosa sopa de queso con papa y pescado desmenuzado.

uDónde. En el departamento del Chocó, en el Pacífico colombiano.

RINCONADA DE TAUCU, CHILE. Rinconada es parte de la tríada de playas en la que también están Cobquecura y la fotogénica Buchupureo, en la Región del Biobío. Un sector que combina mar a un lado y escenas típicas del campo chileno al otro, y donde el surf se ha convertido en uno de los principales deportes locales. Rinconada tiene oleaje de distinta altura y es ideal para iniciarse.

uQué hacer. La Escuela de Surf Cobquecura combina teoría y práctica con énfasis en la ecología. "La idea es que los alumnos se familiaricen con el medio. Nosotros estamos siempre en contacto con lobitos, con gaviotas", explica el surfista local Nano Ortiz, encargado de la escuela.

uDato Extra. Para dormir, la opción más lujosa es el hotel La Joya del Mar, en Buchupureo (www.lajoyadelmar.cl).

uDónde. 6 kilómetros al sur de Cobquecura, Región del Biobío.

MOMPICHE, ECUADOR. Mompiche es una playa de seis kilómetros en una atractiva bahía rodeada de montañas rocosas y espesa vegetación. Allí está el último humedal costero de Ecuador, y la infraestructura es escasa: apenas cuenta con cinco hoteles, pero cerca de la playa misma hay pequeñas cabañas construidas con materiales locales como la caña guadúa.

uQué hacer. En la playa se puede practicar surf, porque se encuentran las olas más altas del sur de la provincia de Esmeraldas (hasta tres metros de altura). También se practica parapente.

uDato Extra. Una buena razón para ir sería tan sólo por comer: hay mariscos típicos como concha, camarón, calamar y langostas, preparadas con salsa de coco a la brasa, en estofado o cebiche.

uDónde. Mompiche está a 400 kilómetros de Quito y a 507 kilómetros de Guayaquil, en el sur de la provincia de Esmeraldas.

PUÉMAPE, PERÚ. Es una caleta escondida, prácticamente virgen, en el norte de Perú. Es visitada únicamente por surfistas y los aficionados a otros deportes que mezclan mar y viento: kitesurf y windsurf. Es también punto de encuentro para pescadores locales, que llegan todas las mañanas en sus tradicionales barcas hechas de totora.

uQué hacer. Además de descansar o pescar, se pueden visitar los sitios arqueológicos de las culturas Mochica y Cupisnique, o dar un paseo por el bosque de Cañoncillo, donde hay hermosas lagunas rodeadas de árboles de algarrobos.

uDato Extra. Hay un hospedaje totalmente acogedor, Puémape Lodge, manejado por un vecino de la zona. Las habitaciones son antiguos vagones de tren y tiene un pequeño restaurante con horno de barro.

uDónde. Está en el kilómetro 658 de la Panamericana Norte. A sólo 20 minutos del balneario de Pacasmayo y una hora en avión desde Lima.

LAS TORTUGAS, VENEZUELA. Debe ser lo más parecido posible a la experiencia de quedarse en una isla desierta: con 27 kilómetros de largo y 9 de ancho, la segunda isla más grande de Venezuela (después de Margarita) no tiene siquiera un caserío donde llegar. Ese es parte de su encanto: en estas aguas intensamente azules lo que manda es que las personas se olviden del mundo, mientras duermen en carpas (imprescindible) o en un velero (envidiable). Hay varias playas en vez de una: las más buscadas son Punta del Este, Cayo Herradura y Las Tortuguillas.

uQué hacer. Si no le basta con sólo arrojarse sobre la arena, hay empresas que arman circuitos de kayak, salidas de buceo o paseos en bote.

uDato Extra. Un buen plan es ir a playa Carenero al atardecer: allí hay una laguna rodeada de manglares; si la recorre en bote, descubrirá toda una galería de corales.

uDónde. En el mar Caribe, a 170 kilómetros de Caracas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad