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Internet bueno para la salud

| El 30% de los pacientes busca información sobre su dolencia en la Red. Y es probable que encuentre basura. Pero cada vez hay más webs útiles y rigurosas.

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EL PAÍS DE MADRID

El 53,8% de los internautas en España realiza búsquedas relacionadas con temas de salud y bienestar, según datos oficiales. La gran mayoría lo hace a través de Google, según explica el experto en redes sociales y salud Ignacio Parada, usando síntomas, fármacos y patologías como palabras clave. El tema es qué alternativas elegir. Muchas veces es cuestión de sentido común seguir uno u otro itinerario.

"Es verdad que hay mucha basura, pero también información de calidad; está todo mezclado, se trata de saber buscar", defiende Parada, que lo compara con la góndola de un supermercado: "El cliente decide si compra por impulso lo primero que ve o indaga y mira bien las etiquetas, los precios, el fabricante".

Albert Jovell, médico y, desde 2001, enfermo oncológico, impulsó el Foro Español de Pacientes (www.webpacientes.org) para ayudar a filtrar y facilitar la digestión de tanta información. De allí salió, en 2006, la Universidad de los Pacientes (www.universidadpacientes.org), con 28 aulas online y encuentros digitales con especialistas. Estas y otras páginas (como www.patientslike.com) son un buen ejemplo de cómo quienes sufren un mal pueden utilizar activamente Internet para organizarse. Iniciativas como Sermo (www.sermo.com), una red social estadounidense con más de 115.000 facultativos (no admite enfermos), demuestran que también atrae a quienes curan, aunque más para formarse ellos mismos que como herramienta para acercarse a sus pacientes, tal y como lamenta el nutricionista francés Pierre Dukan. "Es el futuro, pero estamos renunciando a él, dejando el campo libre a los charlatanes", argumenta.

"Existe mucha información online, pero no tanta de calidad, explicada por los médicos", concede Parada, fundador de la red social Vi.Vu (www.vi.vu), un espacio de encuentro entre galenos y dolientes. A comienzos de la década, las instituciones sanitarias volcaron datos en la Red que luego no actualizaban. Aquellas iniciativas decayeron. Ahora vuelven a repuntar con las redes sociales y el 2.0 como protagonistas. "Los médicos han de estar ahí y comunicar, ese ha de ser el próximo reto", enfatiza.

lo vi en la red. El 30% de quienes van al doctor ha mirado antes su problema en la plataforma digital, y un 40% lo hace al salir, según un estudio realizado en Massachusetts. Eulalia Hernández, directora del grupo de investigación PSiNET (Psicología, Salud y Red) de la UOC, destaca que los contenidos son hoy más completos y actualizados, con más actores produciendo y compartiendo, y que surgen iniciativas "mayoritariamente individuales que, tras mostrarse exitosas, se impulsan a nivel institucional".

Internet resta jerarquía y unidireccionalidad a la relación que se establece entre quien tiene un problema de salud, que tradicionalmente se ha mostrado pasivo, y el experto que puede solucionárselo, que era el que llevaba la voz cantante. En pocas palabras, en la relación médico-paciente.

Este cambio, que aún despierta recelos, es valorado como positivo por los expertos entrevistados. Siempre que se haga bien, que el facultativo sea receptivo, que el usuario no se ciegue con un exceso de datos que pueden ser falsos o perjudiciales, y tenga claro que lo online no sustituye a un diagnóstico (ver aparte).

Esther Jovell, responsable de la oficina técnica de investigación del Consorcio Sanitario de Tarrasa, dedicó su tesis doctoral a bucear en Internet y ver qué pescaba sobre la diabetes: chequeó nueve buscadores, uno de ellos profesional y en inglés, y encontró resultados con calidad muy desigual, aunque las mejores páginas solían ser las situadas en las primeras posiciones. Está convencida de que el usuario profano, cada vez más diestro, ha sofisticado sus pesquisas en todo este tiempo. "Antes entrabas en Internet y te lo tragabas todo, pero ahora, por la experiencia que vas acumulando, cribas mejor. A lo mejor no usas criterios sistematizados, son más bien intuiciones, pero funcionan".

Ya existen, en cambio, algunos indicios para ayudar a la intuición a escoger la mejor opción: que la web tenga una apariencia profesional, no de aficionado; que luzca el logo de una institución de prestigio, que no esté inundada de publicidad (ver aparte).

foros. Mención aparte merecen los foros en Internet en los que participan afectados por distintas patologías, a los que muchos acuden buscando no solo información, sino apoyo, consuelo, comprensión o un clavo ardiendo. La Universidad del Paciente aconseja a quienes se encuentren en la fase aguda de su enfermedad que los eviten, para ahorrarse "elementos de negatividad, testimonios de malas experiencias".

Sin embargo, Hernández opina que "los foros no son para huir de ellos", ya que constituyen una excelente plataforma de intercambio entre personas que comparten una misma condición. Hay que elegir bien, eso sí, en cuál entrar, y hacerlo con sentido crítico (y común).

Si padezco jaquecas, ¿qué he de hacer?, ¿consultar mi problema en la carnicería y comprarme las pastillas maravillosas que me recomiende el dependiente, o acudir al centro de salud, a que me oriente quien realmente sabe? Lo segundo, ¿verdad? Pues en Internet, igual que en la vida.

El dato

Claves de las buenas páginas

El Foro del Paciente aconseja comprobar que la página que se consulta esté acreditada por algún sello de calidad, se revise periódicamente, avise de que sus contenidos "nunca podrán sustituir la intermediación del profesional sanitario", deje constancia del autor, cite fuentes y fecha de actualización, y permita contactar o intercambiar impresiones con los responsables de la información. Que sea accesible, trate los datos personales de manera transparente y responsable, y utilice un lenguaje asequible. "Mejor video que lectura, y mensajes cortos", apostilla el médico y creador del Foro, Albert Jovell, que anima a quien navega a adoptar un espíritu crítico: "Los datos no tienen que ser ciertos solo porque estén en Internet. Y, en todo caso, serán datos generales, no la historia concreta de nadie". Ignacio Parada, fundador de la Vi.Vu, da importancia a que quienes generen los contenidos sean médicos y a que la web se responsabilice de identificarlos.

El médico no debería enojarse

Un paciente informado de su dolencia a través de Internet, no debe ser una molestia para el galeno. "El profesional y el que no lo es deben tener una alianza responsable a partir de la cual se respetan, aportan y contribuyen con sus conocimientos al cuidado de la salud", afirma Eulalia Hernández. "Si sabes más, puedes preguntar mejor, y el médico ha de aceptar que eso es bueno", tercia Esther Jovell. Desde Vi.Vu ven surgir un nuevo colectivo, los e-pacientes, que, según las estadísticas que manejan, son menores de 40 años, urbanos, con formación medio-alta. El 71% seguiría a su especialista en Twitter y leería su blog, el 84% valoraría que le ofreciera un correo electrónico para mantenerse en contacto.

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