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Los orzuelos y sus mitos

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DR. PABLO PERA PIROTTO

Todos conocemos los orzuelos, ya sea por haberlos padecido alguna vez o, al menos, por haberlos visto en los ojos de los demás. Pero, a pesar de su "popularidad" no siempre se tiene claro qué son y cómo hay que tratarlos.

Los orzuelos se producen por la inflamación de una glándula sebácea ubicada en el borde del párpado, precisamente en el sitio de donde sale una pestaña. Se presenta como un grano inflamado y rojizo, que produce una incómoda sensación de molestia o dolor, que se acentúa al tocarlo. Es frecuente que se sume una reacción de tipo alérgico que lleva al compromiso de todo el párpado. En general, también se acompaña de un molesto lagrimeo y de una particular sensibilidad a la luz.

Se trata de una patología bastante común, que se ve en todas las edades, y que suele aparecer por mala higiene, como por ejemplo no limpiar correctamente los lentes de contacto, o en aquellos niños (y no tanto) que se tocan los ojos con las manos sucias.

En definitiva, los orzuelos son causados por bacterias que se encuentran en la piel, que al introducirse en las glándulas sebáceas de los párpados provocan su infección y el desarrollo de este cuadro en pocos días. En la mayoría de los casos el agente involucrado es el estafilococo dorado.

También se ha visto que hay distintos factores que aumentan el riesgo de su aparición, como por ejemplo el tener anemia, diabetes, ciertos trastornos hormonales, alergias, padecer de inflamaciones oculares crónicas o tener rosácea, una enfermedad que además de afectar básicamente la piel del rostro, se acompaña en muchos casos de distintas alteraciones oculares.

En relación al tratamiento, si bien hay diversos mitos y creencias populares que aseguran solucionar este molesto problema, en algunos la explicación de su eficacia se encuentra en el hecho que la evolución más frecuente de los orzuelos es que se abran y drenen en forma espontánea, aliviando la sintomatología y provocando muchas veces una rápida curación.

Específicamente, el conocido método casero que involucra un anillo de oro que debe frotarse y luego colocarse sobre la lesión, se entiende porque el calor sí es algo beneficioso en este tipo de patologías. Pero, a la hora de aplicarlo, es mejor colocar compresas tibias, y dejarlas sobre el párpado algunos minutos, reiterando la medida varias veces por día.

En los casos en que los orzuelos sean persistentes, puede ayudar el uso de cremas antibióticas y antiinflamatorias, e incluso, estos mismos medicamentos administrados por vía oral. Cuando no se logra la remisión, y la glándula se obstruye completamente se produce lo que se conoce como chalazion, lesión que no retrocede y que al ir aumentando de tamaño puede llegar a causar problemas en la visión. Entonces se hace necesario que el médico especialista tenga que realizar un pequeño corte para vaciar su contenido.

Otra recomendación importante es evitar la colocación de cualquier tipo de cosmético, delineador o maquillaje en la zona con el objetivo de camuflar la hinchazón, ya que esto sólo contribuirá a empeorar aún más la situación. Lo ideal es realizar la limpieza del ojo con gasas estériles, y no utilizar toallas ni pañuelos que puedan ser compartidos con otras personas, para evitar el contagio.

Si bien es relativamente sencillo realizar el diagnóstico de un orzuelo, hay que tener presente que no todas las lesiones que aparecen en los párpados lo son, por lo que nunca está demás realizar una consulta con el médico oftalmólogo para que realice una correcta evaluación del problema.

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