Dormir menos de seis horas diarias durante una semana altera la expresión de 711 genes, lo que explicaría algunos de los efectos negativos de la falta de sueño sobre la salud, concluyeron investigadores de la Universidad de Surrey (Inglaterra).
En un artículo, publicado ayer en la revista PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, los científicos informaron que muchos de los genes afectados por la falta de sueño estaban involucrados en la regulación del sistema inmune (defensas), el metabolismo y las respuestas frente al estrés y la inflamación.
Como parte del estudio, los académicos analizaron los genes presentes en la sangre de 26 voluntarios que durante una semana pudieron dormir hasta 10 horas diarias, y a quienes, 10 días más tarde, se les permitió dormir un máximo de solo seis horas a lo largo de siete días.
Al analizar en su sangre los niveles de melatonina (hormona que regula el ciclo sueño-vigilia) y de ARN (molécula que transporta la información genética necesaria para las proteínas), los autores determinaron que el número de genes afectados durante la semana de poco sueño fue siete veces superior al de la semana en que las personas durmieron más.
Por otra parte, el sistema que naturalmente debe regular cuándo quedarse dormido y cuándo despertar se había alterado en todos los voluntarios. Los autores señalaron que los cambios detectados en la sangre se podrían relacionar con problemas de salud asociados a la falta sistemática de sueño, como el deterioro de la alerta y las capacidades cognitivas e incluso otras enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
"Si las personas regularmente restringen su sueño, es posible que esto tenga un impacto en el tiempo, lo que a la larga podría determinar efectos sobre su salud a medida que envejecen", consideró Simon Archer, coautor del estudio, en comunicación con HealthDay.
Colin Smith, coautor del estudio, advirtió que si los efectos sobre los genes se vieron en solo una semana, es plausible suponer que esto será peor en quienes pasan semanas, meses o años durmiendo poco.