El jueves la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Estados Unidos aprobó el primer tratamiento para darle visión limitada a las personas que son ciegas, involucrando una tecnología denominada "retina artificial".
El aparato permite a las personas con cierto tipo de ceguera detectar personas en autos, peatones que se les cruzan en la calle e incluso números y letras. La aprobación del sistema es un hito en la investigación visual, un campo en el que los científicos están dando zancadas con terapia genética, optogenética, células madre y otras estrategias.
"Este es solo el inicio", dijo Grace Shen, director del Programa de enfermedades retinales en el Instituto Nacional de Ojos, que contribuyó a financiar la investigación de retina artificial y que está apoyando otros proyectos. "Nosotros tenemos muchas cosas emocionantes en las alas".
EL INVENTO.
La retina artificial es una hoja de electrodos implantada en el ojo. Al paciente se le dan lentes con cámaras incluidas y procesadores de videos portables. El sistema, llamado Argus II, permite a las señales parciales atravesar la porción de la retina dañada y ser transmitidas al cerebro.
La cámara en los lentes captura imágenes, que el procesador de video traduce en patrones pixelados de luz y oscuridad y transmite a los electrodos, que lo llevan al cerebro.
Con la retina artificial, o la prótesis de retina, una persona ciega no puede ver en el sentido convencional, pero puede identificar el contorno y los límites de los objetos, especialmente cuando hay contraste entre la luz y la oscuridad, por ejemplo: fuegos artificiales en la noche, o una media oscura entre medias blancas.
EL PROBLEMA.
El FDA aprobó Argus II, creado por Second Sight Medical Products, una compañía con sede en California, para tratar a personas con retinitis pigmentosa severa, enfermedad que deteriora las células fotorreceptoras, que son las que absorben la luz.
Cerca de 100.000 americanos tienen retinitis pigmentosa, pero inicialmente entre 10.000 y 15.000 son pasibles de calificar para el Argus II, según la compañía. Para ser elegible, la persona debe ser mayor de 25 años, haber tenido visión anteriormente y tener una visión tan insuficiente como para que el aparato suponga una mejora.
Según los expertos, esta tecnología implica una promesa para otras personas sin visión, especialmente aquellos con degeneración macular avanzada relacionada a la edad, la mayor causa de pérdida de visión en personas mayores, que afecta casi a dos millones de estadounidenses .
Cerca de 50.000 personas estarían en condiciones de que el aparato les ayudara, dijo el doctor Dr. Robert Greenberg, Jefe Ejecutivo de Second Sight.
En Europa, Argus II recibió la aprobación en 2011 para tratar la ceguera severa en cualquier tipo de degeneración retinal". En Estados Unidos, son necesarias más pruebas para esa aprobación.
Inicialmente, Argus II estará disponible en siete hospitales en Nueva York, California, Texas, Maryland y Pennsylvania. Costará cerca de US$ 150.000, excluyendo la cirugía y el entrenamiento. Second Sight es optimista frente a la posibilidad de que el seguro médico incluya al aparato.
Argus II fue desarrollado en 20 años por el doctor Mark S. Humayun, un oftalmólogo e ingeniero biomédico de la Universidad de Carolina del Sur. Parte de la financiación provino de recursos privados y todas agencias federales.
Humayun dijo que pensaba que la tecnología podría aplicarse a otras condiciones más allá de la ceguera, implantando electrodos en otras partes del cuerpo. "Nosotros no pensamos que el cuerpo humano como una red eléctrica, pero se alimenta de impulsos eléctricos" dijo.
"Eventualmente, la compañía planea implantar electrodos directamente en el córtex cerebral para combatir cegueras ocasionadas por otras causas", comentó al respecto el doctor Greenberg.
LA SOLUCIÓN.
El Argus II fue aprobado bajo un programa especial de la FDA que lo designó como un "aparato de uso humanitario", categoría que aplica a las terapias que serán usadas por menos de 4.000 personas por año. Argus II es uno de los 57 aparatos considerados en esta excepción.
Las compañías que aplican para esta categoría pueden conducir pruebas más pequeñas. Second Sight brindó información de 30 pacientes y debió demostrar seguridad y beneficio probable, dijo la doctora Malvina Eydelman, directora de la División de aparatos para oftalmología, oído, nariz y garganta de la FDA. "Es un gran paso para todo el campo oftalmológico", agregó .
"Sin este sistema, yo no podría ver absolutamente nada, y si tú estuvieras frente a mí, y movieras la mano derecha y la izquierda yo no podría notarlo", dijo Elias Konstantopolous, un electricista retirado de Baltimore, uno de los 50 estadounidenses y europeos que han estado usando el aparato en las pruebas clínicas. "Cuando no tienes nada, esto es algo. Y es mucho".
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"Sin el sistema, no podría ver absolutamente nada. Cuando no tienes nada, esto es algo. Y es mucho".
Elias Konstantopolous, usuario de Argus II
Argus II, una retina artificial que permite ver
Tardó 20 años, pero luego de ser desarrollado, el invento se comercializa en Estados Unidos y también en Europa.
El sistema deja ver contornos y notar formas
Fue creado para tratar la retinitis pigmentosa, enfermedad que afecta a las células fotorreceptoras.
Aparato de uso humanitario según la FDA
Esa fue la categoría en que lo listó la agencia estadounidense. Solo 57 inventos están en ese listado.