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Sexting: mensajes de texto eróticos

La práctica es hoy común entre los adolescentes

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"Yo, que no me considero ni pacata ni religiosa, me pongo colorada cuando veo las fotos", cuenta María Zysman, pedagoga argentina especializada en bullying. Se refiere a las fotos que algunas adolescentes envían por Internet o mensajes de texto en posiciones y actitudes eróticas.

Ese comportamiento se denomina sexting, por su origen inglés, y surge de la conjunción entre las palabras sexo y mensaje de texto (texting). El mismo comenzó a ser identificado como patrón en Estados Unidos en 2005 y ya se extendió en América Latina. Lo delicado de la práctica es la facilidad con que esas fotos se desvían de su curso original.

"Está relacionado con el ciberbullying porque se da desde la ingenuidad o desde las ganas de ser queridos o aceptados", explica Zysman. "Las chicas piensan que las fotos quedan ahí, pero el mismo chico las reenvía a sus amigos, las sube a un blog y lo más probable es que esa foto se multiplique infinitamente".

Este comportamiento, que puede darse a partir de los 12 años, es más común entre las mujeres que entre los hombres. Según Zysman, los chicos solicitan la imagen y cuando se toman fotos son para animar a la chica a que lo haga.

"Acá pasa, pasa muchísimo", confirma el psicólogo uruguayo especializado en redes sociales Roberto Balaguer, quien advierte que incluso hubo casos en donde los mensajes fueron intercambiados con adultos que luego chantajearon a las jóvenes.

"Lo difícil de esto es que la chica no es obligada, no le pusieron una cámara oculta, sino que es ella misma quien participa en el afán de ser querida", afirma Zysman. "Entonces, hay que trabajar sobre las consecuencias de estas acciones, que ellos sean conscientes".

Esas fotos no quedan entre amigos de Facebook, llegan a compañeros de colegio, a sus autoridades, a la familia e incluso pueden alcanzar manos de futuros empleadores. "Es difícil porque la vivencia del tiempo del adolescente es muy particular, es todo ya o todo dentro de 200 años, no se dan cuenta de lo rápido que ocurre todo", explica la pedagoga. "Por eso, se lo tiene que tratar desde la prevención, desde hablar de estos temas y mostrar con casos concretos las cosas que pueden ocurrir".

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