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Congreso destituyó a Lugo, que acató el fallo; hubo disturbios

Crisis política en Paraguay. Obtuvo 39 votos en contra y apenas 4 a favor. El exmandatario repudió la decisión del Senado, que no le dio tiempo para preparar defensa. Ya asumió su vice

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La transición del poder político en Paraguay se hizo en calma, con apenas disturbios aislados. Fernando Lugo acató ayer la decisión del Senado de destituirlo e inmediatamente fue juramentado el vicepresidente como nuevo mandatario.

Luego de la asunción de Federico Franco, la multitud que se posicionaba en la plaza frente al congreso repudiando el juicio político permaneció en vigilia, todavía haciendo uso de palabra en el escenario montado con parlantes y micrófono, pero ya con ánimos mucho más calmos que al principio, cuando hubo un breve enfrentamiento con las fuerzas del orden, que reprimieron con balas de goma y gases lacrimógenos. Unos 10.000 policías estaban preparados, antes de la votación, para salir a las calles. Muchos menos fueron necesarios.

En Asunción el movimiento de vehículos y gente se realizaba con normalidad. Los buses de transporte público que disminuyeron su frecuencia durante la tarde, retomaron su servicio regular en la noche.

Lugo garantizó una tranquila sucesión del poder en medio de críticas de la comunidad internacional sobre la rapidez del juicio político.

Franco juró ante el Congreso en pleno como nuevo gobernante de Paraguay para lo que resta del período del destituido Lugo, que concluiría su mandato en agosto de 2013. Y comenzó a hacer cambios en el gabinete.

El comisario Aldo Pastore anunció en Palacio de gobierno a la prensa que fue designado nuevo jefe de Policía en reemplazo del comisario Arnaldo Sanabria quien permaneció en el cargo tan sólo siete días.

Pastore dijo que el nuevo ministro del Interior es Carmelo Caballero en reemplazo de Rubén Candia quien también sólo estuvo siete días.

Ambos había reemplazado a los anteriores titulares de la policía y del Interior que fueron destituidos tras el enfrentamiento que se registró durante el desalojo del 15 de junio en una reserva forestal que dejó seis policías y 11 campesinos muertos, y que fue lo que desencadenó el juicio político y la posterior caída de Lugo.

Franco, además, anunció ayer que hoy dará a conocer los nombres de sus otros ministros.

REPUDIO. Aunque tranquilo y sereno, en su última alocución presidencial, Lugo -que antes había pedido postergar el juicio político por dos semanas para prepararse- repudió la decisión del Senado y dijo que la democracia quedó "herida" porque sus principios fueron "transgredidos".

"Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria", dijo. Y añadió: "Por la puerta del corazón de mis compatriotas".

Asumió el poder el 15 de agosto de 2008 luego de ganar las elecciones de abril de ese año desalojando del gobierno al Partido Colorado que llevaba 60 años de hegemonía política.

Gobernó por 3 años, 10 meses y 7 días. El exgobernante fue juzgado por responsabilidad en la tolerancia y asistencia a los invasores ilegales de tierra, la no captura de integrantes de un grupo guerrillero que opera en la selva y la muerte de seis policías y 11 campesinos durante el desalojo en una reserva forestal, entre otros.

En Paraguay 80% de las tierras fértiles está en poder de 2% de la población. Los terrenos, en su mayoría, están destinados a la producción agrícola y ganadera que por primera vez en 2010 permitió que Paraguay tuviera un crecimiento económico de 14,5%. Sin embargo, de 6,4 millones de habitantes 39% es pobre y dentro de esa franja 19% es miserable, según dijo a la prensa el analista internacional Ricardo Rodríguez.

"Terminó el circo", dijo Carlos Filizzola, senador del socialista País Solidario, quien en un último intento por salvar la destitución de Lugo pidió 72 horas de receso. Su propuesta fue rechazada.

PROCESO. El expresidente Lugo fue destituido en una sesión que se extendió por cinco horas y menos de un día después de que la Cámara de Diputados solicitara el juicio político en su contra por "mal desempeño de sus funciones".

La votación fue abrumadora: 39 votos a favor de su destitución, 4 en contra y 2 ausentes de un total de 45 senadores que integran la Cámara Alta.

Para varios países sudamericanos el proceso estuvo amañado y algunos gobiernos del mundo ya se pronunciaron en contra (ver aparte).

Una vez concluida la sesión y conocida la sentencia de condena la reacción de la multitud que simpatizaba con Lugo y que estaba concentrada en la plaza frente al Congreso reaccionaron con rabia e indignación. Cánticos que decían, "Disolución" y "Lugo presidente, Lugo presidente", fueron vitoreados por los manifestantes. Algunas mujeres angustiadas rompieron en llanto.

Los nervios llevaron a los manifestantes a romper la paz al lanzar una de las vallas metálicas de seguridad al piso, en ese momento los policías activaron los carros hidrantes, lanzaron gases lacrimógenos y dispararon las balas de goma al aire. Algunos manifestantes empezaron a arrojar algunas piedras hacia los policías que resguardaban el Congreso mientras la mayoría corrió en distintas direcciones alejándose de la plaza y dispersándose.

Después de unos minutos, la situación volvió a la calma y paulatinamente la gente volvió a la plaza mas organizados y con más tranquilidad. El comisario Walter Vázquez informo entrada la noche que no había detenidos ni tampoco personas que hayan hecho denuncia por heridas. El portal web del diario paraguayo ABC Color, informaba sobre un hombre herido con una bala de goma.

División desde Uruguay

En Uruguay, la noticia de la destitución del presidente paraguayo no se hizo esperar. El Pit-Cnt la rechazó, diciendo que el Senado paraguayo desconoció la voluntad popular. Afirmó en un comunicado que esta "resolución increíble" provoca "inestabilidad institucional". Además, denuncia las "artimañas" para destituir al presidente "electo democráticamente". "Tiene toda la apariencia de un Golpe de Estado disfrazado de legalidad", concluye. Por su parte, el MPP culpa a la "derecha paraguaya" de los recientes acontecimientos y pide que se le permita una "defensa legítima" al ahora expresidente. El senador nacionalista Luis Alberto Lacalle también se pronunció, calificando a los hechos como un proceso político jurisdiccional. Criticó también el envío de los cancilleres de la Unasur a Paraguay.

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