Publicidad

Una lucha a muerte en un mundo tras el Apocalipsis

Acontecimiento. El viernes se estrena mundialmente el film "Los juegos del hambre"

Compartir esta noticia
 20120317 600x361

La saga "Los juegos del hambre", un "best seller" libresco de Suzanne Collins sobre niños que matan niños, está recomendada para mayores de doce años. La versión cinematográfica, pelea para conseguir una calificación para mayores de 13.

Para complicar las cosas, muchos lectores menores de doce años se mueren por ver la versión fílmica. Y Jennifer Lawrence, la protagonista de la película, tiene 21.

De modo que ¿cuál es el público para Los juegos del hambre? Una ácida crítica de la cultura mediática que emplea la violencia como entretenimiento puede ser fácilmente una película dirigida a los mayores, o una película familiar que funciona a diferentes niveles según la edad de su espectador, como las producciones de Pixar. O tal vez sea la próxima Crepúsculo, otro éxito juvenil con un no menos desconcertante triángulo amoroso.

En los últimos años, una oleada de populares novelas para "jóvenes adultos" ha generado una feliz convergencia entre los lectores jóvenes, quienes no lo son tanto y, bueno, los adultos. Esos libros debieron llamar la atención de Hollywood, y dado lugar a buenos negocios (ver el distópico Divergent y A Fault in Our Stars). Pero ni siquiera un éxito de librería como Los juegos del hambre, que ha vendido más de once millones de copias en los Estados Unidos desde que salió en 2008, es automáticamente un éxito de taquilla.

"Hay muchas maneras de hacer una película que no esté a la altura del libro que adapta", dice Nina Jacobson, una de las productoras del film, quien se declara "una obsesa de la novela" y que pagó un adelanto sobre sus derechos de adaptación apenas la leyó. También prometió a la autora respetar a los fans del libro sin hacer concesiones a un público adolescente. Le aseguró que no diluiría la historia aumentando la edad de los personajes, o glamorizando su violencia. "Me gustó el libro como adulta", dice firmemente Jacobson. "No creo que sea una novela para jóvenes adultos".

Se podía seguir el modelo de Harry Potter, la primera serie de novelas que dio a sus lectores la posibilidad de crecer con los personajes. Mientras Harry y sus amigos de Hogwarts pasaban a los grados superiores, las historias mismas se volvían más oscuras y sofisticadas, más "jóvenes adultas".

Los juegos del hambre transcurre en una Norteamérica postapocalíptica llamada Panem, donde Katniss Everdeen, de 16 años, toma el lugar de su hermana menor en una batalla a muerte televisada llamada Los Juegos del Hambre.

Los juegos son un castigo por una rebelión contra la Capital, que hambrea y reprime a los doce distritos que aún permanecen bajo su dominio. Cada año 24 niños, un varón y una chica de cada distrito, deben matarse entre sí hasta que solamente queda un ganador. El evento es incesantemente promovido por toda la nación. La acción ofrecida por el programa es igualmente incesante, brutal, sangrienta, y corta el aliento.

Gary Ross, el director de la película, no es ajeno a las presiones de las adaptaciones cinematográficas de libros. Fue quien hizo Alma de héroes, y escribió la animación Despereaux: el pequeño gran héroe. También tiene una particular experiencia con el mundo de los libros en Hollywood.

Como presidente de la Biblioteca Pública de Los Angeles en los tempranos noventa, Ross presenció el crecimiento de la colección de libros para jóvenes adultos. Y también escribe. Su primer libro para niños, que él describe como "un poema épico" titulado Bartholomew Biddle and the Very Big Wind, será publicado en noviembre. Sostiene que Los juegos del hambre a la vez encarna y trasciende el género "joven adulto".

Para la protagonista Lawrence, fue el personaje de Katniss lo que en definitiva la convenció de aceptar la propuesta. Incorporarse a una ambiciosa franquicia adolescente, al fin y y al cabo, tiene sus riesgos. Como Kristen Stewart antes de Crepúsculo, Lawrence es conocida sobre todo por films in- dependientes como Lazos de sangre (su reciente incorporación a la saga de los X-Men es una excepción).

Comprometerse para una proyectada trilogía implica rechazar otras ofertas, para no decir nada del riesgo de quedar encasillada y ser asediada por admiradores, una espada de doble filo. El peligro es grande con Los juegos del hambre.

Antes de que el film estuviera siquiera en producción, los aficionados estaban discutiendo furiosamente el "casting" de Katniss, con opiniones divididas entre Lawrence y Hailee Steinfeld, la joven estrella de Temple de acero. Las redes sociales ardían. ¿Es Jennifer Law-rence lo bastante dura para el papel?, preguntaban algunos.

Ella no estaba segura. "No fue uno de esos personajes que quise hacer de entrada, porque lo encontraba algo aterrador", dice. "Pero también pensé que si esto funcionaba como debía, sería algo de lo que podría sentirme orgullosa. Si alguien viene y me dice `¿es usted Katniss?`, me parece bien. Por- que amo mucho al personaje y al libro".

También estaba preocupada por lo que podía ocurrir con Katniss. "Recé para que no la convirtieran en una simple asesina", añade. "Porque se trata de una historia mucho más triste. Katniss no tiene tiempo de pensar. Sabe que puede morir en cualquier momento, es vulnerable. Y es al mismo tiempo una heroína".

El film aspira a no agotarse en la violencia sino observar sus efectos

Los responsables de "Los juegos del hambre" eligieron enfocarse en el impacto de la violencia más que en los actos violentos en sí mismos. El drama surge no de lo que una persona de 14 años hace con un cuchillo o con un objeto contundente, sino del asombro y el miedo de otros niños ante esas acciones. Y no hay giros del tipo "seamos felices aprendiendo la magia" cuando la oscuridad golpea en la cara.

"Los juegos del hambre empieza donde los libros de Harry Potter terminan", sostiene David Levithan, vicepresidente y director editorial de Scholastic, que publicó la serie. "Mientras Harry Potter es sobre la infancia y el crecimiento, y abrir los ojos al mundo, en Los juegos del hambre estamos en el mundo, y lidiando con su inhumanidad".

Levithan vincula Los juegos del hambre con Star Wars (1977), otra película sobre "adolescente contra el mundo (o el universo)".

"Decir que Los juegos del hambre es una película ado- lescente es como decir que Star Wars es una película adoles- cente porque involucra a adolescentes", agrega Levithan.

Para Jennifer Lawrence, el componente violento es uno de los ejes centrales de la película, y no se puede prescindir de él. "Si protegemos al público de la brutalidad de la historia, perdemos el impacto. Le estamos quitando el corazón a todo el asunto".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad