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Los fantasmas de la cárcel

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EL MERCURIO - CHILE

ERNESTO GARRATT VIÑES

"Alcatraz" es la más reciente producción de J.J. Abrams y se pudo ver en directo como realizadores, guionistas y actores pican las piedras de la creatividad para producir uno de los shows estrella de la temporada.

Durante dos jornadas, se compartió el encierro con los actores de Hollywood Sam Neill y Jorge García, y se vio como se trabaja para no ser comparada con Lost.

Los Shore Studios, en Vancouver, son un inmenso lugar, con galpones y estudios, cámaras, trailers y cientos de técnicos, donde se graba Alcatraz, la nueva serie de los creadores de Lost: una producción que lleva la firma de J.J. Abrams, el Spielberg chico de nuestros tiempos; una serie con un misterio (¿sobrenatural?) dando vueltas en cada capítulo y, lo primordial, con un título que alude a un hito pop: la isla-prisión más famosa de la historia moderna.

En la serie, protagonizada por Jorge García, de Lost, Sam Neill, de Parque Jurásico y la novata Sarah Jones, hay una fuga inexplicable de prisioneros. Pero no es una huida tradicional, porque, según la afiebrada imaginación de los guionistas, en 1963, cuando Alcatraz cerró oficialmente, lo que ocurrió fue otra cosa: los prisioneros y guardias desaparecieron y, ahora, en el presente, estos reos están apareciendo, sin envejecer un día, sembrando el crimen y pánico en las calles de San Francisco.

RODAJE. Es un día helado en este set de Vancouver, con apenas 5°C. Y ahora, recién empezando la mañana, se hace una escena en exteriores. En Shore Studios todo se aprovecha, y sobre una muralla del estudio 8 se han construido las escaleras y entrada de la prisión de Alcatraz. Es una réplica impresionante, hecha a escala real, con la escalera, el frente de la prisión, y que luego se completa (el resto del edificio, el cielo, la isla) por obra y gracia de los efectos de posproducción. Al frente, la muralla que divide la prisión de la libertad es en verdad un sistema de bastidores montados sobre un camión.

Nada es lo que parece, y se está en Alcatraz sin estar en Alcatraz. Los actores visten con la moda de los años 60. Hay un segmento ambientado en esa década porque la historia de Alcatraz va y viene entre el presente y el pasado, y el director de este episodio, el 11 de la temporada 1, Jack Bender, está a cargo, indicando como es que el alcaide de la prisión, Jonny Coyne (Warden Edwin James), discute con la doctora Lucy Banerjee (Parminder Nagra) sobre un prisionero problemático. Sobre ella hay un peinador, un vestuarista, un equipo a cargo de que lo que se ve en pantalla tenga el gusto de hace 50 años.

"Bueno, esta es como mi primera aventura en ciencia ficción, pero es divertido porque al final igual estás trabajando con darle realismo a lo que haces", dice la actriz, quien es de las pocas estables del show, cuya existencia va del pasado al presente: su personaje se mueve entre los dos polos y entre la moda de ayer y hoy. "Es divertido ver como van saliendo los episodios. Estuve comentando lo de la transición entre el presente y los años 60 y pienso que luce absolutamente bello".

Nada es al azar. Las tomas, pese al frío, se repiten una, dos, tres, varias veces. Es un trabajo de chinos levantar un episodio de una serie como esta, donde cada detalle es una gigantesca labor que se elabora y planifica como si se estuviera haciendo el diamante más brillante. Son siete días de trabajo intenso para hacer un solo episodio. Acá no hay soluciones de última hora. Y lo que veremos en las siguientes filmaciones es un "making off" a escala industrial, desde el corazón de Hollywood... Vancouver.

Porque desde hace unas décadas Vancouver, la moderna ciudad canadiense del Pacífico, es sede de series y películas de California. Desde Los archivos X, en los 90, hasta Crepúsculo, o la futura entrega de Superman, Man of Steel, han tenido locaciones en la ciudad. Y conviene: filmar es más barato para los estadounidenses, y la mano de obra calificada es muy buena.

PROGRESO. El día de rodaje ha avanzado y estamos en el interior de una tienda de cómics. Es, en realidad, un set, pero ni el más astuto "nerd" podría notar la diferencia: tienen historietas reales, manchas hechas a propósito, y hay dos videojuegos antiguos, arcades, un Pac-Man y otro de naves, que incluso funcionan con dinero canadiense. Jorge García se acerca y saluda. "Mi personaje es Diego Soto, un experto en Alcatraz, dueño de esta tienda de cómics y quien además trabaja al lado de los personajes de Sam Neill y Sarah Jones", menciona sobre el trío que intenta capturar a los prisioneros fugados.

García señala que la comparación con Lost es inevitable. "Lo han estado haciendo de todos modos desde que la serie fue anunciada, así que está bien", se resigna. "Si somos similares a Lost en el sentido de enganchar a la gente, eso está bien para mí. Yo creo que he hecho algunas elecciones en este personaje de un modo diferente a Hurley (su rol en Lost), pero ambos personajes han vivido a través de mí y necesariamente hay elementos de mí en ambos. Doc es más inteligente que Hurley. Su obsesión con Alcatraz viene de una experiencia que tuvo cuando niño".

Tanto para Jorge García como para los demás actores de la serie, el nombre de J.J. Abrams invoca prestigio y creatividad. "Yo creo que él crea personajes a los que te interesa cuidar", dice García. Básicamente, todo se reduce a una idea: el mejor misterio es el que nunca se revela.

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