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Hoy comienza la décima edición del Salón del Vino en el Hotel Conrad de Punta del Este. El evento contará con la participación de 140 bodegas, de 14 nacionalidades, que darán a degustar 550 etiquetas de vinos.

"En la región no hay una feria con los vinos que se degustan en esta. Ni en Argentina, ni en Chile hay una feria similar en cuanto a calidad de vinos", dijo Álvaro Elola, subdirector del Departamento de bebidas y alimentos del Hotel Conrad y organizador del evento desde su primera edición. "Podés tener para degustar un vino Felipe Rutini de 1997, un vino Angélica Zapata, un Enzo Bianchi o un Mora Negra. Son vinos de muy buen nivel. Además las bodegas uruguayas traen su vino ícono, su vino más caro e importante", afirmó.

Ya que los espacios de la feria no son pagos, la calidad de los vinos es fundamental para la participación de las bodegas.

"Nosotros no cobramos el espacio y siempre tratamos de pedir que ese dinero se traslade a la calidad de los vinos. Eso ayuda a que la feria sea buena", explicó.

Otro elemento que, según el organizador, caracteriza a la feria es la presencia de expertos tras los puestos de cada bodega. "A esta feria vienen muchos dueños de bodegas o si no los enólogos o sommeliers. Las bodegas están muy bien representadas en cuanto al conocimiento. Eso genera otra interacción. El vino tiene cada vez más seguidores y la gente está ávida de saber y de conocer", dijo. Esa fuente directa y calificada de información hace que el Salón del Vino sea un evento interesante para principiantes.

La Feria, que además de una herramienta de divulgación es una plataforma de promoción de las marcas uruguayas, cuenta con el apoyo del Instituto Nacional De Vitivinicultura (Inavi). En el Salón participarán 28 bodegas locales con sus mejores vinos.

"Este tipo de eventos pone al vino uruguayo en un lugar al que le es difícil llegar, puede compararse con otros, eso hace que sobre todo el extranjero se anime a probarlo", expuso Elola. Cada vino que participan de la feria se encuentran en el mercado porque el evento depende de los productores e importadores locales. El desafío para el próximo año consiste en superar esa barrera y, junto a Inavi, lograr traer ejemplares que no se distribuyan en Uruguay.