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Con dos menores internados en el INAU y un joven mayor de edad procesado con prisión, se dio por aclarado el homicidio del taxista Joaquín Furtado (61), ocurrido en Treinta y Tres en la madrugada del viernes.

El adolescente tiró del gatillo una, dos, tres, cuatro veces, hasta que una bala salió sin destino hacia los matorrales, y volvió a tirar.

El taxista ya le había ofrecido que se llevara la recaudación y hasta el auto, suplicando que no lo matara.

El segundo disparo terminó con la vida de Furtado sobre las dos de la madrugada del pasado viernes.

Desde adentro del auto, el homicida de 17 años y sus dos complices de 16 y 19 tomaron algunas pertenencias de Furtado: unas ropas, un celular y una cartera con la billetera y parte de la recaudación, que después abandonaron en una vieja cantera de arena de una chacra a orillas del Olimar, detrás de la laguna de Arnaud, aproximadamente a un kilómetro del lugar del crimen.

La falta de noticias sobre el paradero del coche de Furtado luego del aviso de salida desde la central y el alerta de un vecino que pasó por el lugar y sospechó de la forma en cómo había quedado estacionado el auto, fueron los datos que motivaron el aviso a la policía, que comenzó la investigación.

Los siguientes elementos que se incorporaron fueron los testimonios de personas, entre ellos personal del patrullaje urbano, que vieron a los sujetos deambulando en el centro.

Las cámaras de seguridad del Banco de la República, frente al que se encuentra la parada de taxi, registraron a los tres sujetos juntos en el centro de la ciudad antes del homicidio.

Con las primeras luces del día se realizaron allanamientos en varias viviendas y desde el interior de una de ellas, donde vivía uno de los procesados, se recuperó el teléfono celular de Furtado. Habían pasado pocas horas y ya había elementos firmes incorporados a la investigación. Sobre mediodía se practicaron las detenciones.

Una vez en dependencias policiales uno de los tres detenidos se quebró y detalló cómo ocurrieron los hechos. Los otros corroboraron luego esas declaraciones y por la tarde indicaron a la Policía y a la Justicia el lugar donde se habían desprendido de las pertenencias de su víctima.

En la madrugada del sábado se realizó la reconstrucción del hecho y tras ello la jueza del caso, Patricia Rodríguez, dictó una resolución.

El autor de los disparos, de 17 años, fue imputado de un homicidio muy especialmente agravado, por lo que se le inició proceso infraccional, con internación en INAU, en la Colonia Berro, al igual que al de 16 años, a quien se imputó homicidio en calidad de coautor.

El mismo delito se imputó al mayor de edad, a quien se alojó en la Cárcel Departamental.

MAMPARAS. José Silva, secretario del interior del Suatt, acompañó a la familia durante el sepelio, junto a una delegación del sindicato.

El gremio del taxi viene reclamando hace cuatro años la extensión de la obligatoriedad de la mampara a todo el país.

"Es lo que ha funcionado en Montevideo y ha salvado la vida de algún compañero", señaló Silva, quien adelantó que la intención es exhortar "al señor Intendente Dardo Sánchez que urgente mande un proyecto de decreto a la Junta Departamental para que a principios del año ya se esté instalando la mampara acá en Treinta y Tres".