Una pareja de ecuatorianos trajo a una adolescente a Montevideo donde la explotaba laboralmente. El caso de Mariela es uno de los 14 que atiende el servicio de víctimas de trata de personas del INAU. Además, el Mides asiste a 21 mujeres explotadas.
En junio de 2011 comenzaron a trabajar los dos servicios piloto de asistencia a víctimas de trata: uno de atención a niños y adolescentes a cargo del Foro Juvenil programa El Faro y el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) y el otro de ayuda a mujeres. Este último es llevado adelante por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
La mayoría de los atendidos son víctimas de trata con fines de explotación sexual comercial.
ADOLESCENTES. Desde junio de 2011 el programa El Faro atiende a 13 adolescentes víctimas de trata con fines sexuales y a una que fue explotada desde el punto de vista laboral.
Entre esos 14 casos hay dos que afectan a varones y el resto a mujeres. El promedio de edades es de 13 a 16 años. Algunos son del interior del país.
"Son situaciones de trata interna de personas; son gurisas o gurises que están siendo explotados sexualmente por una red dentro del país. En general provienen de contextos económicos bastante empobrecidos, con historias de mucha vulnerabilidad. En general son captados por las redes de explotación en la calle, por haberse fugado de la casa donde, en muchos casos, sufrían violencia doméstica y abuso sexual", explicó Andrea Tuana, coordinadora del servicio.
Los adolescentes son atendidos por un equipo técnico constituido por dos psicólogos, una trabajadora social, una abogada y la coordinadora. Reciben asistencia psicológica, social y legal. Los adolescentes llegan al servicio a través del INAU o de otras organizaciones no gubernamentales (ONG).
Las víctimas "son captadas por adultos con diferencias de edades importantes: gurisas de 13 ó 14 años con adultos de 35 a 50. En una primera etapa los adultos establecen un vínculo afectivo, como de noviazgo. Hay una manipulación emocional y un abuso de las condiciones de vida de estas chiquilinas, muy dañadas desde el punto de vista emocional. Y lentamente las van conectando a una red y las trasladan a otros departamentos o las explotan en su misma localidad", dijo Tuana.
La situación de trata se configura porque son adolescentes que están atrapadas en una red. "En algunos casos están encerradas y en otros casos están atrapadas por la manipulación afectiva y las condiciones de vida de las chiquilinas", agregó.
De esos 14 casos hay situaciones que están medianamente resueltas, indicó Tuana, sobre todo la situación de la adolescente ecuatoriana. La mayoría ha podido ser sacada de la red de explotación, aunque el Foro Juvenil sigue trabajando en la desvinculación de otras adolescentes.
En el caso de Mariela, la adolescente ecuatoriana, la ONG Foro Juvenil está preparando el proceso de retorno a Ecuador.
"La documentación la tenía la pareja que la trajo, pero lo que provocaba más el sometimiento es la edad, 15 años. Vivía con ellos, la trajeron ellos, estaba totalmente sometida, pero pudo pedir ayuda y se logró la intervención del INAU y del Crimen Organizado. Entonces hoy ella está protegida, está en un hogar de amparo, con asistencia nuestra a nivel psicológico y legal", contó Tuana.
La pareja la hacía trabajar en el rubro artesanías. La ONG contactó a la familia, que está esperando el retorno de Mariela.
El gobierno de Ecuador va a hacer una intervención con esa familia para garantizar que ella vuelva a un lugar donde no le pase lo mismo.
Los explotadores también engañaron a los padres de Mariela ya que les habían planteado que su hija viajaba a trabajar, pero en condiciones protegidas. Este caso está en la órbita de la Justicia. La Policía investiga los otros 13 casos, dijo Tuana.
MUJERES. El servicio de asistencia a mujeres es atendido por una psicóloga, una trabajadora social y una abogada. Desde junio de 2011 ha atendido a 21 mujeres de entre 18 y 30 años. La mayoría fueron víctimas de trata internacional. Fueron captadas en Uruguay y trasladadas a Italia, España y México donde las explotaron sexualmente.
El 52% de las 21 mujeres asistidas llegó directamente al Mides, el 19% fue derivada al servicio por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el 14% llegó a través de ONG, el 10% por medio de otras instituciones públicas y un 5% fue llevada por sus propios familiares.
"Se les da atención psicológica, legal, de acompañamiento de una trabajadora social que es la que hace la identificación y trabaja luego en la inserción laboral o en los distintos programas educativos-laborales que tenemos en los distintos organismos del Estado. También se da atención sanitaria. Muchas veces la trata viene acompañada con la ingesta de drogas, por lo que hay que hacer un proceso de atención en ese sentido también", informó Beatriz Ramírez, directora de Inmujeres. Las víctimas también han recibido del Mides la Tarjeta de Uruguay Social.
A las mujeres generalmente los explotadores las reclutan bajo engaños, "en términos de mejora salarial e ingresos que les van a permitir un cambio muy importante en su vida y luego, cuando llegan a destino, la realidad es otra. Les prometen trabajos de todo tipo y también prostitución de alta escala. Muchos de los casos son de mujeres que ejercen la prostitución acá y van con el engaño de que van a tener una mejora en su vida", indicó la jerarca del Mides.
Les quitan los documentos, sufren hostigamiento, no les permiten contactarse con sus familias, el dinero que les habían prometido no es tal. Las obligan al consumo de bebidas y drogas. También hay maltrato físico, psíquico y sexual.
Los dos servicios piloto de atención a víctimas de trata se enmarcan en el proyecto "Aplicación de medidas para la elaboración de una política pública sobre trata y tráfico de mujeres, niños/as y adolescentes con fines de explotación sexual comercial". Es financiado por la Unión Europea. Pero este apoyo económico termina en agosto de este año. Ramírez indicó que luego serán financiados por el Estado.
Tuana afirmó que existe preocupación desde la ONG porque entienden que el servicio debe seguir y ampliar su capacidad, pero aún no recibieron ningún anuncio de INAU.
DIFERENCIAS ENTRE LOS CONCEPTOS
TRATA. Por trata de personas se entiende: "La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras fuerzas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o a una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación", según el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas.
TRÁFICO. Una de las diferencias entre trata y tráfico de personas es que, en este último caso la relación entre el migrante y el traficante termina cuando llegan a destino. Además implica el cruce de fronteras. La trata puede darse dentro del mismo país de la víctima.
Desde 2008 el Mides trabaja en atacar la trata de personas
Desde 2008 el Instituto Nacional de las Mujeres trabaja en la trata de personas, "en el marco de la violencia basada en género", informó Beatriz Ramírez, directora de Inmujeres.
"Tuvimos el soporte importante de un financiamiento de la Unión Europea y que dentro de sus componentes tenía la instalación del servicio de atención a mujeres víctimas de explotación sexual comercial, que además de ese componente tiene una línea de sensibilización y de capacitación", agregó.
Ramírez informó que también "se generó una mesa interinstitucional donde participan el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Interior, ASSE, los juzgados de Crimen Organizado y las fiscalías. Se coordina también con cancillería y los consulados en los países que son de destino y las ONG que trabajan tanto en Uruguay en los países a los que las mujeres van en esta situación de explotación".
LAS CIFRAS
150.000
euros fue el monto aportado por la Unión Europea para el proyecto de aplicación de medidas para combatir la trata de personas.
35
es la cifra total entre mujeres, niños y adolescentes víctimas de trata que son asistidos por los dos servicios piloto.