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El gobierno argentino firmó un decreto por el cual la Fuerza Aérea toma el control de las operaciones aéreas. La medida implica dar marcha atrás con una decisión que había tomado el kirchnerismo de pasar a la órbita civil esas actividades, informa hoy La Nación.

La presidenta Cristina Fernández tomó la decisión en el marco de un tenso conflicto entre la Casa Rosada y los gremios aeronáuticos, principalmente la Asociación de Personal Técnico que conduce Ricardo Cirielli, agrega el matutino argentino.

La norma 1840, publicada hoy en el Boletín Oficial, establece textualmente que "transfiérense las funciones de control operativo de la prestación de los servicios de navegación aérea y de coordinación y supervisión del accionar del control aéreo a cargo de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), organismo descentralizado, actuante en la órbita de la Secretaría de Transporte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, al ámbito de la Fuerza Aérea Argentina".

Con la medida, el gobierno resolvió también crear "en el ámbito de la Fuerza Aérea de la Dirección General de Control de Tránsito Aéreo, de conformidad con el Organigrama y Responsabilidades Primarias y Acciones que, como Anexos I y II, forman parte integrante del presente decreto".

Cirielli por su parte, dijo a radio Mitre que la medida del gobierno refleja "la incapacidad para resolver los problemas". El sindicalista agregó que "sería un retroceso darle a los militares el control de la aviación civil. Uno de los logros de Néstor Kirchner (cuando gobernó) es haber unificado toda la aviación en un solo organismo y que dependiera de civiles".

DECISIÓN. Ayer, Aerolíneas Argentinas canceló sus vuelos internacionales desde Buenos Aires. El sindicato acusó a la empresa de incumplir medidas de seguridad. Para el gobierno se trata de "un paro encubierto e ilegal. Se trata de una medida extorsiva", dijo en declaraciones al canal C5N el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.

La medida de la empresa también fue criticada por Cirielli y sostuvo que son acusados de algo que no hicieron. "No estamos de paro", dijo y le adjudicó al malestar del directorio de la compañía porque el gremio reclamó que "haga la inversión comprometida", informa hoy el diario Clarín.

"La propia compañía suspende los vuelos internacionales, solamente. Es sospechoso todo esto, es sospechoso que salga el ministro de Trabajo (Carlos Tomada) a hacer el mismo papel que hizo Patricia Bullrich en 2001, a querer quitarnos la personería gremial cuando lo que estamos pidiendo nosotros son inversiones, defendiendo la vida de los pasajeros", puntualizó el sindicalista.