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ANDRÉS LÓPEZ REILLY

La imposición de las nuevas medidas de seguridad a las camionetas de escolares de Montevideo derivó en un aumento de tarifas que tuvo una consecuente reacción en los clientes: el 20% dejó de llevar a sus hijos a la escuela utilizando este servicio.

Cada día los vehículos escolares de Montevideo trasladan entre 15.000 y 20.000 niños. Hay unas 400 camionetas que se dedican a esta actividad, 280 de las cuales están afiliadas la Asociación de Transporte Escolar Unido (TEU). Pero desde el año pasado, el negocio cambió: nuevas exigencias de seguridad obligaron a los permisarios del servicio a renovar o adaptar sus vehículos con cinturones de seguridad y asientos especiales para niños.

Las mayores exigencias y controles hicieron que el padrón de afiliados de TEU se incrementara, pero se perdió el 20% de la clientela por el ajuste de tarifas tras los recambios y modificaciones de flota.

"No sabemos aún si hay menos gente en el servicio porque no están los números oficiales, pero sí nos preocupa la baja de clientes. Los costos que tuvimos que asumir fueron trasladados al precio de los servicios y eso repercutió seriamente en la cantidad de clientes que nosotros movilizábamos por día. Estamos hablando de un 15% o un 20% menos que el año pasado", declaró a El País el presidente de TEU, Gerardo Senese.

TURÍSTICOS. Desde el accidente de abril de 2010 en el que murió una niña de 11 años que viajaba en una camioneta de turismo, la Intendencia de Montevideo prohibió la utilización de este tipo de vehículos para el transporte de escolares.

La camioneta, en la que viajaban 18 alumnos del colegio Pallotti que regresaban de natación, circulaba por Emilio Raña cuando chocó contra un vehículo del Estado Mayor Conjunto y volcó en la esquina con Jaime Cibils. Según testigos, los menores viajaban sin cinturones de seguridad, lo que reavivó la polémica en torno a la obligatoriedad del uso de ese elemento y -en los hechos- provocó varios cambios en el sistema de transporte de escolares.

En julio del año pasado, la administración aprobó una reglamentación que obliga, entre otras disposiciones, a equipar las camionetas de transporte escolar con cinturones de tres puntas.

También se prohibió el traslado de escolares en vehículos que no se dediquen exclusivamente a esa actividad.

Sin embargo, ayer la Intendencia flexibilizó en parte la medida, volviendo a autorizar a los vehículos de turismo, solo para situaciones de urgencia, siempre y cuando cumplan con las mismas exigencias que las camionetas de escolares.

"Son permisos especiales a servicios que tienen chapa de turismo (STU) para casos en los que no se pueda cubrir un servicio escolar puntual, por una rotura u otro motivo. Deben cumplir con las mismas condiciones que las escolares. Deben estar anotados y pasar por la revisión en las oficinas municipales de la calle Pedernal. Se les controla el tamaño de los asientos, la cantidad de pasajeros y que tengan el mismo seguro que las camionetas escolares. No cualquier camioneta STU puede cubrir el servicio", explicó a El País el director de Movilidad Urbana de la Intendencia de Montevideo, Gerardo Urse.

"La propia gremial de transporte de escolares pidió tener una nómina de transportistas STU que puedan cubrir ese servicio", informó el jerarca.

Según Senese, TEU presentó a la comuna una lista de "unos 20 vehículos" para cubrir estos servicios de emergencia, que podrá ser mayor siempre y cuando se cumpla con las reglamentaciones. "Lo primordial es que van a tener que tener una inspección técnica y cinturón de seguridad de por lo menos dos puntas", apuntó.

De acuerdo con los datos que maneja el presidente de TEU, el 90% del transporte escolar está en manos de empresas unipersonales de carácter familiar. Excepto "dos o tres" empresarios que cuentan con una flota de cinco unidades y otras como la suya -que trabaja con tres camionetas-, la gran mayoría realiza todo el trabajo con un único vehículo.

Los miembros de Transporte Escolar Unido dirigieron una carta a colegios y padres acerca de los cambios en el servicio. En ella expresan que la seguridad no depende exclusivamente del cinturón de seguridad. Y plantean: "¿Están los niños seguros cuando ascienden y descienden y el tránsito general no los respeta? ¿Están seguros cuando en las puertas de los colegios, escuelas, clubes, etcétera, no están bien delimitadas las zonas reservadas para los vehículos escolares y/o no son suficientes por el tamaño de los nuevos vehículos? En los países del primer mundo, que realmente cuidan a sus niños, el rebasar un vehículo escolar detenido con la puerta abierta, es la peor infracción de tránsito, pasible de la más cara de las multas. La sociedad en que vivimos exige de permanentes esfuerzos a quienes somos responsables de este servicio para continuar mejorando. Hoy necesitamos de todos para alcanzar una seguridad real para nuestros niños ya que si no logramos el compromiso de padres, autoridades de enseñanza, Intendencia de Montevideo y de la sociedad en general, de nada sirve el equipamiento interior de los vehículos, ni su tamaño.

Les pedimos que tomen conciencia de todo lo expuesto".