Es inminente la presentación del proyecto de impuesto al agro por parte del Poder Ejecutivo. La noticia genera rechazo entre los agropecuarios, se afirma que "no es momento" para cobrar más tributos al sector.
Todo está preparado para que el próximo lunes 1° de agosto, luego del Consejo de Ministros, el Poder Ejecutivo oficialice el proyecto para gravar a las extensiones de tierra de más de 2.000 hectáreas.
Según dijeron a El País fuentes oficiales, la fórmula en la que trabajaron personalmente el presidente José Mujica y el vicepresidente Danilo Astori ya está cerrada y si no hay contratiempos el proyecto será enviado al Parlamento en el correr de la próxima semana.
La propuesta final conserva el eje central del planteo de Mujica por el que se grava a los campos con superficies mayores a las 2.000 hectáreas.
En tanto, la propuesta de Astori incorporada al proyecto pretende aumentar la carga impositiva a la venta de inmuebles adquiridos antes de 2007 y, según indicaron fuentes consultada por El País, llevará a un aumento del precio de la tierra.
El planteo del vicepresidente aceptado por Mujica pretende aumentar el ficto de lo que deben pagar los inmuebles rurales que son vendidos y que fueron adquiridos antes del 1° de julio de 2007, cuando entró a regir la reforma tributaria, dijeron las fuentes.
Todos los inmuebles rurales adquiridos antes de 2007 y que no tenían valor fiscal, se regían por un ficto tanto para los contribuyentes de IRAE (renta de empresas) o de IRPF (renta personal). Uno de esos fictos fue fijado en el 6% y sobre ese monto se calculaba la tasa del Impuesto a Renta de las Actividades Económicas del 25%, por lo que el promedio efectivo del aporte era del 2.4% (a pagarse cuando se vendía un inmueble rural). Ese monto será superior si se aprueba el nuevo impuesto.
Fuentes oficiales dijeron a El País que quedó afuera del proyecto el cobro del Impuesto al Patrimonio a los campos y el cambio de algunos aportes de Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) al IRAE.
En tanto, se mantiene el cobro de un impuesto escalonado por franjas.
Mujica había adelantado que quienes posean de 2.000 a 5.000 hectáreas (índice Coneat 100) deberán pagar US$ 8 por hectárea al año; entre 5.000 y 10.000 abonarán US$ 12, y por extensiones superiores a 10.000 hectáreas pagarán US$ 16.
Según las previsiones iniciales del gobierno, el impuesto al agro dejará una recaudación de US$ 60 millones para el Estado. La misma será utilizada casi en su totalidad para la refacción de la caminería rural que se encuentra en mal estado. Aunque podría ser empleada también para la compra de tierras para el Instituto de Colonización.
Agropecuarios. La noticia de que finalmente el impuesto al agro será presentado en los próximos días generó malestar entre los ruralistas.
El presidente de la Federación Rural, Miguel Sanguinetti, dijo a El País que "no se toma nada bien el hecho de que se presente el proyecto, porque no es momento para cobrar más impuestos". Además, sostuvo que "es un grave error" aumentar la tributación al agro.
Sanguinetti explicó que la gremial que preside rechazó desde un primer momento el cobro del impuesto y lo sigue haciendo, porque "cada día que pasa y con los problemas que hay a nivel mundial, no es momento de poner impuesto a nada". Sanguinetti advirtió que lo que debe hacer el Estado "es tratar de bajar el gasto público, de una vez por todas".
Al mismo tiempo insistió en que "los costos para la producción siguen aumentando". Según dijo, los rurales han sufrido un aumento de costos de los productos y "los números no cierran al final del mes".
Sanguinetti indicó que "la gente en el campo está dejando de invertir y han bajado las ventas". A lo que agregó: "el que quiera verla que la vea y el que no la quiera ver, que no la vea".
Para la Federación Rural, el cobro del impuesto no se justifica porque con los US$ 60 millones que se recaudarían "no se hace absolutamente nada en caminería rural. Decir eso es ridículo, cuando sabemos que se necesitan arriba de US$ 1.100 millones para empezar a trabajar en infraestructura de forma seria".
La cifra
US$ 60 Es lo que el Poder Ejecutivo dijo que estimaba recaudar con el cobro del nuevo impuesto al agro. Lo recaudado se destinará, en principio, a la caminería rural.
Impuesto a la tierra y polémica
A nivel político, el cobro de un impuesto al agro generó polémica desde que se anunció. El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, se mostró sorprendido por la idea y se molestó por no haber sido informado de la propuesta.
Por su parte, el senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) señaló que si llegaba al Parlamento un proyecto para gravar la tenencia de la tierra, no lo votaría.
Entre el presidente José Mujica y el vicepresidente Danilo Astori, también se generó un cortocircuito cuando el mismo día, pero en medios diferentes, hicieron públicas propuestas opuestas para el cobro del tributo.