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Carga tributaria impide mayor renovación de 0 km

Concesionarios preocupados además por acuerdo con Brasil

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Un vehículo de 1.600 cm3 que llega al puerto de Montevideo a US$ 10.000 le puede llegar a costar el consumidor final hasta US$ 30.000. El 105% de ese incremento se debe a la carga impositiva que tienen los autos 0 km. Esta la principal variable que impide hoy en día una renovación mayor de la flota de vehículos 0 km en Uruguay, según remarcó ayer la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) -gremial que reúne a más del 80% de los concesionarios del país- en una disertación con la prensa.

Para graficar la relevancia de la carga tributaria sobre el valor final del vehículo, ACAU puso como ejemplo el caso de un auto de 1.600 cm3 que llega al puerto de Montevideo con un costo CIF ( flete y seguro incluido) de US$ 10.000 que luego pasa a costarle al importador US$ 20.500 si se suma la carga tributaria vigente (o sea un 105% más). Los tributos incluyen US$ 2.300 de la tasa global arancelaria, US$ 675 por gastos de despacho, US$ 3.878 de Imesi y US$ 3.697 de IVA. Asimismo, si al precio de US$ 20.500 que recibe el importador se le suma su comisión y la de la automotora, el consumidor final puede terminar pagando por ese vehículo -cuyo precio original era de US$ 10.000- hasta US$ 30.000.

Si bien los concesionarios evaluaron como "positivo" el cambio que aplicó el Poder Ejecutivo sobre las alícuotas del Imesi para favorecer la importación de autos 0 km más eficientes energéticamente, sostienen que esto es "insuficiente" para elevar la renovación del parque automotor.

Por ese motivo, presentaron una propuesta al Ministerio de Economía donde se demuestra que la rebaja de 10 puntos porcentuales del Imesi en algunas franjas de cilindradas puede incrementar las ventas hasta un 25%, hecho que llevaría a que el Estado no resigne recaudación.

También ACAU advirtió que el récord de ventas de 2010 incluyó vehículos desprovistos de elementos de seguridad como frenos ABS, cinturones traseros de tres puntas y airbags. Si bien estos tres elementos cuestan en el exterior US$ 700, cuando ese vehículo se vende en Uruguay el sobrecosto llega a los US$ 2.200, hecho que incide en la decisión final de compra.

En tanto, cuando faltan 15 días para que finalice el acuerdo automotor con Brasil, por el cual un determinado número de unidades de ese país llega con arancel de 0%, los importadores transmitieron su "inquietud" por la "lentitud" de las negociaciones. Por otro lado, también están preocupados por las nuevas reglas que regularían el contenido de azufre en las naftas a partir del próximo año.

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