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Si no puede dejar de contestar un e-mail de trabajo aunque llegue a las 2 de la madrugada, si le es imposible quedarse en un café porque se cayó la conexión Wi-Fi, o simplemente no puede salir de vacaciones sin contarle a todo el mundo qué hace a cada minuto, es hora de comenzar su desintoxicación digital.

En 2009, el periodista experto en tecnología Daniel Sieberg se dio cuenta de que sus contactos en el mundo digital eran cientos, pero muy pocos los del mundo real. Entonces decidió hacer algo para revertirlo: alejarse un tiempo de la tecnología. El primer período de abstinencia fue duro -dice-, pero útil y, además, inspiró la idea de compartir su experiencia.

Así surgió su libro "La dieta digital: Plan de cuatro pasos para romper con la adicción a la tecnología y reencontrar el equilibrio en la vida".

Dividido en cuatro secciones (repensar, reiniciar, reconectar y revitalizar), el libro está lleno de recomendaciones y herramientas para ayudar a encontrar un equilibrio, mejorar las relaciones con los otros y la autoestima e, incluso, la productividad en el trabajo, cuenta el autor a "El Mercurio".

Por ejemplo, Sieberg propone dejar el celular en la heladera hasta terminar de comer con la familia, o por lo menos hasta el postre. Tratar de moverse un día sin utilizar Mapcity o un GPS y, además, comenzar una competencia dentro de su familia para ver quién manda menos mensajes de texto en un mes.

"Una pequeña desintoxicación durante el fin de semana para tener un respiro y tomar perspectiva puede ser saludable", dice. "Se trata de una dieta digital, y no de ayuno o inanición. El objetivo es adoptar la tecnología, pero por las razones correctas y en el tiempo adecuado".

La idea no es volver a la edad de piedra y desconectarse absolutamente, sino de moderar la ingesta y darse cuenta de que hay vida detrás de una pantalla. "Me encanta la tecnología y tiene grandes beneficios, pero muchos nos podemos sentir sobrepasados por ella", continúa.

Sus recomendaciones:

1) Contacto cara a cara.

Limite los correos que envía a la gente que está cerca en la oficina. Hable cara a cara.

2) Utilice la tecnología para cambiar malos hábitos. Busque programas de administración de tiempo como RescueTime, que ofrece un desglose visual de tareas minutos antes.

3) Guarde el celular. En salidas sociales, no deje el teléfono en la mesa esperando a que vibre o suene. Esa actitud muestra al otro que es menos interesante que cualquier cosa que pueda recibir en el celular.

4) Límite entre personalidad tecnológica y real. Tenga un e-day, es decir, un período para comenzar y terminar la inmersión en el mundo digital. No se salga de los horarios.

5) Una tarea a la vez. Intente terminar una tarea antes de comenzar con la siguiente. Tenga un máximo de cinco pestañas abiertas en el navegador para no distraerse. EL MERCURIO/GDA