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Rebeldes se quedan sin municiones

Libia. Gadafi vuelve a bombardear opositores; el G8 descarta zona de exclusión aérea

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AP Y AFP

Fuerzas militares de Muamar Gadafi fustigaron ayer a los rebeldes con ataques aéreos y cañoneo desde barcos, tanques y artillería, en un abrumador despliegue de poderío, tratando por primera vez de recapturar una ciudad en el oriente del país.

Combatientes rebeldes se apresuraron al frente mientras las mezquitas en la ciudad transmitían llamados a la defensa. Los opositores se concentraron en las entradas de Ajdabiya luego que las fuerzas de Gadafi les sorprendieron con ataques en dos flancos. Los detractores del régimen empezaban a sufrir, ya de forma severa, la falta de armamento y municiones.

"Ellos no tienen las armas, pero tienen la voluntad de pelear", señaló el teniente coronel Mohamed Saber, un oficial del Ejército que se pasó al lado de los rebeldes.

El ataque a Ajdabiya se produjo luego que tropas del gobierno recuperasen el control de la última ciudad en poder rebelde al occidente de Trípoli. Con la victoria en Zawarah, una ciudad costera a 50 kilómetros de la frontera con Túnez, el gobierno ha consolidado su control del Oeste, que apenas hace unas semanas parecía estarse desmoronando.

El drástico cambio en la fortuna de Gadafi se ha adelantado a los esfuerzos británicos y franceses para conseguir respaldo para una zona de restricciones de vuelo sobre Libia, que parecieron desplomaron ayer ante la oposición alemana y la reticencia estadounidense.

Gadafi dijo que confía en que va ganar la batalla. En declaraciones al diario italiano Il Giornale sostuvo que las opciones de los rebeldes se están acabando. "Sólo les quedan dos posibilidades: Rendirse o huir".

Dijo que él no era como los presidentes de Túnez o Egipto, que cayeron ante las protestas populares. "Yo soy muy diferente. El pueblo está de mi parte".

Sobre la posibilidad de entablar diálogo con la oposición, Gadafi señaló: "No es posible negociar con los hombres de Osama bin Laden".

Ajdabiya es una entrada crucial a la mitad oriental del país, que ha estado en manos de la oposición desde que comenzó la sublevación el 15 de febrero. Si las fuerzas de Gadafi consiguen capturarla, eso les abriría las puertas a un ataque masivo contra Bengasi, segunda mayor ciudad del país y capital de facto de la insurgencia.

Las fuerzas de Gadafi llegaron ayer por la tarde a los suburbios de Ajdabiya, bastión de los rebeldes, y cañonearon la entrada de la ciudad con proyectiles de largo alcance, fuego de tanques y ataques aéreos. Una bomba destruyó un campamento rebelde, dijo un activista local, y otra averió una ruta vital de suministro de los rebeldes.

"No es sólo uno o dos aviones. ¡Son muchísimos!", señaló, mientras se oían explosiones.

El activista agregó que las fuerzas del gobierno también atacaron la carretera oriental que vincula la ciudad con otros bastiones rebeldes.

Los residentes huían a pueblos cercanos. Pero esta fuente señaló que hasta ahora los aviones no habían atacado blancos civiles. El activista dijo haber visto a un combatiente muerto, pero no estaba enterado de otras bajas.

Sin ayuda externa. Las potencias del G8 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, Canadá y Japón) descartaron ayer en París recurrir a la opción militar en Libia, evidenciando sus divisiones frente a Gadafi, aunque prometieron más discusiones en la ONU para adoptar sanciones.

"Estamos de acuerdo en pedir al Consejo de Seguridad que incremente la presión sobre el coronel Gadafi", declaró el canciller francés, Alain Juppé, en la rueda de prensa final de la reunión mantuvieron en París los cancilleres del G8 en cuyas conclusiones escritas no se menciona la opción de una zona de exclusión aérea.

"Los ministros pidieron a Gadafi que respete las legítimas reivindicaciones del pueblo libio respecto de los derechos fundamentales, la libertad de expresión y una forma de gobierno representativa" y le "advirtieron contra las dramáticas consecuencias si se niega".

Presidente en ejercicio del G8, Francia no logró convencer a sus socios de la urgencia de obtener luz verde de la ONU para lanzar una acción militar en Libia y frenar la exitosa contraofensiva de Gadafi.

París y Londres intentaron en la última semana convencer a sus socios de establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia o de efectuar ataques aéreos selectivos para debilitar la potencia militar del dictador.

La opción de la zona de exclusión aérea "ha sido descartada" y "no es eso lo que hoy en día frenará el avance de Gadafi", afirmó más tarde el canciller francés ante una comisión en la cámara de Diputados.

La iniciativa no fue respaldada "simplemente porque algunos de nuestros socios se oponían a cualquier evocación del uso de la fuerza", dijo Juppé antes de precisar que el bloqueo en la ONU viene de China.

"Si hoy en día estamos bloqueados, no es solamente porque Europa es impotente, es porque en el Consejo de Seguridad, de momento, China no quiere oír hablar sobre una resolución que lleve a una injerencia en los asuntos de un país", explicó el canciller francés. Pero estos no son los únicos que se oponen. "Rusia no se resuelve y los estadounidenses no definieron una posición frente a Libia", agregó.

Bahréin: dos muertos, 200 heridos y severa crisis diplomática con Teherán

Más de 200 personas resultaron heridas de bala y dos personas murieron ayer en enfrentamientos que opusieron manifestantes a "bandas armadas" apoyadas por la policía en el pueblo chiíta de Sitra, al sur de Manama, capital de Bahréin.

Un manifestante murió durante enfrentamientos, según fuentes médicas y de los militantes. Y un policía también resultó muerto después de haber sido arrollado intencionalmente por un automovilista que formaba parte de los "revoltosos", anunció el ministerio del Interior.

El rey proclamó ayer el estado de urgencia a raíz de la protesta popular chiíta un día después de la llegada de tropas del Golfo, cuya presencia provocó una crisis diplomática con Irán.

A pesar del estado de urgencia, miles de manifestantes se reunieron delante de la embajada saudí para denunciar la llegada de soldados de ese país. "Bahréin libre, fuera las tropas", gritaban.

Los militares desplegados pertenecen al "Escudo de la península", fuerza común de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG ).

En Teherán, la cancillería iraní calificó la intervención de fuerzas extranjeras en Bahrein de "inaceptable" y estimó que "hará que la situación sea más complicada y más difícil" de resolver. Irán convocó al embajador saudí, al embajador suizo (representante de los intereses estadounidenses en Irán) y al encargado de negocios bahreiní.

En tanto, la Casa Blanca advirtió que "no hay solución militar", sino política, para resolver la situación en Bahréin tras el ingresos de las fuerzas saudíes. AP y AFP

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