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Países europeos atemorizados suspenden proyectos nucleares

Miedo. Austria pide controlar los 150 reactores que hay en el continente

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AFP Y EL PAÍS DE MADRID

Alemania y Suiza se convirtieron ayer en los primeros países en suspender proyectos nucleares como medida preventiva tras la alarma desatada en Japón. En Europa se volvió a abrir un debate sobre reforzar la seguridad de las plantas.

La canciller alemana, Angela Merkel, anunció una moratoria de tres meses sobre la decisión ya adoptada por su gobierno de prolongar la vida de las 17 centrales nucleares del país.

Lo que sucede en Japón, donde las autoridades tratan por todos los medios de evitar una catástrofe en la central Fukushima 1 y en otras tres plantas dañadas por el sismo del viernes, "cambia la situación y en Alemania, también", afirmó Merkel. "No podemos actuar como si no pasara nada", y "lo digo muy claramente: no hay ningún tabú en lo que respecta el examen de las condiciones de seguridad", insistió la canciller.

Berlín tomó así una decisión encaminada a tranquilizar a sus ciudadanos y se sumó a Suiza, un país no miembro de la Unión Europea (UE), que suspendió sus proyectos de renovación de centrales, a la espera de "normas de seguridad más estrictas".

La situación nipona disparó las alarmas en Europa, donde existen unos 150 reactores. Y hay seis centrales más en proceso de construcción (dos en Bulgaria, dos en Eslovaquia, una en Francia y otra en Finlandia). El 15% de la energía que se consume en la Unión Europea proviene de estas plantas.

Reunión urgente. La Comisión Europea convocó para hoy otra reunión de carácter urgente para "obtener información de primera manos sobre los planes de urgencia y las medidas de seguridad". Los ministros de Energía y Medio Ambiente, así como las autoridades nacionales de seguridad nuclear y las grandes compañías del sector, participarán en esa cita.

"Lo que pasa en Japón es claramente un accidente nuclear muy grave y el riesgo de una gran catástrofe no puede descartarse", admitió la ministra francesa de Medio Ambiente, Nathalie Kosciusko-Morizet, cuyo país cubre el 75% de sus necesidades energéticas con sus centrales.

"Queremos el nivel de seguridad más elevado" y "determinar si la energía nuclear es o no controlable", señaló la ministra, que emplazó empero a "no caer en la precipitación".

Sin minimizar la "importancia del debate sobre la seguridad", Elena Salgado, vicepresidenta del gobierno español, llamó a mantener una "perspectiva global" y recordó que las centrales en Japón "por el momento están resistiendo gracias a las medidas de protección".

Pero en Austria, opuesta a la energía nuclear, donde constitucionalmente está prohibida la instalación de estas plantas, la situación es alarmante: "Nosotros reclamamos la máxima seguridad para nuestra población y todos nuestros vecinos deben poder garantizar la de las suyas", instó el ministro de Medio Ambiente, Nikolaus Berlakovitch.

"Queremos controles de resistencia en todas las centrales nucleares de Europa y que se hagan rápidamente", conminó el austríaco.

"La catástrofe en Japón suscita muchas inquietudes", su-brayó su par italiana, Stefania Prestigiacomo. "Deseamos entrar en el sistema nuclear de la UE, pero esperamos tener informaciones sobre la situación de las centrales", agregó. Roma abandonó este tipo de energía en 1987.

Cruzando el océano, en Estados Unidos, algunos legisladores pidieron una moratoria nuclear que ponga freno al desarrollo de este tipo de energía dentro del país.

Otras críticas. "Hay que cerrar progresivamente los reactores y no construir nuevos", instó ayer la organización ecologista Greenpeace.

"Continuar con lo nuclear, después de lo que ha pasado (en Japón), demuestra una total inconsciencia", declaró, en tanto, el ingeniero atómico Jean-Marie Brom, miembro de una organización que reagrupa a opositores a las plantas nucleares, Réseau Sortir du Nucléaire (Red Salir del Nuclear, RSN).

Según Brom, tras la catástrofe de Chernóbil se podía ocultar la amenaza que representa la energía nuclear diciendo: "No es posible que eso que pasó allí pase aquí, los rusos no saben lo que hacen. Ahora no se puede mentir, porque los japoneses son tan capaces como nosotros en cuanto a tecnología", agrega Brom, director de investigaciones en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés).

EE.UU. debate plan energético

El riesgo de catástrofe nuclear en Japón abrió también en Estados Unidos el debate sobre el futuro de la energía atómica, que el presidente Barack Obama había definido como prioritario en su discurso sobre el Estado de la Unión a mediados de enero.

Greg Jaczko, jefe de la Comisión Reguladora Nuclear, intentó sin éxitos tranquilizar a la opinión pública. Explicó desde la Casa Blanca que las 104 centrales estadounidenses, al menos 23 de ellas análogas a las de Fukushima, "están operando de manera segura", también porque están construidas "en base a normas muy elevadas, para resistir un maremoto y huracanes".

Obama declaró en enero que hacia 2035 el 80% de la energía deberá provenir de fuentes "limpias". Entre ellas, además de la solar y la eólica, el jefe de la Casa Blanca incluye a la energía nuclear como principal.

El senador independiente Joe Lieberman pidió ayer una suerte de moratoria sobre las centrales nuevas. Busca con esto verificar si algunas plantas, como las que se encuentran en áreas sísmicas como California o Arkansas, son verdaderamente seguras. ANSA

La cifra

15% Es el porcentaje de energía que se consume en los países de la Unión Europea que proviene de plantas nucleares.

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