Publicidad

La OTAN está lista para actuar en Libia

Crisis. Gadafi continúa bombardeando a su pueblo mientras Occidente discute qué hacer

Compartir esta noticia
 20110308 800x600

AP, AFP Y ANSA

Los occidentales apuran sus planes de cerrar el espacio aéreo libio y la OTAN espera una confirmación de la ONU para actuar en el terreno, donde las tropas de Muamar Gadafi atacaron dos zonas estratégicas en manos de los rebeldes.

La ofensiva a los disidentes por parte de las fuerzas armadas gubernamentales ayer se centró en dos ciudades estratégicas en manos de los rebeldes: el puerto petrolero de Ras Lanuf y en Zauiya.

En la primera, para impedir el avance de las fuerzas de oposición hasta la capital del país, aviones de combate libios lanzaron allí dos incursiones aéreas cerca de las bases rebeldes. No se reportaron víctimas fatales pues al parecer los ataques no dieron en sus objetivos. De todas maneras, el uso de aviones de combate pone en evidencia la vulnerabilidad de las fuerzas opositoras en su intento por marchar en territorio abierto a lo largo de la costa mediterránea hacia Trípoli.

El otro blanco estratégico fue Zauiya, la ciudad más cercana a la capital que había caído en manos de los grupos opositores al gobierno. Testigos relataron que los tanques de guerra y vehículos de combate de Gadafi recorrían la ciudad y disparaban a las casas al azar.

"En cada esquina hay gente que dispara. Gadafi quiere tomar Zauiya antes del miércoles (por hoy). La comunidad internacional debe hacer algo", dijo Murad Hemayma, un portavoz de los rebeldes que aseguró que algunos miembros de su familia fueron asesinados y que otros resultaron heridos en la ciudad, que está sitiada por carros y tropas del coronel libio desde hace varios días.

En cambio en Bengasi, que está en manos de la oposición, el clima es diferente. Allí el jefe del consejo nacional provisorio libio, supuesto embrión del "gobierno revolucionario", el ex ministro de Justicia Mustafá Abdel Jalili, lanzó un ultimátum a Gadafi a través del canal Al Jazeera.

"Deje el país antes de 72 horas, detenga los bombardeos y nosotros no lo perseguiremos por sus crímenes", señaló.

Jalili, que pidió al Parlamento Europeo "reconocer inmediatamente su rol de único representante legítimo del pueblo libio", dijo que ningún emisario de Gadafi fue enviado a Bengasi, sólo algún "abogado de Trípoli" que se había propuesto como "intermediario" para "detener el baño de sangre". De esta manera desestimó los rumores relativos a tratativas secretas del dictador con sectores rebeldes que fueron registrados por medios de prensa árabes.

Lo que sí se supo de Gadafi es que llamó al primer ministro griego Georges Papandreou y le dijo que "cualquier ataque a la seguridad y la estabilidad de Libia tendrá obligatoriamente repercusiones sobre la seguridad en África del Norte, la zona mediterránea y Europa", según la agencia oficial Jana.

"Grecia es un país amigo de Libia y puede transmitir ese consejo a los países de la Unión Europea", agregó el líder según Jana, que no dio más detalles.

Por otra parte, un funcionario de la Cruz Roja denunció que los soldados del líder libio impidieron que unos 30.000 trabajadores extranjeros salieran del país hacia Túnez y que obligaron a muchos a regresar a trabajar a la capital.

Según Ibrahim Osman, los trabajadores migrantes estaban siendo capturados y detenidos la semana pasada en edificios de inmigración cerca de la frontera con Túnez.

DEBATE INTERNACIONAL. En el plano global, las grandes potencias discuten sobre la imposición o no de una zona de exclusión de vuelo a los aviones del gobierno.

Esa posibilidad recogió días atrás la aprobación de la Liga Árabe y de los Países del Golfo e incluso de la Organización para la Conferencia Islámica (OCI), que reúne a 57 países islámicos donde viven más de mil millones de musulmanes.

Pero los occidentales, principalmente Estados Unidos después de la experiencia en Irak y Afganistán, buscan al menos un claro mandato legal en la ONU. En este sentido, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, confirmó que la alianza militar examina todas las posibilidades y que está lista para actuar, pero precisó que no intervendría en Libia sin un mandato de las Naciones Unidas. Además, la Casa Blanca pidió al régimen de Libia "dar un paso al costado" para permitir una "transición" política en el país.

Se espera que entre mañana y pasado los diplomáticos de la OTAN y de la Unión Europea discutan cómo facilitar la salida del coronel.

En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el caso libio fue debatido ayer, pero los diplomáticos subrayaron que no tomarán decisiones apresuradas y muchos expresaron su escepticismo ante la posibilidad de aprobar un proyecto de resolución que prevea una zona de exclusión aérea en el futuro inmediato.

El presidente norteamericano, Barack Obama, habló con el primer ministro británico David Cameron sobre el asunto, y ambos resolvieron seguir adelante con la planificación de respuestas posibles a la crisis.

En tanto, en los demás países que atraviesan revueltas similares a las de Libia, ayer hubo más incidentes violentos.

En Irán las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra opositores que intentaban manifestarse contra el gobierno en el centro de Teherán (ver página 3); y en Yemen un policía resultó herido durante enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y estudiantes que piden la renuncia del presidente Alí Abdalá Saleh. En Egipto hubo marchas contra la violencia religiosa.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad