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Batalla con palos y piedras en Egipto

Guerra en las calles de El Cairo. Manifestantes oficialistas se enfrentaron con los opositores al régimen Hubo tres muertos y 639 heridos Denuncian a "matones" de Mubarak; él no se rinde

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EL CAIRO | EL PAÍS DE MADRID Y AFP

Armados con piedras, palos e incluso adoquines, y algunos con el cuerpo ensangrentado, los opositores a Hosni Mubarak volvían ayer al "frente" para defender la plaza Tahrir de una ofensiva de los partidarios del régimen egipcio.

"¡Al museo!", gritaba un hombre para pedir a los manifestantes, en su mayoría jóvenes, que se precipitasen hacia un lado de la plaza Tahrir (Liberación en árabe), bordeada por el Museo Egipcio, para cortar el paso a una ofensiva de los partidarios del presidente Mubarak, que atacaron durante horas. Ayer, el último balance oficial señalaba que hubo tres muertos, entre ellos un militar, y 639 heridos.

Las escaramuzas eran de extrema violencia, a pesa de que no se vio a ninguno de los dos bandos usar armas de fuego. Luchaban con piedras, palos, barras de hierro y, en ocasiones, con cuchillos.

Una madre dejó a sus hijos unos minutos al cuidado de otra mujer para llevar adoquines a los defensores de la plaza. De repente, alcanzado en la cabeza, uno de los niños, de unos diez años, cayó y perdió el conocimiento.

Se formaban cadenas humanas para repeler a los asaltantes. Por la mañana, los partidarios del régimen cargaron, a veces a lomos de caballos o camellos, contra ellos, pero en muchos casos acabaron en el suelo, donde los molieron a palos, a veces hasta hacerlos sangrar.

El sexagenario Mustafá al Chorbaji, con una enorme zebiba (marca en la frente del musulmán piadoso) estaba enfurecido: "¡Llevamos aquí desde el viernes, se derramó la sangre de más de cientos de personas! ¿Y quién es el responsable? Es este presidente. ¿Cómo puede enfrentar a unos egipcios contra los otros? No es un presidente ¡Es un demonio!", vocea. Para las Naciones Unidas 300 personas habían muerto en Egipto hasta el día martes.

En las inmediaciones del museo, los manifestantes se subían sobre los tanques de asalto, en cuyo interior los soldados ni se inmutaban, para lanzar piedras. Algunos intentaban protegerse con cascos montados con pedazos de cartón.

Y muy cerca, unos jóvenes golpeaban con todas sus fuerzas las estructuras metálicas que encontraban por el camino "para asustar al enemigo", explicaba uno de ellos.

En otro sitio echaban abajo los andamios de un edificio en obras para improvisar barricadas. En el borde de la plaza Tahrir, la mezquita Omar Makram se transformó en un lugar de reposo y de abastecimiento de agua.

"Es la última carta de Mubarak. Poco a poco pierde el control del todo. Tenemos que ser pacientes", presagiaba Nurredin Najeh, de 25 años, con barba corta y tocado, porque tiene la firme convicción de "que (el presidente) pagó a esta gente para que nos atacara".

El País de Madrid señaló que "Mubarak contraatacó de una forma brutal. El presidente egipcio decidió que sólo un baño de sangre podía salvar su régimen y lanzó a miles de sus matones, camuflados como manifestantes, sobre la plaza cairota de Tahrir, el centro simbólico de la revuelta".

En una semana de extraordinarias convulsiones, el 2 de febrero quedó marcado para la historia. Resultaba difícil predecir si el violento coletazo oficialista marcaba el triunfo de la contrarrevolución o si, más posiblemente, condenaba a Egipto a adentrarse en una era de inestabilidad y radicalización.

El vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, llamó la noche de ayer a los manifestantes a regresar a casa. Se dirigió a "todos los ciudadanos", y les pidió "responder favorablemente al llamado de nuestras fuerzas armadas a regresar a casa y respetar el toque de queda a fin de apoyar los esfuerzos del Estado para volver a la calma y la estabilidad", informó la agencia oficial egipcia Mena.

Los militares, que consideraron hace unos días "legítimas" las protestas contra el presidente Mubarak, llamaron a los manifestantes a volver a sus casas para así evitar una ola de sangre. El presidente se niega a dimitir y pretende quedarse en el poder hasta que asuma el nuevo mandatario, que será elegido en las elecciones de septiembre a las que Mubarak, respondiendo a un pedido de su homólogo estadounidense Barack Obama, no se presentará. El norteamericano también pidió que la transición sea "ahora", pero el egipcio, aún, no obedeció.

Turistas uruguayos salieron de El Cairo

Los 18 turistas uruguayos que estaban varados en Egipto, junto con el ciudadano ilegal que fue devuelto de España, salieron ayer del aeropuerto de El Cairo. Hoy partirán otros dos compatriotas que residen en Argentina y que volarán hacia Roma.

Los 18 uruguayos salieron ayer a las 13 horas en un vuelo de la compañía Iberia hacia Madrid. Algunos harían escala allí para volver a Montevideo y otros viajarían a otros países o se quedarían a terminar sus vacaciones en España.

Mariano Álvarez, el uruguayo al que España le negó el ingreso por haber excedido la visa de tres meses y fue devuelto a El Cairo, donde pensaba pasar solo dos días, partió en la mañana de ayer hacia Madrid y por la noche viajaría por Aerolíneas Argentinas hacia Buenos Aires. "Esta era la mayor emergencia y se solucionó" dijo ayer a El País la embajadora Inés Ubici.

En tanto, Carlos Palma, profesor y religioso uruguayo que reside en Egipto, se comunicó con Ubici y dijo que se encontraba bien. "Se enteró por la prensa que lo estábamos buscando", expresó la embajadora. En tanto, aún no pudo ser ubicada la uruguaya Beatriz Valiente, que reside en Egipto, "pero a veces viaja a Suecia", añadió Ubici.

Oposición en varios frentes

Divididos

La oposición egipcia incluye partidos nacionalistas, naseristas, socialistas o islamistas, y personalidades de la sociedad civil, como el ex premio Nobel de la Paz, Mohamed ElBaradei. Gran parte de dicha oposición forman parte de un comité que dio a conocer el martes su negativa a negociar si Mubarak no renuncia.

Laicos

Los partidos laicos legales de oposición son alrededor de 20. La mayoría de ellos son pequeños y tienen una representación parlamentaria limitada (unas 15 bancas en total sobre 518). El más conocido es el Nuevo Wafd, creado en 1978, inspirado en el Wafd, que había sido fundado a principios del siglo XX y fue durante mucho tiempo el principal partido nacionalista del país. También está el partido Al Ghad, del opositor Ayman Nur, quien se presentó contra Mubarak en las elecciones presidenciales de 2005, así como varias formaciones de izquierda socialista o herederas del ex presidente Gamal Abdel Naser (1954-1970).

Islamistas

Los islamistas están dominados por los Hermanos Musulmanes, fundados en 1928. Esta cofradía está prohibida y no constituye una formación política, ya que la Constitución no autoriza los partidos basados en creencias religiosas. En los hechos, se tolera a los Hermanos, que han sido masivamente arrestados en más de una oportunidad y están muy bien implantados en instituciones de caridad o sindicales. Considerado como el principal movimiento opositor, obtuvo 88 bancas en las elecciones legislativas de 2005. En 2010, perdió su representación parlamentaria, tras retirarse de los comicios entre la primera y la segunda vuelta por considerar que el poder había hecho fraude.

Civiles

Entre los movimientos originados en la sociedad civil se encuentra la Asociación Nacional para el Cambio de ElBaradei, ex director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, la cual se considera una entidad dúctil integrada por personalidades o movimientos que reclaman reformas democráticas. También está el Movimiento de Jóvenes del 6 de Abril, cuyo nombre proviene de un levantamiento obrero en el delta del Nilo en 2008, el cual está presente ante todo en Internet. El movimiento Kefaya (¡Basta!) fue fundado en 2004 por militantes antigubernamentales y multiplicó las protestas cuando se realizaron las elecciones de 2005, tras lo cual se volvió menos visible.

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