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Una Torre de Babel de 30 mil libros en Buenos Aires

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Acción por la cultura

Hoy se inaugura una gigantesca estructura de 25 metros de altura integrada por 30.000 libros de todas las lenguas que componen la Torre de Babel, creada por la artista argentina Marta Minujín. "La idea es unificar todas las razas a través del libro", explicó la artista sobre esta original obra que permanecerá enclavada en la céntrica Plaza San Martín de Buenos Aires hasta fines de mayo, cuando parte de los ejemplares sean entregados al público y otra parte donados a bibliotecas populares de esa ciudad.

Ya que la Unesco designó a Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011, Marta Minujín, diosa del pop-art argentino, quiso celebrarlo levantando la Torre de Babel de Libros. Amiga de Andy Warhol y de Christo, Minujín vuelve a ser la `niña terrible` de los años 60 mientras sube maravillada los escalones de su nueva creación: una Torre de Babel de 30.000 libros y 25 metros de altura, erigida en la Plaza San Martín de Buenos Aires.

"Es muy gracioso tener que subir y bajar en una obra de arte", dice a la AFP esta mujer de cabellera rubia y con eternos anteojos de sol, cuyo primer happening "La destrucción", tuvo lugar en París en 1963. Y años más tarde, al finalizar la dictadura militar en Argentina (1976/83), ella construyó un enorme Partenón de libros prohibidos para marcar el fin de la censura. Ahora, con esta torre, ella asegura que quiere reunir al país y a los seres humanos. "No entiendo por qué tenemos que hablar distintos idiomas", dice esta artista convertida en los años 60 en una de las figuras del Instituto Di Tella de Buenos Aires.

CUIDADA SELECCIÓN. Del total de los libros que forman la original estructura, 16.000 fueron donados por más de 50 embajadas, que aportaron ejemplares en su idioma original. Se les pidió enviar textos que representaran su cultura. Así, Cuba participó con Fundamentos políticos del Estado cubano, de Jorge Lezcano Pérez, y Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, por ejemplo. Japón, con Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, y muchos libros de arte, entre otros. Sudáfrica envió Poverty to Prosperity, de Gregg Mills, por ejemplo. México incluyó La música de lo que pasa, de David Huerta, y Poemas para ser leídos en el metro, de Arturo Dávila.

Minujín explica: "Yo quería una Buenos Aires más cosmopolita. El arte no tiene idioma. Con esta obra quise que, a pesar de que la integran libros de distintos idiomas, el lenguaje sea el mismo para todos. Quiero que se vuelva a un solo lenguaje, por eso la idea de la torre de Babel. Es una obra de participación masiva, para que la entienda todo el mundo".

En tanto, los 4.000 tomos restantes llegaron gracias a una campaña de recolección en bibliotecas, librerías y CGP porteños, que cerró el 31 de marzo. La gente podía acercar cualquier libro.

Por lo que pudo revisarse entre las donaciones, cantidad de tomos registrados por nombre y autor, sellados y envasados en bolsas de plástico, guardados en cajas en la Biblioteca Municipal Manuel Gálvez, en las inmediaciones de Córdoba y Montevideo, fueron pocos los que aprovecharon la obra para desprenderse de algún libro odiado y abandonado que estaba juntando polvo en un rincón. Esta torre de Babel, futura biblioteca, no está conformada por un depósito de ejemplares viejos. Al contrario: la mayoría son nuevos, y fueron elegidos con mucho cuidado.

ENTRE LOS TOMOS. A medida que uno sube, mientras se camina sobre esta estructura liviana, uno se va alejando de la plaza San Martín y de la ciudad entera. Uno se siente desmayar y volver a tierra bien cerca de las nubes.

"¡Marta!", se escucha desde abajo. Se da vuelta. "¿Cuándo abre?", le preguntan dos mujeres, y ella responde: ¡"El jueves"!

Debemos estar en el quinto piso. Dejamos atrás Europa para llegar a Asia. Los libros siguen rodeándonos, envueltos en bolsas de plástico transparente para protegerlos de la lluvia, cuidadosamente colgados a la estructura metálica.

Todos los libros van a desaparecer pronto. El 28 de mayo, la Torre será desmontada.

"El 28 a estos se los va a poder llevar la gente", dice sobre los que están en los dos primeros pisos. Los otros serán llevados a la nueva "Biblioteca Babel" a algunas calles de allí, que se transformará en la primera biblioteca multilenguas de la capital.

"¡Miren la vista de ese castillo!", exclama Minujín mientras que detrás de los árboles, al sur, surge el imponente edificio Palacio Paz, de estilo francés, hermoso testimonio de la Argentina opulenta de los años 20.

Para ella, el arte debe ser un juego. Pero es una locura llena de rigor. "Va a haber música", cuenta. "Y se escuchará la palabra `Libro` en más de 50 idiomas". Pero la Torre aún no abrió sus puertas y es en medio de un gran silencio que llegamos a la cima.

"¡Se ve el río!", exclama Minujín mostrando al este un Río de la Plata majestuoso. Allí, uno realiza que se disfruta aún más de un punto de vista que se sabe efímero. "Nunca más nadie estará parado en este lugar", dice la artista. (AFP - LA NACIÓN)

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