Publicidad

Buen impacto académico en escuelas con portugués

Frontera. Algunos niños de centros bilingües mejoraron sus textos en castellano

Compartir esta noticia
 20110413 800x526

FREDDY FERNÁNDEZ Y MARÍA E. LIMA

En escuelas de la frontera con Brasil se corregía como incorrecto el portuñol, lo que provocaba baja actuación académica. En muchos casos hoy eso cambió. Hay 38 escuelas fronterizas en las que enseñan en portugués y proyectan que sean más.

Varias ciudades de departamentos del Norte del país son bilingües: se caracterizan por la presencia del español y del portugués. Además, en esas regiones se hablan otras variedades lingüísticas, denominadas comúnmente "Portuñol", "Fronterizo" o "Brasilero" y en trabajos científicos se les llama DPU (Dialectos Portugueses del Uruguay) o portugués uruguayo (ver infografía).

"La compleja situación sociolingüística de la zona fronteriza no ha sido tenida en cuenta en la educación en esa región. El rol tradicional de la escuela ha sido el de trabajar con el objetivo de reforzar y promover el uso del español y corregir las `hablas incorrectas` típicas de la zona. Como consecuencia, los resultados educativos han sido tradicionalmente muy magros en esta zona", indica el informe del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) "Portugués del Uruguay y educación bilingüe", elaborado en 2007 por Nicolás Brian, Claudia Brovetto, Javier Geymonat, Ana María Carvalho y Luis Behares.

Sin embargo, hoy en día, en comparación con ese informe de 2007, la realidad ha cambiado, al menos en gran parte de las escuelas públicas fronterizas con Brasil. "Se fue la onda del desprestigio del portuñol", considera Lucía Rodríguez, maestra directora de la escuela 45 del barrio Progreso, ubicada en la periferia de la ciudad de Rivera, zona urbana donde es más común el uso del portuñol.

Rodríguez sostiene que "en algunos casos el uso de dialectos actúa como una debilidad. En muchos otros, como una fortaleza. Si se pretende enseñar en zonas de frontera como la nuestra y en contextos como el de nuestra escuela partiendo del español, puede producirse un corte ya que en muchos casos no es la lengua materna. Por ello, dificulta la comunicación (entre alumnos y maestros)". En cambio, "si se hace del dialecto un aliado y se enseña el español conjuntamente con el contenido, lo veo como una fortaleza", indica la maestra de la escuela 45 de Rivera.

Ese centro educativo público es bilingüe, allí se enseña en español (lengua oficial) y en portugués (brasileño).

PROGRAMAS. La 45 es una de las 38 escuelas públicas de la frontera con Brasil donde el CEIP aplica dos programas: el de inmersión dual español - portugués, que empezó en 2003 y se aplica en escuelas de tiempo completo, y el de segundas lenguas por contenidos curriculares, que comenzó en 2006 en escuelas comunes.

La diferencia entre ambos programas es el tiempo pedagógico: en las de tiempo completo la mitad de cada jornada escolar es en portugués. En el programa que se aplica en escuelas comunes son sólo tres horas semanales de contenidos curriculares en portugués.

Esas 38 escuelas están en los departamentos de Artigas (Artigas, Sequeira y Bella Unión), Rivera (Rivera y Tranqueras), Cerro Largo (Aceguá, Isidoro Noblía) y Rocha (Chuy).

Javier Geymonat, responsable del área de portugués del Departamento de Segundas Lenguas y Lenguas Extranjeras del CEIP, dijo que esos programas "tienen que ver con la inclusión del portugués en esas escuelas. No quiere decir que se enseñe el portugués (los niños ya lo saben) sino que ese idioma se introduce a través de la enseñanza de contenido curricular en portugués".

EVALUACIÓN POSITIVA. A fin del año pasado el CEIP hizo una investigación en relación a la adquisición de la lengua escrita en niños que asisten a escuelas con programas bilingües (español-portugués).

"Se vio que los niños que van a escuelas bilingües son capaces de producir textos un poco mejores que los que elaboran niños de escuelas monolingües. Y tienen menos interferencia del portugués en el español cuando producen textos escritos", explicó Geymonat.

En el quinquenio "se va a ampliar la experiencia, incluso portugués ya ha salido del contexto fronterizo; hay experiencias en una escuela rural de Salto y en la escuela Brasil de Montevideo", indicó Geymonat.

El consejero del CEIP, Héctor Florit, informó que en el quinquenio piensan incorporar 238 cargos docentes en el Programa de Educación Bilingüe (en 2011: 47 cargos de profesor de inglés y de portugués; en 2012: 60 cargos más de profesor de inglés y de portugués; en 2013: 52 cargos más de profesor de inglés y de portugués; en 2014: 79 cargos más de profesor de inglés y de portugués).

Pablo Silva, maestro director de la escuela 44 de tiempo completo de Rivera, dice que "hay alumnos que manejan más el portuñol que el español y eso provoca dificultades en el manejo de nuestra lengua estándar. Ello incide no sólo en la habilidad específica del habla sino también en el manejo reducido del vocabulario al leer o al escribir. Pero también hay alumnos que se manejan bien en portuñol y en español. Depende mucho del hogar".

Elisa Rodríguez, madre de dos varones que concurren a la escuela 74 de Aceguá, Cerro Largo, donde se aplica el programa de portugués, cuenta que ellos son "brasileños, pero por cuestiones de trabajo vivimos en Uruguay, en casa se habla todo el tiempo el portugués, incluso los dos niños, pero en la escuela ellos hablan español y a veces mezclan algunas palabras". (Producción: N. Araújo)

TESTIMONIOS DE MAESTROS RIVERENSES

Valentín Leal

EXDIRECTOR DE ESCUELAS, RIVERA

"Es muy difícil querer en estas zonas que el español sea la lengua madre, porque de hecho es el DPU (Dialectos Portugueses del Uruguay). Es lo que el niño vive, la primera lengua que aprende", dijo el maestro, que se jubiló el año pasado. "Creo que enseñar correctamente portugués facilitaría que el niño fronterizo tomara conciencia del valor de esa lengua y del español".

Carolina Garín

EXMAESTRA DIRECTORA, RIVERA

"No debemos ignorar nuestra lengua materna, el DPU (Dialectos Portugueses del Uruguay), que, como todo dialecto, no tiene forma escrita, pero es la única manera de comunicarnos con nuestros alumnos. Debemos respetarlo. El DPU ha sido lo que más me ha posibilitado la comunicación con mis alumnos durante 35 años de docencia, muchos en educación especial", aseguró.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad