Los vendedores de tortas fritas quieren ser regularizados y pretenden que la venta el bocadillo más popular del Uruguay, cuya importancia es reconocida por el MEC en la fiesta anual de la torta frita de Canelones, sea reglamentada con claridad.
"Lo que ellos plantean es tener un reglamento, contar con carné de salud, ropas blancas, medidas de higiene mínimas y además convertirse en monotributistas para hacer aportes al BPS", explicó el edil nacionalista Enrique Arezo, que estuvo reunido con integrantes de la Asociación de Vendedores de Tortas Fritas.
Arezo se comprometió a llevar estos planteos a la Comisión de Desarrollo Económico de la Junta Departamental, así como a acompañar el proyecto de reglamentación.
"La torta frita es declarada como Patrimonio Nacional por el Ministerio de Cultura, (aunque) debe venderse informalmente y a escondidas de los inspectores", se quejó Silvio Olivera, miembro de la asociación que nuclea a unos 150 vendedores. El edil blanco sostuvo que debería considerarse a la torta frita del mismo modo que los tacos y tortillas mexicanos. "Es lo primero que compran los turistas cuando llegan los cruceros a Maldonado", aseguró.