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Julio Verne

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Ruben Loza Aguerrebere

La esponja del tiempo, que tanto borra como pule, no ha sido impiadosa con este autor de incontables fantasías, fuertemente vinculado a los momentos inolvidables de todos los lectores. Me refiero al legendario Julio Verne, quien levantó el vuelo hace 105 años, y a quien no se puede acusar de falta de imaginación.

Es, por cierto, uno de los escritores más creativos de la literatura, y de los más seductores, en especial en los días azules de la infancia, como decía Antonio Machado. Y es que Julio Verne no ha sufrido ni el peso del olvido, ni del silencio; y periódicamente da señales de fervor y de arraigo entre los visitantes de las nuevas generaciones a su obra, a quienes también seduce.

Julio Verne no fue un aventurero. Nacido en Nantes en 1828, apasionado por la literatura tempranamente, escribió una pieza teatral que se estrenó en 1850, apadrinado por Alejandro Dumas. Luego redactó el cuento "Un viaje en globo", al que transformaría en la famosa novela "Cinco semanas en globo".

A los 29 años, se casó con una señora viuda, madre de dos niñas. Desde entonces trabajó como agente de cambios, y este oficio le permitió alcanzar holgura económica como para dedicarse sólo a las letras. Y así lo hizo. Trabajó como un artesano, y fue publicando un libro tras otro, sin prisa y sin pausas.

Sin moverse, realizó sesenta y cinco viajes imaginarios, plenos de atracciones y de aventuras. Sus libros de aventuras tienen connotaciones de orden histórico, científico y geográfico. También poseen un estilo que prevalece por encima del pánico ante lo desconocido, frente a una ciencia poblada de cacharros inolvidables, que entonces atemorizaban a todos.

Entre sus invenciones destacan al célebre submarino "Nautilus"; un cohete que se elevo rumbo a la Luna, desde Miami, y al que imaginó cayendo en el mar, y fue a unos cuatro kilómetros del lugar donde lo hizo años después la nave Apolo, y, en fin, recordemos al "Albatros", una especie de helicóptero, entre tantos inventos.

Julio Verne creó asimismo una galería de personajes que tampoco ha sido tocada por el tiempo: siguen vivos el Capitán Nemo, los hijos de Grant, Miguel Strogoff (el correo del zar), Phileas Fogg y Robur. Y todos ellos están integrados a la vida misma de los lectores, porque siguen viviendo en cada uno de nosotros.

No logró ingresar en la Academia Francesa de Letras, pero lo hizo, en 1905, a la posteridad. Hombre sensitivo, supo sacar todo de su imaginación. Viajero inmóvil, sus aventuras lo pasearon por los lugares más inverosímiles. Podemos decir que se dedicó a soñar, pero sin dejar de ser un hombre provinciano, retraído, sencillo, escrupuloso, infantil e inmortal.

NOVEDADES EDITORIALES. Con el título de "Versos de vida y muerte" (Siruela/Gussi) se ha editado la última novela del Premio Príncipe de Asturias, Amos Oz. El autor es el protagonista (sin nombre) de esta obra que no deja de inventar los personajes que encuentra en el camino. Así, vagando entre personas solitarias, entrega más allá del balcón de este libro un mundo de suma riqueza.

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