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Lo que cuesta ejercer la ciudadanía

Convivencia. La mayoría de los reclamos por ruidos molestos, malos olores, humo o construcciones inapropiadas son contra comercios | La suerte de denunciantes y denunciados es dispar

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Un promedio de 800 clausuras por año ejecuta la IM desde Inspección General. En casos de denuncias similares, hubo resoluciones en "tiempo récord" y otras "eternas", sin respuesta. En la IM culpan a la burocracia; vecinos acusan abuso de poder.

Las denuncias que presentan los vecinos son múltiples; desde ruidos molestos, malos olores, humo constante de una chimenea que no cumple con la reglamentación, hasta edificaciones inapropiadas. Locales bailables, clubes sociales, espectáculos públicos y comercios gastronómicos son, en su mayoría, los denunciados.

Entre toda esta maraña de casos existen denuncias de vecinos que son similares en su reclamo, pero que tienen distinto tratamiento a la hora de su resolución final o que, en muchos casos, ni siquiera hubo una respuesta concreta sobre el curso del expediente.

Consultados sobre este problema, que muchos denunciantes lo califican como abuso de poder, jerarcas y funcionarios municipales de las dependencias involucradas, alegan que se debe simplemente a "la falta de conexión" entre los distintos brazos de control del municipio, además de estar inmersos en un sistema burocrático, que enlentece el proceso.

Si bien el área Inspección General (a través de la sección "Clausura") es la que ejecuta el cierre de un local, no todas las resoluciones se determinan allí. Existen otras reparticiones con áreas de control específico, tales como el Servicio de Regulación Alimentaria -para locales gastronómicos-, Servicio de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas (SIME), o contralor de Edificaciones.

"No te quepa duda que existe falta de conexión. Son brazos del mismo cuerpo y no actúan coordinadamente. Pero también te digo que tengo 30 años de municipio y esto siempre pasó. Es decir, nunca estuvo establecida esa conexión", afirmó Jorge Alberti, director del área de Inspección General de la Intendencia.

Desde SIME defienden el proceso burocrático, como herramienta de garantía. "La burocracia surge de respetar los procedimientos para darle garantías a las partes. Es decir, si uno fuese y cerrase un lugar porque le parece, puede ser abuso de poder. Por eso es que hay determinados procedimientos a respetar y por eso es que son lentos", adujo uno de los ingenieros del área.

"A veces desesperan a quien se entiende lesionado. Pero es la garantía para la persona de que no se va a proceder en forma inadecuada", remató.

Desde Inspección General, Alberti asegura que en las áreas que les compete tomar resolución, ejecutan de la forma rápida y lamenta que no se proceda de la misma forma en el resto de las dependencias.

"Admito que como no estamos en todos los casos hay otras denuncias o injusticias que no llegamos a conocer, porque corresponde a otra área y pasan. Ahora, yo no me voy a hacer ineficiente porque los demás lo sean. Lo que me compete a mí lo gestiono de forma eficaz. En lo que respecta a otras dependencias esperamos su resolución para clausurar", se justificó el jerarca.

Los ruidos molestos, el humo de las chimeneas y las construcciones inapropiadas son de los ítems que mayor conflicto generan entre los ciudadanos. Precisamente, una construcción inapropiada fue el muro de bloques que un vecino le construyó a Bettina Berti frente a la ventana del comedor de su casa en Carrasco.

Dicho vecino tiene un pequeño boliche que, según Berti, el ruido se torna insoportable, sin contar el humo que emana la chimenea del local.

En 2007, hizo la denuncia correspondiente en la sección Contralor de Obras, y también dejó su denuncia en SIME, además de pasar por su Centro Comunal. En julio de 2008 escribió una carta a puño y letra dirigida al Intendente, preguntando por qué no tenía respuesta. Todavía sigue esperando una respuesta.

"Estoy indignada. Este señor tapó una de las ventanas de mi casa y nadie hace nada. Recibió una multa y nada más", se quejó la denunciante.

CHIMENEAS CONFLICTIVAS. Entre otros casos similares, los vecinos del edificio Antibes (Benito Blanco 1275) denunciaron hace ocho años en el Servicio de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas de la IMM las densas nubes de humo y hollín que en invierno y verano lanzaba la chimenea del Club Banco República, según los vecinos. Como no tuvieron respuesta decidieron activar la denuncia pero en la IM les dijeron, según cuenta Lilian Goligorsky, una de las inquilinas del edificio, que el expediente había sido archivado, por lo que debían hacer una nueva denuncia.

"Nadie nos dio explicaciones acerca de ese insólito archivo", dice con indignación Goligorsky. Con paciencia la anciana presentó una nueva denuncia en junio de este año, pero no pudo hablar con nadie.

"No pude hablar con ningún inspector, me dicen que tienen problemas de salud y no está yendo a trabajar. Pero no deben tener uno solo, ¿no?", se pregunta. Hace poco más de una semana que la chimenea no larga más humo.

Consultados por El País, en la IM no recordaban con exactitud el caso, y desde el Club afirmaron que recibieron varios inspectores, que concluyeron que no había nada para hacer, ya que estaban en los parámetros normales de emisión, según el jefe de conservación y servicios del club. La vecina aseguró que el humo y el hollín, más allá de los parámetros y de no tener respuesta de la IM, le impidió abrir las ventanas.

Un local de comida rápida, Mamma Mía, en 21 y Ellauri, fue denunciado por el humo de su chimenea. La comerciante, Karina Pedreira, tenía las habilitaciones correspondientes y otras en trámite. Fue intimada por Inspección General a elevar la altura del ducto de la chimenea, y a retirar las mesas y sillas del retiro frontal (ver testimonio). Pedreira hizo los arreglos en fecha pero como SIME no fue a chequearlo, Inspección General la clausuró. Le costó dos meses de cierre, a cuatro meses de abrir el local. la semana pasada le volvieron a dar la habilitación.

La cifra

800 denuncias por año son las que ejecuta en promedio la comuna de Montevideo: ruidos molestos, malos olores, humo y hollín.

Testimonio

Karina Pedreira: "Quise hacer las cosas bien y trabajar, terminé dándome contra todo"

Yo quería trabajar. Había abierto en enero y estaba con las habilitaciones al día y otras en trámite. Cuando me intimaron levanté las observaciones que me hicieron, pero me clausuraron igual. Quise averiguar qué había pasado y fue un dolor de cabeza. Me dirigí a la Sección Inspección General, donde fuimos atendidos por dos funcionarios que no supieron responder dónde se encontraba el expediente. Ahí nos atendió la jefa del Departamento, Raquel Núñez, que nos informó que el 20 de agosto el expediente había pasado a Clausura. En Clausura nos informaron que el expediente había pasado a Secretaría General. En Secretaría General nos expidieron una nota donde constaba que el expediente se encontraba en Central de Inspección General desde el 20 de agosto. Allí nos atendió otra vez Raquel Núñez, quien nos reiteró que el expediente se encontraba en Clausura. En Clausura nuevamente fuimos atendidos por la funcionaria Olga Navarra, que nos dijo que el expediente estaba en el escritorio de Cheda (jefe de Clausura), pero que sin su autorización no nos iba a exhibir, y que Cheda no regresaba hasta el lunes. Cuando solicitamos, con mi escribana, hablar con alguna jerarquía del sector nos recomendó hacerlo con el Director del departamento, Jorge Alberti. Pudimos escuchar que el funcionario García de Inspección General informó de la presencia de la "mujer de la chimenea", y luego el mismo funcionario nos informó que Alberti estaba en una reunión y no nos podía atender. Pedí a una portera que dijo llamarse Diana que me coordinara una reunión con Alberti, y luego de esperar unos minutos el señor Alberti nos mandó decir por la portera que no nos iba a atender porque no se encarga de asuntos de Clausura. Lo único que quería era ver el expediente. Siempre quise hacer las cosas bien y trabajar. Y me di contra todo".

"Yo quería averiguar qué había pasado y fue un dolor de cabeza".

Sospechas de coimas y abusos

Varios denunciantes consultados hablan de "abuso de poder", e incluso de "corrupción" en las decisiones que toma el servicio de la Intendencia de Montevideo. El director del Servicio de Inspección General, Jorge Alberti, rechazó de plano las acusaciones.

"Acá nos han dicho de todo, pero coimeros hace mucho más de diez años que no nos dicen. Y uno de los motivos por los que yo me quedé acá es porque el 80% de las denuncias de coimas salían de acá. A los seis meses que yo vine para acá nunca más hubo una denuncia. Si mañana vos encontrás a un inspector corrupto, te pido por favor que vengas y me lo digas y, si tenemos las pruebas adecuadas, no solo se va a quedar sin trabajo, sino que termina preso", aseguró Alberti.

"Soy el tipo de la Intendencia que sumarió más directores en toda la historia. Y algunos fueron presos. Si a mí me decís que un inspector coimea y están las pruebas, las vemos. No quiero municipales corruptos acá".

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