CiUDAD DEL VATICANO | Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, lanzó la alarma sobre el estado de los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina por la contaminación causada por el flujo importante de turistas que la visitan cada día.
"El problema de este lugar mítico, visitado cada día por varios miles de personas, es representado por la excesiva presión antrópica, que lleva a la necesidad de rectificar con compensaciones ambientales de eficacia proporcional el control climático que ya no es adecuado y la reducción insuficiente de la contaminación", dijo Paolucci en nota con el Osservatore Romano. Según el director, "años después de la discutida pero ejemplar intervención de restauración, la Capilla Sixtina concentra la atención de los responsables de los Museos Vaticanos por motivos de conservación que son más importantes que las disputas sobre el uso de los solventes, que monopolizó el debate entre los expertos a finales de los años `80".
"Si queremos conservar la Sixtina para las próximas generaciones, éste es el desafío que debemos enfrentar", subrayó Paolucci, quien citó al respecto a Giovanni Urbani, teórico de la conservación preventiva.
"No es posible producir obras maestras como las del pasado: no hay ni habrá más un nuevo Miguel Ángel o un nuevo Rafael, pero podemos desplegar, para conservar este patrimonio, recursos de creatividad e inteligencia en nada inferiores a los que emplearon estos grandes hombres en producir arte", dijo, citando a Urbani.
El efecto negativo sobre los frescos de la presencia de las decenas de miles de visitadores que pasan por la Sixtina, dijo Paolucci, quedó claramente visible cuando, como cada verano boreal, se procedió al "desempolve" de la capilla.
Durante el año pasado, el número de turistas que visitaron la Sixtina pasó de 3 a 4 millones, a causa del horario extendido de apertura (antes se cerraba entre las 14.00 y las 16.00, ahora a las 18.00) y a las aperturas extraordinarias. En verano y en las cercanías de fiestas como Pascua y Navidad se llega al nivel récord de 25 mil personas al día. ANSA