El colosal error de las encuestas en las recientes elecciones de Colombia reanima la polémica sobre la incidencia de los sondeos de opinión en los resultados electorales. El caso colombiano es un récord pues el error fue gigantesco. La predicción era un empate técnico entre Santos y Mockus, ambos en torno al 35% de los votos. El resultado fue de 46% a 21% a favor de Santos, es decir, 25 puntos de diferencia. Aunque las encuestadoras argumentan que en los trece días anteriores no pudieron encuestar por veda legal, su fracaso fue total.

Por cierto, ese yerro no tuvo la magnitud de los cometidos por nuestras encuestadoras en las elecciones municipales de mayo, pero confirma que los resultados de los sondeos de opinión son apenas un dato más, no decisivo, sobre las tendencias del electorado.