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Ajustes salariales: no afectar la economía ni a los desempleados

Aumentos. Gobierno advierte por impacto en IPC y en la competitividad

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DIEGO FERREIRA

El gobierno dio ayer un mensaje de moderación en materia de salarios privados. Quiere acuerdos a largo plazo y que no deparen subas que impacten en el IPC ni afecten la competitividad. Tampoco que generen más informales y desempleados.

El encuentro realizado ayer en la sede del IMPO estuvo encabezado por los ministros de Economía, Fernando Lorenzo y de Trabajo, Eduardo Brenta. Junto a ellos participaron el director de la Asesoría Macroeconómica Andrés Masoller y el subsecretario de Trabajo, Nelson Loustanou.

Lorenzo adelantó que uno de los criterios para la ronda pasa por "promover la firma de convenios de larga duración" -sin precisarla- y más "flexibles", al "recoger la heterogeneidad sectorial y las diferencias al interior" de cada rama de actividad.

A través de los convenios se buscará asegurar "la distribución del fruto del crecimiento económico, compartiendo con los trabajadores el mejor desempeño de las empresas". En ese sentido, señaló que los futuros acuerdos "deberán garantizar la continuidad del proceso de generación de empleo y las mejoras salariales".

El concepto que dejó el gobierno es que los ajustes no pueden conspirar contra la generación de puestos de trabajo, la competitividad (especialmente del sector exportador), ni ambientar "una espiral de precios-salarios en sectores que atiendan demanda interna". Para ello la negociación deberá dejar de ser casi exclusivamente salarial para incorporar nuevos elementos que apunten, entre otras cosas, a la formación profesional y la inclusión de los segmentos sociales (mujeres y jóvenes) con difícil acceso al mundo laboral, tal como planteó ayer el ministro Brenta.

Así, la tendencia de los aumentos será más específica a la realidad sectorial, luego que los trabajadores recuperaron en lo global el salario perdido en el gobierno de Batlle. Masoller recordó que entre diciembre de 2004 y marzo de 2010, el salario real aumentó 30%, contrarrestando la pérdida del 24% (registrada en el período diciembre de 1999-diciembre de 2004). La recuperación se cumplió "con creces", dijo Masoller.

De cara a estos próximos 5 años, el gobierno ya anunció en el marco de la presentación del futuro presupuesto que los salarios privados aumentarán un 14,5% cuando la economía variaría -según las proyecciones oficiales- hasta un 23,2%.

Sobre los futuros aumentos, Lorenzo indicó que la distribución de los "frutos del crecimiento" se hará en base a ajustes anuales que resulten de la combinación de la inflación proyectada, el crecimiento esperado de la producción general de la economía (componente macro), e indicadores de desempeño sectorial (componentes micro). La proporción entre ambos componentes en la pauta global deberá definirse, decía la presentación de Lorenzo.

Así, "en la combinación de esos elementos va a estar el corazón de la negociación en materia salarial", opinó Lorenzo.

A su vez, se incluirán "correctivos por la inflación observada y por la evolución observada de los componentes macro y sectorial". Serán "correctivos específicos ante desvíos entre lo observado y lo que efectivamente ocurre", argumentó el ministro, sin adelantar cuándo se aplicarían.

Además, "los acuerdos van a tener que incorporar una cláusula de salvaguarda", que se active ante un "cambio de circunstancias". Lorenzo recordó que no todos los sectores de actividad lograron sortear la crisis financiera de 2008.

Para contribuir a la negociación, el gobierno ya encargó a agencias del Estado (BPS, DGI, BCU) la elaboración de datos a nivel macroeconómico y sectorial que sirvan de guía a los negociadores. En esa línea, Masoller sostuvo que las heterogeneidades de las ramas de actividad no fueron contempladas en las rondas anteriores en favor de la recuperación salarial. En la última negociación (2008), de los 230 convenios colectivos, sólo 10 incluyeron variables de desempeño sectorial, afirmó.

sumergidos. El gobierno priorizará la atención a los salarios más sumergidos a través de "aumentos diferenciales para contemplar situaciones especialmente críticas en sectores de bajos ingresos"; y mediante la reducción gradual del complemento de cuota mutual. "Estamos dispuestos a poner un esfuerzo de la política fiscal para favorecer a los trabajadores en las categorías ocupacionales más bajas", dijo Lorenzo.

También se apuntará a incrementar el Salario Mínimo Nacional (SMN) en términos reales, "siempre y cuando no existan manifestaciones evidentes de afectación negativa en los sectores de empleo donde se requiere menos capacitación", remarcó Lorenzo.

Convenios: Deberán garantizar la generación de empleo y la mejora salarial, dijo Lorenzo.

Formación y capacitación como parte de la agenda de la ronda

El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, fijó algunos temas de agenda para la próxima ronda, que están por fuera de la materia salarial, con el objetivo de lograr la "mejora sustancial de las relaciones laborales".

Brenta dijo que con relaciones más maduras y si hay acuerdo entre ambas partes se podrá fomentar la formación y capacitación profesional, una de las prioridades de su gestión.

El Estado asignará un rol central al Instituto de Empleo y Formación Profesional (Inefop), pero también abordará este aspecto a través de fondos de capacitación sectorial, el estímulo a los trabajadores para que culminen sus estudios en la enseñanza formal mediante programas como "Uruguay estudia".

Brenta planteó otras metas como la readecuación de las categorías de trabajo y evaluación de tareas, así como también se apunta a mejorar el subsidio por enfermedad y los subsidios por maternidad.

El sector empresarial se mostró preocupado ante la extensión de la plataforma reivindicativa, según señaló Juan Mailhos, asesor de la Cámara de Comercio.

"Todas las cosas establecidas tienen costo para las empresas y, en ese sentido, nosotros destacamos que tendrá que haber acuerdo para avanzar en esos aspectos. De lo contrario la negociación tendrá que limitarse a lo que son los Consejos de Salarios que (determinan lo que) son salarios mínimos y categorías", concluyó.

Lucha contra informalidad

La informalidad y el desempleo son dos variables que el gobierno quiere mantener a raya en la ronda salarial. El director de Macroeconomía, Andrés Masoller dijo ayer que la intención es que el crecimiento del empleo y los salarios deberán acompañar la evolución económica.

En materia de empleo, el jerarca sostuvo que se prevé un crecimiento menor de la tasa de empleo, respecto al pasado quinquenio, porque la desocupación está en un registro "histórico" que roza el desempleo estructural.

Masoller remarcó que el "énfasis" estará puesto en la calidad del empleo. En ese sentido, abordó el problema de "falta de cobertura en seguridad social", para una tercera parte de los trabajadores.

El equipo económico presentó un cuadro que muestra elevada informalidad en sectores como el comercio, el servicio doméstico y el sector granjero (ver infografía).

En tanto, las políticas de capacitación apuntarán especialmente mujeres y jóvenes, que tienen graves problemas de inserción laboral.

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