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PILAR BESADA

La unidad estatal que debe controlar a las casi 300 empresas de seguridad tiene sólo 19 funcionarios. Según conocedores del rubro, por cada empresa de seguridad habilitada hay otra en negro y el 80% de las garitas de Carrasco son ilegales.

Un reciente caso policial que tuvo como escenario una empresa minera, derivó en una investigación de la que surgió que la empresa de seguridad que cumplía funciones en el lugar no estaba habilitada por el Ministerio del Interior, y uno de sus guardias tenía cuatro antecedentes por rapiña.

Según el nuevo jerarca del Registro Nacional de Empresas de Seguridad -Renaemse-, Juan Carlos Vázquez, es algo "muy grave" dejar a la seguridad en manos de empresas "no controladas".

Aunque uno de los cometidos de Vázquez para los próximos años es "luchar contra el informalismo", reconoció que con los 19 funcionarios de esa unidad es muy difícil controlar a las más de 300 empresas de seguridad privada. "Es como querer tapar la luz del sol con un dedo", indicó Vázquez.

Según Vázquez, el 80% de las garitas de seguridad que están en numerosas cuadras de Carrasco, están en negro.

El jerarca señaló que Renaemse realizó procedimientos en esos lugares, pero "los primeros en oponerse son los vecinos, por razones sentimentales, porque (los guardias ilegales) son personas que están hace tiempo y les tienen confianza". Para Vázquez, la gente "no toma conciencia de la gravedad del asunto".

Por otra parte, el rubro seguridad privada es creciente.

La eliminación gradual del servicio 222 que presta la policía, asunto que fue señalado como una prioridad por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, supone que las actividades que hasta ahora cumplía el 222 pasen al sector privado, por lo cual la cantidad de empresas de seguridad y empleados crecería aún más.

Para obtener la habilitación, un guardia de seguridad debe superar un test psicológico, no tener antecedentes penales, realizar una capacitación específica y prácticas de tiro.

Además, la empresa debe tener dos seguros, uno de responsabilidad civil por US$ 50.000 y un seguro de fianza por US$ 30.000. Otro de los requisitos es que la empresa tenga como directores técnicos a profesionales de la seguridad, que provengan tanto de la policía (y estén en retiro) o de filas militares.

Una de las maneras más fáciles y prácticas de comprobar si una empresa de seguridad trabaja de forma legal, o no, es el aspecto de los guardias: Renaemse exige el uso de uniformes e identificación a todos.

Otra forma de saber si se trata de una empresa en regla es el costo; la tarifa que cobra la empresa.

Según Vázquez, las empresas que cobran menos de $ 80 por cada hora de trabajo del guardia son irregulares, porque no podrían cubrir los costos de cargas sociales y otras exigencias del Ministerio.

"En las empresas irregulares es muy común que el empresario se quede con la mayor parte de lo recaudado, y pague muy poco a sus empleados", agregó.

En empresas habilitadas, el pago mínimo a los guardias por una hora de trabajo es de $ 36, incluidas las cargas sociales.

El sector de la seguridad privada es uno de los más sumergidos en cuanto a salarios. De todos modos, hubo una recuperación considerable luego de los consejos de salarios. En 2005, se le pagaba al guardia entre $ 8 y $ 9 la hora.

Otros costos asociados a la habilitación son el curso de tiro, que está entre 800 y 1.000 pesos; los uniformes, que cuestan entre $ 2.000 y $ 3.000 cada uno, y el trámite de habilitación en el Ministerio, que es de 1,8 UR por cada guardia ($ 830 según valores actuales).

Renaemse, según lo indica Vázquez, aconseja que cuando se vaya a contratar un servicio de seguridad, primero se llame a esa unidad (al teléfono 908.75.35) para saber si la empresa y el guardia están debidamente registrados. "Es importante mencionar el nombre del guardia, porque muchas empresas están habilitadas pero no habilitan al total de sus funcionarios", dijo.

Otra de las propuestas de Vázquez será aumentar la capacitación para los guardias de seguridad. Actualmente, el curso de capacitación es de 28 horas, y el de tiro, de 8 horas. Para Vázquez, estos tiempos son "muy exiguos". Para obtener la habilitación, los guardias no deben rendir pruebas físicas.

Todos los guardias deben realizar un test psicológico para trabajar como tales, que aseguren que son personas que no tienden a perder el control o a incurrir en actos de violencia.

Existen tres tipos de guardias de seguridad privada: el guardia sin arma, el guardia armado y el que presta servicios en locales nocturnos. Para los primeros dos, el test psicológico tiene 3 años de vigencia, y para el último, sólo un año.

Según Vázquez, esto es porque los ambientes nocturnos "están muy cargados de complicaciones".

Carrasco: "El 80% de las garitas de seguridad están en negro", dijo Juan Carlos Vázquez.

Los cometidos de Renaemse son la habilitación de empresas de seguridad, operadores de dinero y redes de cobranzas. También habilita a la banca oficial y privada. En instituciones de intermediación (las que dan préstamos), se encarga de los sistemas de protección de los activos físicos.

También habilita empresas de venta de materiales de seguridad (alarmas, cámaras o cofres), y homologa sus productos. Los institutos de formación para seguridad privada y los policiales que venden ese servicio también están bajo su órbita. Renaemse registra la actividad de 14.600 guardias, 39 centros de formación, 600 vehículos blindados, 1.144 entidades financieras, 25 polígonos de tiro y 24.000 armas.