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Irán oculta y protege programa nuclear en laberinto de túneles

Desafío. Estados Unidos ha descartado una acción militar e Israel ve difícil esa opción. Obama presiona para que se apliquen sanciones severas al régimen iraní

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NUEVA YORK | THE NEW YORK TIMES

En septiembre de 2009, cuando se descubrió en Irán una planta de enriquecimiento de uranio sepultada dentro de una montaña, cerca de la ciudad sagrada de Qum, el episodio iluminó un patrón más amplio: durante la última década, Irán ha ocultado una parte cada vez más grande su complejo atómico en redes de túnes y refugios subterráneos en todo el país. Expertos de Estados Unidos afirman que al hacerlo, Irán logró un doble propósito.

No sólo ha protegido su infraestructura de ataques militares en madrigueras de densa roca sino que también ha oscurecido más la escala y naturaleza de su notoriamente opaco esfuerzo nuclear. El descubrimiento de la planta de Qum únicamente subrayó temores sobre la existencia de otros sitios desconocidos.

Ahora, con el vencimiento de la fecha límite de fin de año impuesta por el presidente Barack Obama para alcanzar progreso diplomático, ese manto de invisibilidad ha emergido como cierto tipo de arma oculta, complicando los cálculos militares y geopolíticos del Occidente.

La administración Obama afirma que espera aprovecharse de la inestabilidad política interna y de la desorganización del programa nuclear de Irán para presionar a favor de un régimen de severas e inmediatas nuevas sanciones. Pero un factor crucial detrás de ese esfuerzo por soluciones no militares, afirman algunos analistas, es la red de túneles del país -lo que Teherán llama su estrategia de "defensa pasiva".

Así, el secretario de Defensa, Robert Gates, ha desechado en repetidas ocasiones la posibilidad de un ataque militar, afirmando que únicamente retrasaría entre uno y tres años las ambiciones nucleares de Irán y enterraría aún más el programa.

Algunos analistas afirman que Israel, que ha tomado la línea más dura contra Irán, podría verse especialmente impedido, dadas sus menos formidables capacidades militares y de inteligencia.

"Complica hacer blancos", dice Richard L. Rusell, ex analista de la CIA que ahora trabaja en la Universidad de la Defensa Nacional. "Estamos acostumbrados a que las instalaciones estén en la superficie. En el subsuelo, literalmente se convierten en un agujero negro. No se puede saber qué está sucediendo", destaca.

Incluso los israelíes conceden que la roca sólida puede inutilizar las bombas. A finales del mes pasado, el Ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, dijo al Parlamento que la planta de Qum estaba "ubicada en refugios subterráneos que no pueden ser destruidos con ataques convencionales".

El fuertemente montañoso Irán tiene una larga historia de fabricación de túneles para fines civiles y militares, y Mahmoud Ahmadineyad ha jugado un papel recurrente -- primero como ingeniero de transportes y fundador de la Asociación Iraní de Constructores de Túneles y ahora como presidente de la nación.

En Irán hay cientos, tal vez miles, de túneles grandes, según expertos del gobierno estadounidense y del sector privado, y las líneas que separan sus usos pueden ser borrosas. Empresas pertenecientes al Cuerpo de Guardias Islámicos Revolucionarios de Irán, por ejemplo, construyen túneles civiles y militares.

Nadie en Occidente sabe cuánto, o exactamente qué parte, del programa nuclear de Irán yace escondido. Sin embargo, la evidencia de la tendencia a enterrar los esfuerzos atómicos es clara para los curiosos.

opción. Google Earth, por ejemplo, muestra que el eje original del complejo nuclear de Irán en Isfahán consiste de un número de edificios fácilmente observables -- y atacables. Pero los analistas nucleares gubernamentales afirman que durante los últimos años Irán ha hecho un panal de túneles en las montañas cercanas. Las fotografías satelitales muestran seis entradas.

Pese a los cuestionamientos sobre si el Occidente puede amenazar creíblemente con destruir el programa nuclear de Irán, los analistas insisten en que Estados Unidos, Israel y sus aliados nunca descartarán esa opción. El Pentágono, de hecho, se está apresurando para desarrollar una poderosa y nueva bomba destructora de túneles.

"Los blancos de ataque profundamente enterrados siempre han sido un problema", dice Greg Duckworth, un científico del sector privado que recientemente dirigió una investigación del Pentágono para identificar túneles enemigos. "Y está empeorando", considera.

Ahmadineyad inició su vida profesional como ingeniero de transportes con estrechos vínculos con los Guardias Revolucionarios y un interés duradero en túneles.

Ayudó a fundar la Asociación Iraní de Constructores de Túneles en 1998, según la página de Internet del grupo. Ese año, el Metro de Teherán inició una expansión importante, e Irán, en secreto, aceleró su programa nuclear.

A principios de 2004, siendo alcalde de Teherán, Ahmadineyad presidió la VI Conferencia Iraní de Construcción de Túneles. Alabó a los líderes de la antigua Persia por crear redes de canales subterráneos y apeló a favor de la creación de nuevos "túneles" entre el gobierno, las universidades y los grupos profesionales.

"Le pido a Dios que nos ayude a todos", escribió en un documento. Estas conferencias, sostenidas regularmente en Teherán, atrajeron a constructores mundiales de máquinas para taladrar túneles -artefactos gigantescos tan grandes como locomotoras que escarban rápidamente entre estratos rocosos.

Muchas de las empresas tienen oficinas en Teherán. Herrenknecht, una firma alemana considerada la líder del mercado, tiene tres. Los ingenieros afirman que actualmente Irán tiene en construcción cientos de kilómetros de túneles para proyectos civiles, incluyendo líneas de Metro en Teherán, Isfahán y Shiraz, túneles para autopistas en todo el país y túneles para irrigar el árido interior del país.

Todo aparenta que las semillas del cambio militar a lo subterráneo fueron plantadas durante la guerra de Irán-Irak de la década de 1980, cuando Irak atacó a Teherán y otras ciudades iraníes con olas de misiles. La construcción de refugios, arriba y abajo, y túneles se convirtió en una tarea patriótica.

Los planificadores de guerra estadounidenses ven a los túneles como una prueba seria para sus capacidades militares -- independientemente de su número exacto y contenido. La mayoría señala que no hay forma fácil de acabar con un programa nuclear bien escondido, ampliamente disperso y profundamente sepultado.

Entre las dificultades, afirman los expertos militares, se encuentran los túneles señuelos y entradas falsas, cuya identificación requiere buena información de inteligencia. Los expertos subrayan que el anuncio de Irán de nuevas plantas de enriquecimiento de uranio simplemente podría producir un velo de actividad encaminada a confundir a los planificadores de guerra occidentales.

David A. Kay, un especialista nuclear que encabezó la infructífera búsqueda de armas no convencionales en Irak, dice que el ocultamiento de una o dos plantas entre los laberintos rocosos podría representar un desafío particular para Israel. "Tiene limitada inteligencia sobre blancos", señala Kay, quien considera que Estados Unidos está mejor equipado para trazar el mapa del terreno nuclear iraní.

Raymond Tanter, experto en temas iraníes de la Universidad Georgetown que trabajó para la Casa Blanca de Reagan, coincide con lo anterior. "Hasta el momento, la construcción de túneles no ha tenido éxito al punto de que la tecnología estadounidense no la pueda alcanzar", asevera. "Pero hace que las opciones israelíes sean más problemáticas porque tienen menos ventaja militar", precisa.

Arma poderosa y los cohetes de extremistas

A despecho de las dudas, la administración de Obama ha actuado cuidadosamente al dejar sobre la mesa la opción militar, y el Pentágono se apresura en el desarrollo de un arma mortífera para túneles. El artefacto -de más o menos seis metros de largo llamado Artillería Penetradora Masiva (oficialmente la GBU-57A/B)- inició como una recomendación del 2004 del Consejo Científico de Defensa, un grupo asesor del Pentágono de alto nivel.

"Una instalación profundamente subterránea en una geología rocosa representa un desafío considerable", escribió el Consejo. "Se necesita varias toneladas de fuertes explosivos conectados al túnel para derribar las puertas y propagar un chorro de aire letal", precisó.

La bomba carga toneladas de explosivos y es considerada 10 veces más poderosa que su predecesora. Fue sometida a pruebas preliminares en 2007 y se espera desplegarla por primera vez en el próximo verano del hemisferio Norte. Será transportada por el bombardero B-2.

Mientras Estados Unidos analiza opciones, existe otra realidad que es preocupante para Israel. Si bien las dos guerras que libró Israel contra Hezbolá, en 2006 y contra Hamas, hace un año, frenaron los ataques con cohetes lanzados contra su territorio, ahora surge una peligrosa perspectiva. Los extremistas de Hamas y Hezbolá están en proceso de rearme, en parte, gracias a la ayuda de Irán, con misiles de mucho mayor alcance que serían lanzados desde Líbano o la Franja de Gaza y podrían hacer blanco en la densamente poblada región de Tel Aviv. Hasta ahora, los cohetes de Hamas apuntaron a zonas de Israel donde viven 750.00 civiles. THE NEW YORK TIMES Y THE ECONOMIST

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