Conflictos en sectores clave acorralan al gobierno. Salud, aeropuertos, Aduana, bancos oficiales… Y ese gobierno nacional (así como el departamental de Montevideo), no atina a dominar la situación. Todo lo contrario.

Entonces, en medio del caos, aparecen oficialistas que, en lugar de buscar soluciones, lanzan declaraciones absurdas. El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, dice que hay que cuidar que detrás de estos conflictos "no exista un trabajo de la oposición política". Por su parte, el director de Trabajo, señor Luis Romero, convoca a los votantes del Frente Amplio a que se movilicen a favor del gobierno y culpa a los partidos opositores, a las cámaras empresariales y a sectores radicales del Pit-Cnt, de estar atrás de la agitación de las últimas semanas.

Le prometieron de todo a los gremios. Y los gremios apoyaron sin disimulo alguno, las candidaturas frenteamplistas de las dos últimas elecciones. Jugaron un papel preponderante en el acarreo de votos para la izquierda. Ahora los gremios quieren que se concreten sus aspiraciones y ante los titubeos del gobierno, endurecen su posición. Este último, se muestra horrorizado y no tiene mejor idea que lanzar acusaciones a diestra y siniestra. Como dijo el líder de Alianza Nacional, senador Jorge Larrañaga, "el gobierno tiene que verse a sí mismo, echarla la culpa a la oposición de la altísima conflictividad que hay en el país es no decir la verdad, es ocultarla".

Entretanto, cada vez más uruguayos tienen la sensación de que en esto, como en otros temas, el presidente Mujica despliega una actitud gelatinosa. Por ahora, prepara su viaje a Madrid. ¿Funcionará el viernes el aeropuerto?