El Poder Ejecutivo aprobó ayer un decreto que obliga a todos los aparatos de refrigeración eléctricos de uso doméstico a ser etiquetados en conformidad con las normas UNIT de eficiencia energética.
Esta reglamentación forma parte de las medidas que el Ministerio de Industria impulsa en esta materia y que ya exige a los termofones y lámparas de bajo consumo a cumplir con el mismo proceso.
El decreto prevé una etapa transitoria de adhesión voluntaria (18 meses), seguida de una definitiva que será obligatoria. El certificado tendrá una validez de 24 meses.
La Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea) podrá realizar a los efectos de la fiscalización el "muestreo de productos en el mercado local para su ensayo".
La etiqueta en cada aparato deberá contar con el sello de la Ursea, el de Eficiencia Energética de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear así como el del organismo de certificación.