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Estudiantes venezolanos son la verdadera oposición al chavismo

Escenario. Sigue sin surgir una alternativa política de peso al presidente

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CARACAS | AGENCIAS Y SERVICIOS

El movimiento estudiantil venezolano tiene una larga tradición de enfrentamientos con el poder. Y hoy, con un presidente Hugo Chávez fortalecido tras el referéndum del domingo, y una oposición que no termina de hacer pie, la historia se repite.

Los partidos opositores de más arraigo en Venezuela no enviaron emisarios al organismo electoral para tantear cómo iba el recuento de los votos del referéndum. Experientes en este tipo de lides, parecían resignados de antemano. El triunfo del "Sí" a la enmienda constitucional, por 54,36% contra 45,63%, que habilita la reelección indefinida de Chávez, parecía cantado. Empezaron tarde la campaña por el "No" y, más allá de haber logrado una votación "récord" para la oposición, quedó claro que no han logrado articular una alternativa válida al chavismo.

En cambio, los jóvenes de entre 18 y 25 años -en su gran mayoría estudiantes universitarios- que pusieron sobre sus hombros la campaña contra la reelección indefinida de Chávez, fueron los que más sufrieron un desencanto con el resultado de las urnas. Reconocieron la derrota, sí, pero también dejaron en claro que continuarán en la pelea.

Davis Smolansky, portavoz de un movimiento de estudiantes universitarios que se opusieron a la enmienda constitucional, estimado en unos 60 mil jóvenes, denunció que se enfrentaron no solo al aparato estatal sino a una serie de "atropellos" que impuso, según afirmó a la prensa, un régimen de presentación en los tribunales a varios de los dirigentes estudiantiles detenidos.

"Fue todo un atropello, pero seguimos en la lucha. Este país nos pertenece a todos. Lo importante es que ahora el pueblo venezolano va a exigir a los gobernantes como nunca antes lo ha hecho. Ya no hay excusas para no dar respuestas a los problemas del país", afirmó Smolansky.

Otro dirigente estudiantil, Juan Pablo López, consejero universitario de la Universidad Central de Venezuela, dijo al diario argentino Clarín que "por ahora ganó Goliat (por Chávez), pero tenemos que seguir trabajando para que David se imponga; la historia nos dará la razón, porque ninguna revolución en la historia se puede basar en el sueño de una sola persona".

sin unidad. Los partidos políticos tradicionales en Venezuela hace tiempo que gozan de un gran desprestigio en el país. Pero tampoco las nuevas organizaciones, por sí solas o en conjunto, han logrado articular un programa, un plan alternativo de país que les permita conectarse con los sectores populares, que continúan siendo la gran base electoral del presidente.

Ni siquiera han demostrado rapidez de reacción: cuando el 28 de noviembre Chávez anunció su deseo de enmendar la Constitución para la reelección permanente, fue necesario solo un día para que el oficialismo pusiera todo el aparato estatal al servicio de su campaña. Más allá de las asimetrías denunciadas por la oposición, lo cierto es que ésta demoró semanas para calentar los motores y acordar una estrategia unitaria.

Tal vez con la premisa de ver el vaso "medio lleno", la oposición a Chávez recalcó que el domingo recibió poco más de cinco millones de votos, aproximadamente medio millón más que en el plebiscito de diciembre de 2007, cuando la reforma constitucional del mandata- rio, que también proponía la reelección indefinida, fue rechazada. Pero el domingo, con una abstención sensiblemente menor que en 2007, no fue suficiente.

"En el futuro inmediato, la oposición debe trabajar en políticas y programas que le den a los venezolanos razones para votar sí a favor de la oposición y no solo para votar no a Chávez", reconoció Teodoro Petkoff, director del diario TalCual y ex candidato presidencial.

futuro. Pero mientras eso ocurre, es claro que los estudiantes venezolanos aparecen como el sector más vivo de la oposición a Chávez. Hay sonados antecedentes: los estudiantes tuvieron una activa participación en el "Caracazo" de 1989 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez; ya en la era actual, fueron ellos quienes tomaron la bandera de las protestas contra el cierre de la televisora RCTV a mediados de 2007. En ese entonces, se hicieron famosos a nivel nacional los nombres de los veinteañeros Yon Goicoechea y Stalin González. Se cree que mucho tuvieron que ver en la derrota del chavismo, la única en las urnas en más de una década, de fines de aquel año.

Para Chávez, eran unos "hijos de papá"; para buena parte de la población, en cambio, gozaban de una imagen de simpatía ya que no se los veía contaminados por las instituciones políticas tradicionales, que estaban -y están- de capa caída. Hoy, a esos nombres se les suman los de los ya citados Smolansky o López. Para la oposición, desmembrada y desunida, son algo así como la esperanza para el futuro.

Desafíos con los que lidiar

Ya oficialmente precandidato para las elecciones de 2012, y luego de dos procesos electorales en pocos meses (las regionales de noviembre y el referéndum del pasado domingo), Hugo Chávez se comprometió a "consagrarse íntegramente" a resolver los problemas del país, que no son pocos.

inseguridad Es la principal preocupación de los venezolanos. El 80% de la población evalúa negativamente la gestión del gobierno en ese rubro. En 2008 se produjeron 13.780 homicidios. En 10 años de gobierno chavista, las muertes violentas pasaron de 19,5 por cada 100.000 habitantes a 49 por cada 100.000. Caracas es una de las ciudades más peligrosas de América Latina.

inflación La inflación es de casi el 31%, y llega al 41% en los alimentos.

petróleo El principal producto de exportación de los venezolanos, y verdadera "caja fuerte" de Chávez, sufre los embates de la crisis internacional y la baja en el valor del crudo. En 2008, cuando el precio del barril venezolano rondó los US$ 130, los ingresos petroleros rozaron los 95.000 millones de dólares. Hoy el barril está a poco más de 35 dólares y se calcula que llegue a 60, según el presupuesto de este año. Eso significa que en 2009 los ingresos no superarán los US$ 45.000 millones.

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