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EDUARDO DELGADO

El primer operativo de los juzgados especializados contra el crimen organizado tuvo como resultado el fin de una organización de tráfico de droga con sede en Cerro Norte, la que era dirigida por un preso desde el Penal de Libertad.

Seis procesados con prisión por delitos relacionados al narcotráfico (entre ellos importación, suministro y conversión de bienes productos del narcotráfico) y la incautación de 13,5 kilos de pasta de cocaína (con la que se puede producir cocaína o pasta base), son el primer golpe al delito organizado que se consuma desde la reciente creación de los juzgados especializados contra el crimen organizado.

La investigación comenzó con una escucha telefónica ordenada por la entonces jueza penal de séptimo turno, Graciela Gatti -ahora magistrada de primer turno contra el crimen organizado-, a pedido de la Brigada Antidroga de la Policía. La indagatoria sigue con relación a otras personas, entre ellas una profesional que manejaba parte de las finanzas de la organización.

desde cerro norte. El grupo desbaratado tenía su sede en Cerro Norte y era liderado por "El Betito", un preso por rapiña y copamiento alojado en el Penal de Libertad, también procesado ayer por estos hechos.

Desde la cárcel, este recluso dirigía la operativa. Hacía contactos con un ciudadano argentino que le vendía drogas, enviaba mulas con dinero para pagar por la sustancia y otras mulas que traía la pasta de cocaína. Los viajes de ida eran desde Montevideo, pasando por Colonia, a Buenos Aires y los de regreso en vez de Colonia eran por Paysandú en ómnibus.

El grupo distribuía la droga en "bocas" de Montevideo, y a los pocos días iba a buscar el porcentaje que le correspondía de lo recaudado. Ese dinero de baja numeración era cambiado a dólares en un cambio de plaza. Un funcionario de ese comercio está detenido y hoy declaran sus propietarios y otros empleados.

Fuentes de la investigación indicaron que la organización manejaba importantes cifras de dinero, los pagos en Argentina eran de entre US$ 40 mil y US$ 50 mil y los cambios de pesos uruguayos a dólares que se hacían cada pocos días eran, en general, superiores a los US$ 3 mil.

Dos hermanos de "El Betito", uno de ellos menor, eran quienes tenían la mayor responsabilidad en la operativa de la organización, pero otros familiares directos y políticos del preso también formaban parte del grupo, añadieron las fuentes.

magistrados. Los procesamientos fueron dispuestos por el juez Jorge Díaz, a pedido de la fiscal de turno Mónica Ferrero. Díaz y Gatti fueron los elegidos por la Suprema Corte para ocupar los dos juzgados especializados contra el crimen organizado que se crearon.

El fiscal de Corte, Rafael Ubiría, propuso a los fiscales Ferrero y Ricardo Perciballe para ser los dos fiscales de esta materia, pero aún el Ministerio de Educación y Cultura no definió si acepta esa propuesta.