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Vázquez firmó veto a despenalización del aborto

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El presidente de la República firmó hoy el veto a parte de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, según confirmó a EL PAÍS el ministro de Turismo, Héctor Lescano. Tal como lo había anunciado, la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, también firmó, apoyando la decisión del presidente.

Vázquez tenía diez días para enviar la observación

De acuerdo con la Constitución, el martes comenzó a contabilizarse el plazo de diez días que tenía el Poder Ejecutivo para promulgarla o, como anticipó el presidente Tabaré Vázquez, para vetar el capítulo que refiere a la despenalización de la interrupción del embarazo. El plazo para comunicar a la Asamblea General esta observación vencía el viernes 21 a medianoche.

A partir de la aprobación de la ley se especuló con el día en que Vázquez firmaría el veto. Una vez vetada la ley, si existe voluntad por parte del Poder Legislativo de levantar la observación, se requerirán 3/5 de componentes de cada Cámara reunidos en Asamblea General, es decir al menos 18 senadores y 60 diputados, en total 78 votos, lo cual se hace bastante difícil de lograr.

En caso de que la Asamblea General no rechazara expresamente la observación del Poder Ejecutivo, a los 30 días de la primera convocatoria al cuerpo legislativo para pronunciarse, el veto quedará automáticamente confirmado, según lo establece la Constitución.

El recorrido parlamentario

Los senadores madrugaron el martes 13 para votar la ley de Salud Sexual y Reproductiva. Sin previo aviso, la bancada del Frente Amplio colocó el tema como grave y urgente en la sesión matutina bajo protesta del Partido Nacional. Así, la ley se aprobó por 17 votos (todos del Frente Amplio) contra 13 (11 del Partido Nacional y dos colorados, faltó el forista Julio María Sanguinetti partidario del aborto), con las barras en silencio y nadie manifestando afuera.

En la madrugada del miércoles 5 el proyecto había recibido media sanción de la Cámara de Diputados por 49 a 48 en medio de fuertes presiones de pro y anti abortistas en las inmediaciones del Palacio Legislativo y advertencias de excomunión por parte del arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno. Diputados eliminó el artículo segundo que declaraba "universales" los derechos sexuales y reproductivos y hablaba de una sexualidad "placentera" y "responsable". Por eso el proyecto debió volver al Senado, que en noviembre de 2007 ya lo había votado positivamente.

Esta es la primera ley importante que votaba el ex ministro y precandidato oficialista Danilo Astori desde que regresó al Senado en septiembre. En noviembre de 2007 su banca estaba ocupada por Carlos Baráibar, contrario al aborto.

Otros cambios respecto al año pasado fue la actitud del nacionalista Julio Lara, que ayer no votó acompañando al resto de su bancada.

Lara explicó a El País por qué cambió de posición: "Conversé con la bancada y decidí apoyar la opinión de los compañeros. El tema fue bastante manoseado".

La senadora oficialista Mónica Xavier dijo que votó "con plena convicción". "Esta es una ley por la vida a diferencia de lo que piensan otras personas", afirmó la legisladora. No es sólo la ley que despenaliza el aborto, dijo Xavier, sino "una ley marco" sobre los derechos sexuales y reproductivos.

RESPUESTA. El nacionalista Sergio Abreu dijo que votó en contra porque esta ley supone "una violación del derecho internacional" porque va "en contra" de tratados que ha firmado y ratificado Uruguay. Abreu se molestó por la urgencia con que la bancada del Frente Amplio forzó un pronunciamiento.

El suplente de Reinaldo Gargano, el ex colorado Abayubá Martorell, dijo que la ley terminará con la practica de abortos clandestinos, los que se hacen "en condiciones infrahumanas". "Fue una decisión sabia del Senado", sostuvo.

Se estima que en Uruguay se practican unos 33.000 abortos clandestinos por año.

Martorell además le respondió a Cotugno. "Que no se preocupe por mí porque no pasé por la pira bautismal", dijo, aludiendo a la advertencia de excomunión a los que voten la ley.

El nacionalista Luis Alberto Heber marcó al oficialismo el "enfrentamiento" que tiene con el presidente Vázquez por este tema. "Nosotros nos sentimos representados por el presidente en esta instancia", dijo Heber. Su compañero de bancada José Carlos Cardoso sostuvo que el veto terminará por dejar "rengo" al proyecto.

Varios legisladores del Frente Amplio tienen intenciones de hablar con Vázquez para que no vete la ley. La idea es esperar hasta hoy miércoles para que "se acomoden los zapallos", dijo Xavier a El País.

Mientras tanto, la ministra de Desarrollo Social, la comunista Marina Arismendi, afirmó que el presidente "va a tener que promulgar" la ley.

"Si la veta, tendríamos que tener las fuerzas en el Parlamento para levantar el veto. Estoy radiante. Estuve 10 años peleando en el Senado por esta ley", señaló Arismendi.

Para el veto el presidente necesita al menos la firma de un ministro. Hasta ahora los ministros María Julio Muñoz (Salud) y Héctor Lescano (Turismo), anunciaron que están a disposición para estampar su firma en el veto.

Lescano, católico, dijo ayer que otros ministros también están dispuestos a acompañar al presidente en el veto.

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