La mancha de combustible generada tras el choque de dos cargueros continuaba trasladándose ayer hacia el océano y disolviéndose por la acción de las corrientes. Sin embargo, los cambios de los vientos pueden hacer que el fuel oil impacte el fin de semana en Punta de Este.

La larga y estrecha mancha de combustible provocada por el choque de dos buques mercantes en la noche del martes a 20 kilómetros de la costa de Carrasco "se está diluyendo y va camino al océano", dijo a El País el jefe de Relaciones Públicas de la Armada, Marcelo Larrobla. El serpenteante derrame, que el miércoles medía 20 kilómetros de largo por 30 metros de ancho, se encontraba ayer más diluido, a unas 30 millas de la costa uruguaya y a 55 millas de la ribera argentina.

Si embargo, algunos pronósticos no son tan auspiciosos. Se aguarda que los vientos cambien para el fin de semana.

El meteorólogo Guillermo Ramis, director de Weather Systems, dijo ayer al programa Hora de Cierre de Radio Sarandí, que el combustible puede llegar mañana a Punta del Este e incluso afectar la Isla de Lobos, la principal reserva natural de estos animales del Cono Sur, ya castigada hace 10 años por el derrame de crudo del petrolero San Jorge.

En tanto, el meteorólogo Núbel Cisneros dijo a El País que el arribo del combustible a la península esteña podría ocurrir el domingo y anticipó que parte del vertido de hidrocarburo podría llegar a la playa.

"Los vientos van a rotar, se van a poner del sector sur- suroeste, por lo que estarían empujando la mancha. Aparte, los vientos van a ser muy fuertes, sobre todo a partir de la tarde del día domingo", dijo Cisneros.

Larrobla informó que la larga línea de fuel oil está "partida al medio", en el límite del Río de la Plata y el océano Atlántico. "Por la dirección que está tomando, seguirá alejándose de las costas", estimó.

El incidente ocurrió entre dos buques graneleros durante la noche del martes. El hidrocarburo se había escapado por una brecha (de cinco metros de alto por cuatro de ancho) en el casco del mercante griego Syros, que chocó con el Sea Bird, con bandera de Malta.

Larrobla dijo que ambos barcos continúan anclados en la zona "de fondeo y servicios", a unos 20 kilómetros del puerto de Montevideo y que la reparación al barco griego en alta mar es "provisoria".

ACCIONES. Ayer la mancha de fuel oil estaba siendo atacada con dispersantes. Según se informó, por la profundidad de la zona (14 metros) y la distancia con respecto a la costa, los productos químicos son lo más aconsejable.

Mientras tanto, la tripulación del Syros sigue a bordo, mientras se hace la reparación provisoria del casco. Luego, el barco podría ser trasladado a uno de los muelles del puerto.

Por su parte, el director de la Dirección Nacional de Recur-sos Acuáticos (Dinara), Daniel Montiel, dijo que hoy se seguirán haciendo recorridas por la zona del derrame para monitorear el estado de situación. "Hasta ahora no ha habido una situación de alerta; sí de precaución y monitoreo", indicó.

Montiel explicó que la mayoría de los peces costeros nadan por el fondo del mar: "tienen una dinámica que no choca tanto con la mancha, es un punto a favor", dijo. Sin embargo, advirtió que muchas especies pueden ser afectadas. Las más consumidas: corvina y pescadilla. Por otra parte, en caso de llegar a la costa, el derrame podría afectar a las aves.

El choque entre los barcos de 223 metros de largo provocó la rotura de uno de los tanques de combustible del Syros, que tiene una capacidad de carga de 145.000 litros. El hueco, en la línea de flotación fue provocado por el impacto con la proa del Sea Bird, de 35.915 toneladas de peso.

Las autoridades navales argentinas están siguiendo de cerca el derrame que parece terminará por disiparse en el océano. "La mancha se alejó unas 13 millas de la posición que ocupaba ayer, cuando estaba a 100 kilómetros de Punta Piedras, el punto más próximo de la costa argentina, cerca de la bahía de Samborombón", explicó el vocero de la Prefectura Naval Argentina (PNA), Alejandro Annichini.

Annichini minimizó la probabilidad de riesgo ambiental tras sobrevolar la zona y monitorear el curso de las corrientes y el viento que, de mantenerse, alejará por completo la mancha hacia el exterior del Río de La Plata. La secretaría de Medio Ambiente del gobierno de Cristina Fernández puso a trabajar un equipo de expertos en el tema.