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El Papa a favor de ingeniería genética siempre "que respete dignidad del hombre"

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Ciudad del Vaticano - Juan Pablo II se mostró hoy a favor de la investigación en el campo de la ingeniería genética, "pero siempre que respete los derechos y la dignidad de la persona desde su concepción".

Así lo manifestó en el mensaje -publicado hoy por el Vaticano- enviado al presidente del Consejo Pontificio para los Operadores Sanitarios ( "ministro de Sanidad" del Vaticano), el cardenal Javier Lozano Barragán, con motivo de la próxima Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el 11 de febrero de 2004 en Lourdes (Francia).

En su misiva, el Papa afirmó que los hombres son los "administradores" de la vida que Dios les ha dado, y agregó que ésta tiene que ser acogida, respetada y defendida desde su comienzo hasta su ocaso natural.

"Se habla en esta época de ingeniería genética aludiendo a las extraordinarias posibilidades que la ciencia ofrece para intervenir en las fuentes de la misma vida. Todo auténtico progreso tiene que ser estimulado, siempre que respete los derechos y la dignidad de la personas desde su concepción. Nadie puede arrogarse la facultad de destruir o de manipular indiscriminadamente la vida del ser humano", afirmó el Pontífice con rotundidad.

Añadió que la obligación de los operadores en el campo de la pastoral de la salud es sensibilizar a todas las personas que trabajan es este delicado sector, " para que se sientan siempre comprometidos con el servicio a la vida".

Juan Pablo II dijo también que defendiendo a la vida desde su inicio hasta su fin natural se tutela también a la familia, "cuna de toda vida naciente".

El Papa expresó en su mensaje su agradecimiento a los operadores sanitarios, en especial a los investigadores, "sobre todo a los que se dedican a la preparación de nuevos fármacos y a los que se encargan de fabricar medicinas accesibles para las capas menos acomodadas".

En su misiva, el Pontífice resaltó el sentido cristiano del sufrimiento y subrayó que en la muerte y resurrección de Cristo el sufrimiento humano encuentra su más profundo significado.

El Pontífice aseguró que Cristo sufre con los hombres, "dándonos la posibilidad de compartir con El nuestros sufrimientos".

"El dolor acogido con fe es la puerta para entrar en el misterio del sufrimiento redentor del Señor. Es un sufrimiento que no nos arrebata más la paz y la felicidad porque está iluminado del fulgor de la resurrección", manifestó el Papa.

EFE

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