Magdalena Herrera
Hace 27 años dejó atrás Juan Lacaze y cruzó el Río de la Plata ilusionado en convertirse en galán de telenovelas. Tenía 20 años cuando se alojó en un hotelito del centro porteño, se inscribió en clases de teatro que pagaba con changas en la albañilería y en un almacén. También, de vez en cuando, sacaba la nariz del payaso Pototín que interpretaba en Colonia, y se hacía la diaria con algún show infantil. Bastante agua corrió bajo el puente, además de varios personajes que quedarían para el recuerdo de los ratings televisivos como el indio Catriel de Más allá del horizonte o el boxeador Guevarita de Campeones. Esta última interpretación, llevó a Osvaldo Laport hasta el podio de los premios Martín Fierro como mejor actor del país vecino.
Ahora, el uruguayo incursiona en otro singular personaje en la tira diaria Soy gitano. La interpretación del "cantaor y bailaor" Amador ha tenido sus reticencias críticas, aunque no tanto como la que Laport recibió el año pasado con Franco Buenaventura. Pero nada de esto toma desprevenido al actor, que sabe que tales papeles lo exponen a recibir más cachetazos. Igual prefiere continuar experimentando, que repetir letras de memoria como un galán más, según aseguró el propio Laport a El País, en una fugaz visita a Punta del Este.
"Mis expectativas con Soy gitano están cubiertas desde el momento que, como actor, es un trabajo que me permite tirarme a la pileta, con o sin agua. Como artista soy un obrero y un laburante, y no me gusta repetir letras y nada más. Lo interesante y lo exitoso (más allá del éxito) es encontrar personajes diferentes. La tira me da la posibilidad de continuar creando personajes atípicos y adosarle elementos externos. Obviamente, sé que cada uno de mis papeles despierta buenas y malas críticas. Pero lo valioso para mí es que aunque sería más fácil agarrar un libreto y repetir la letra, igual me expongo a recibir cachetazos", reconoció Laport, quién junto a su esposa y actriz Viviana Sáez pasaron por el Hotel Conrad para el concierto de Shakira.
El actor bajó cuatro kilos, se colocó un diente de oro y un tatuaje, aprendió a bailar flamenco, estudió canto, prácticamente vivió con un gitano, y se inspiró en Antonio Gades, Tomatito y Joaquín Cortés entre otros, para componer el personaje de Amador. Pero no es la primera vez que Laport debe apelar a tantos elementos externos para componer su personaje: para interpretar a Guevara de Campeones aprendió a boxear.
En Soy gitano, dos familias, los Heredia y los Amaya, enfrentan odios ancestrales en medio de pasiones inconfesables. Por lo pronto, dos mujeres se disputan el amor de Amador: Mora (Julieta Díaz) e Isabel (Romina Gaetani). Amador es uno de los hermanos Heredia, el más rebelde y quien pretende continuar con el tablado de su padre. El elenco se completa con Arnaldo André, Antonio Grimau, Juan Darthés, Betiana Blum, Luisina Brando, entre otros.
"Siempre estoy probando cosas bastante osadas, todo el tiempo. Creo que eso va más allá del actor y se trae en la esencia del individuo. Mis viejos no solo me enseñaron a dar vuelta la tierra o levantar la pared de mi casa, sino también a coser el ruedo de un pantalón o decorar una torta. Es cierto que a veces me siento como sapo de otro pozo porque vivimos en una sociedad a veces demasiado estructurada", señaló Laport
—¿Qué queda del uruguayo de Juan Lacaze que se fue hace 27 años?
—Todo, todo.
—Sin embargo, parece tan incorporado a la sociedad argentina que hasta por momentos uno se olvida que es uruguayo.
—No, no, no. Es más, todavía sigo enojado con Uruguay. Si uno está enojado con su país es porque realmente necesita su abrazo.
—¿Por qué se enojó?
—Ya pasó, ya fue. Es absurdo seguir con eso. Es como cuando uno se enoja con su padre o madre, en el fondo los sentimientos siguen siendo igual de fuerte. Me dolió mucho que cuando me dieron el Martín Fierro no cruzó nadie, no viniste tú, no vino él, absolutamente nadie, a decirme ¡qué bueno!, ¡qué lindo! Sin embargo, cuando alguien de allá cruza a Uruguay, está toda la prensa. Ese es mi dolor. Pero ya fue y demuestra que si uno tiene la necesidad de la caricia de su gente es porque todavía le importa y mucho.
De boxeador a gitano
La grabación de Soy gitano le deja poco tiempo, pero igual se hizo de una noche para llevar a su esposa Viviana Sáez, una fanática de Shakira, al concierto en el Conrad. "Mañana a las 8, tengo que estar grabando en Pol-ka (productora de Adrián Suar). Pero, bueno, a veces hay que hacer lo posible para que tu pareja esté feliz y además era la oportunidad de venir a mi país", explicó Rubens Osvaldo Udaquiola Laport, tal cual se llama el actor.
Mientras encarna al gitano Amador, Laport también tiene intenciones de hacer teatro en el 2003. En poco tiempo estará estrenando junto a un cotizado elenco la saga de Taxi. Cabe recordar que en el 2001 interpretó junto a Soledad Silveyra El cuarto azul, dirigida por Nacha Guevara. Además de la exitosa repercusión de público, la obra concentró la atención de la prensa por los desnudos y las escenas fuertes de los protagonistas.
Laport ha interpretado múltiples personajes en 20 años de carrera, tanto en teatro como en televisión, pero el que realmente lo llevó a la cima de la popularidad fue Guevara, el de Campeones. Además, a partir de ese papel, la crítica argentina comenzó a tomar en serio al uruguayo. "Muchas veces se cataloga a alguien de buen actor y haga lo que haga es bueno, y no es así. O lo catalogan de horrible y todo lo que hace es malo. Los actores tenemos personajes acertados y otros no. Acá es como que tenemos ese fanatismo".