BRASILIA - Un hombre de aproximadamente 30 años de edad irrumpió hoy en medio de una sesión del Senado brasileño, se instaló en una baranda a cinco metros de altura y amenazó suicidarse.

El presidente de la Cámara Alta, José Sarney, interrumpió la sesión en medio de los gritos del hombre que se identificó como "un desempleado", hasta que fue finalmente reducido por un policía.

El desconocido llamaba la atención a gritos asegurando que hacía un mes que no comía, que no era ladrón y que necesitaba un empleo.

Por los altavoces del recinto, Sarney nombró a dos senadoras para que subieran al segundo piso del edificio para que intentaran persuadir al hombre que desistiera de su amenaza de suicidio.

Pero en medio de la consternación, un guardia civil del Senado se acercó con cautela y, mientras el hombre vociferaba, lo tomó por la cintura y logró bajarlo de la baranda.

Después de 10 minutos de interrupción, el Senado siguió sesionando, aunque Sarney debió esperar un lapso para que los legisladores guardaran silencio.

El frustrado suicida, cuyo nombre no fue revelado, fue llevado a la oficinas de la escolta legislativa a la espera de ser entregado a la policía.

ANSA